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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 22/04/2025 08:24
"Que gane San Lorenzo". Con esa frase breve pero reveladora, el papa Francisco respondió a un periodista argentino que le pidió una bendición para el país, pocos meses después de su elección en 2013. Detrás de esas palabras se esconde una historia que atraviesa su vida: una devoción inquebrantable por San Lorenzo de Almagro, el club que marcó su infancia, forjó su identidad futbolera y lo siguió acompañando hasta su último día en la tierra. Justamente, el Ciclón lo despidió con un emotivo video en el que repasaron su especial relación. Porque mucho antes de convertirse en el líder de los católicos, Jorge Mario Bergoglio se había hecho fanático de su querido Ciclón. Era el socio número 88.235 desde 2008, y según confirmó el club en su momento, continuó abonando la cuota aún después de convertirse en Papa. Aunque confesó no ver televisión desde 1990, Francisco mantuvo el vínculo con el equipo de Boedo gracias a la ayuda de sus allegados en el Vaticano: "Un guardia suizo me pasa los resultados", explicó en una entrevista poco después de aquel histórico 13 de marzo de 2013. Ese seguimiento incluyó incluso la histórica final de la Copa Libertadores 2014 en la que San Lorenzo superó a Nacional de Paraguay y, durante la cual, según relató, pidió a sus colaboradores que le fueran informando el minuto a minuto mientras volaba hacia Corea del Sur. La pasión por CASLA nació en 1946, cuando con apenas nueve años, y de la mano de su papá Mario, un fanático del club y empleado de los ferrocarriles, Bergoglio presenció desde las tribunas del viejo Gasómetro de Avenida La Plata las actuaciones del equipo que se consagraría campeón con 46 puntos, tres más que Boca Juniors y cinco por encima de River Plate. Ese San Lorenzo anotó 90 goles en 30 partidos, con un promedio de tres por encuentro, impulsado por una delantera que entraría en la historia bajo el nombre de El Trío de Oro, integrada por Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino, su gran ídolo. Aquella temporada dejó una huella indeleble en él. En 2018, Francisco recitó de memoria la formación de ese equipo campeón, encabezado por el arquero Mirko Blazina y dirigido por Diego García. En reiteradas ocasiones, el Papa evocó con detalle jugadas y goles, como el tanto convertido por Pontoni el 20 de octubre de 1946 en la goleada 5-0 ante Racing. "La Chancha bajó la pelota de pecho, amagó entre dos, y pateó cruzado… fue un gol como para pasarlo en el Colón", recordó.
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