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» Elterritorio
Fecha: 20/04/2025 09:52
Hizo inferiores en River, pasó por las juveniles de la Selección y decidió irse a Europa. Le costó la adaptación, pero se aferró al fútbol y busca dar el salto a una liga con mayor visibilidad domingo 20 de abril de 2025 | 6:05hs. Mientras viaja para jugar un partido de la Kategoria Superiore, la máxima división del fútbol de Albania, Luciano Vera se toma un tiempo para hablar sobre su presente, sobre su decisión de irse de Argentina y empezar a armar una carrera en Europa. Lo que le costó adaptarse, vivir en un lugar frío como Eslovaquia, uno más amigable como Hungría y uno más parecido a sus costumbres en Albania. De las inferiores de River a ligas “poco conocidas”. De ser parte de las juveniles de la selección argentina a soñar con llegar a una liga de jerarquía en el Viejo Continente. A sus 23 años, el lateral izquierdo nacido en Wanda se abrió camino con la redonda bajo el brazo. “La primera posibilidad para ir a Eslovaquia fue cuando apareció el Covid-19. Yo había jugado el Mundial (sub 17 en Brasil en 2019) y me vieron. Yo en River estaba peleando un lugar en la Reserva. Entendí en ese momento que era importarte irme al fútbol europeo”, contó Vera. “Llamaron a River, fue de un día para el otro, lo pensé con la familia y aproveché la oportunidad. No sabía nada del país, pero era un contrato profesional y me convenía. No había averiguado nada y fui”, reconoció. El misionero desembarcó en Eslovaquia para jugar en el DAC de Dunajská Streda, una ciudad pequeña cerca de la capital Bratislava y cercana también a las fronteras con Hungría y Austria. “Me encontré con un lugar que no era lindo, era una ciudad vieja, con mucha seguridad, pero era un lugar oscuro. Me costó la adaptación para vivir”, confesó el de Wanda. “En lo futbolístico no (la adaptación), porque a los jugadores nos pasa, nos adaptamos rápido. Sabemos que es una oportunidad. Viví en un hotel, todo ese año y medio, y sufrí porque estaba lejos de mi familia, solo. Viví solo por primera vez”, contó. “Me manejaba con el traductor de Google, por suerte en el club tenía compañeros que hablaban español. En el club había traductor, pero afuera me tenía que arreglar con el traductor. Aprendí a vivir solo, aprendí a adaptarme a otra cultura y también en lo futbolístico, que aprendí muchas cosas, a vivir más como profesional. Como era el único club de la ciudad, había una presión”, indicó sobre su experiencia. Ese primer encuentro con Europa no fue el mejor, pero Luciano había arrancado su carrera como profesional. “Estuve un año y medio, volví para jugar en Mendoza (en Deportivo Maipú en la Primera Nacional), casi firmo con Guaraní. Entrené, me instalé en Posadas, pero el presidente del DAC no me dejaba. Había un interés de un club de Hungría que tenía un cuerpo técnico español que había visto mi perfil”, repasó. Cruzó el río Danubio y se fue a vivir a Györ para jugar en el ETO FC. “En Hungría fue más lindo, una ciudad más grande, un club más importante que estaba en Segunda División. Había más hinchada, más presión, me hice conocer rápido”, recordó. “Me gustó mucho vivir ahí, aprendí también otras cosas. Peleábamos el ascenso, pudimos lograrlo, me quedé, firmé dos años más y pude jugar en Primera División”, destacó el misionero sobre lo futbolístico y comparó: “En Eslovaquia el fútbol es muy físico, en Hungría son muy tácticos, sobre todo el Primera, te ponían a estudiar mucho. Teníamos reuniones en las que teníamos escribir los partidos”. De todo eso y de lo que ya tenía en sus espaldas se nutrió Luciano Vera para dar otro paso en su carrera: Albania. “Vivo en Tirana (la capital) y es más parecido a Argentina. No me costó la adaptación. Vas al supermercado y hay dulce de leche, el 50 por ciento habla español y el 90 por ciento italiano. La gente es muy amable. Me siento tranquilo”, valoró el jugador del KF Tirana. Después de jugar en Eslovaquia y Hungría, Vera llegó al KF Tirana albanés. De los días grises y fríos de Eslovaquia a un país con costumbres más parecidas a las argentinas. También pasó el tiempo y Luciano supo aprovechar esas oportunidades para crecer, dentro y fuera de la cancha. “Es una decisión difícil emigrar, más que nada en el fútbol, que es una profesión muy difícil. A veces el tren pasa una vez y no dos. Aconsejaría a los que están en esa situación que piensen bien, con la familia, y siempre la decisión termina siendo correcta”, aconsejó el misionero, que todavía sueña con una liga de más jerarquía y también con la selección argentina. Es que Luciano Vera siempre estuvo en las juveniles de la Albiceleste, desde la sub 15, conoce al mundo de la Selección. Fue sparring de la Mayor, jugó Sudamericanos y Mundiales. Tuvo entrenadores como Pablo Aimar y Diego Placente y sigue en el radar. “Mantengo contacto con Diego Placente, cada tanto hablamos, me pregunta por dónde estoy y cómo estoy. Como jugador el deseo es siempre jugar en la Selección, pero hoy por cómo está la selección argentina no lo estoy pensando tanto. No veo con malos ojos en algún momento”, avisó. “Ojalá pueda dar un salto a una liga mayor y pueda ser visto. El sueño nunca se pierde, pero ahora estoy pensando en crecer”, analizó sobre su presente y confesó que “además de jugar, hay que estar bien de la cabeza. Tras la muerte de mi papá me costó y estoy trabajando en eso, en la mentalidad”. “Quiero jugar en algún momento en Primera División en Argentina, que nunca tuve la posibilidad”, indicó sobre un sueño pendiente. Por ahora las energías del misionero están puestas en hacerse conocido en Albania, escalar a un fútbol con más vidriera y llamar la atención de algún equipo de renombre. Ve con buenos ojos países como Portugal o algún equipo del ascenso de las ligas mayores como Italia o España. Supo surfear las siempre complejas experiencias de vivir lejos, de no entender el idioma, de sufrir la distancia de sociedades muy diferentes a la de Argentina. Con más madurez, Luciano Vera se abre paso en Europa y sueña con la Selección. Compartí esta nota:
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