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Federal » El Federaense
Fecha: 14/04/2025 17:32
Una nueva noche amarga se vivió en el Monumental, donde River Plate no pudo encontrar su rumbo y repitió los errores que lo aquejan en las últimas fechas. La igualdad contra Talleres de Córdoba dejó malestar en las gradas, un descontento que se hizo palpable desde el comienzo del encuentro. A pesar de que los aficionados intentaron alentar a su equipo, la falta de conexión con lo que sucedía en el campo se volvió evidente. El aprecio por los jugadores se tornó en desilusión cuando el tiempo se agotó y el marcador permaneció igualado. A medida que el silbido de la afición resonaba, se reflejaba el creciente fastidio que viven los fans, quienes exigen un cambio inmediato en el rendimiento del equipo. Un Clima Tenso en el Estadio Desde el calentamiento, la energía en el Monumental era palpable. Cánticos como “movete, River, movete” y “a ver si nos entendemos los jugadores y la popular” surgieron como un intento por motivar a los futbolistas. Sin embargo, muchos en las gradas sintieron que los jugadores no lograron responder al empuje de la afición, y algunos aspectos del juego parecían sobrepasarlos. La Última Oportunidad y la Reacción del Público El destino del partido culminó con un casi gol de Miguel Borja, pero a pesar de los intentos, el equipo se despidió del Monumental con un murmullo de desaprobación. Aunque no se trató de un abucheo unánime, sí fue lo suficientemente evidente para indicar que el enojo entre los hinchas no hace más que crecer. Silbidos de Desaprobación El ambiente hostil previo al inicio del partido ya presagiaba el malestar. Durante el anuncio de la formación, Manuel Lanzini y Miguel Borja se encontraron en el centro de la polémica, siendo recibidos con una lluvia de silbidos. Lanzini, en particular, sintió la presión y sus esfuerzos no parecieron ser suficientes para recuperar el aprecio de la afición, quien empieza a cuestionar su compromiso con los colores de la camiseta. Esta situación deja en evidencia la necesidad de una reacción del equipo, que debe trabajar en su capacidad para conectar con la afición y revertir una situación que no hace más que tensar la relación entre los jugadores y su comunidad de seguidores.
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