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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 12/04/2025 21:32
Ingresaron al país contenedores con carne porcina por más de 35 millones de dólares en los primeros tres meses del año, por un volumen superior a 13.000 toneladas. Advierten que la cifra es récord. Las importaciones de carne porcina desde Brasil aumentaron exponencialmente en los últimos meses, generando serias preocupaciones dentro del sector productivo local. Con un aumento superior al 300% en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo periodo de 2024, el ingreso masivo de carne importada amenazó con impactar el mercado local, afectando la competitividad de los productores argentinos. En el primer trimestre de 2025 se registró un incremento sin precedentes en las importaciones de carne porcina desde Brasil. Se importaron más de 13.000 toneladas de carne, lo que representó un aumento del 353% en volumen y 377% en valor en comparación con el mismo período del año anterior. Brasil, principal proveedor de carne porcina en este contexto, representó más del 95% de las importaciones. Este crecimiento desmedido comenzó a generar un serio desequilibrio en el mercado de la carne porcina en Argentina, donde los precios internos no pudieron competir con los costos de los productos importados. Juan Uccelli, consultor en el sector porcino aseguró que “la importación sigue molestando al sector y se da por una situación de tipo de cambio que no es el adecuado. Todos explicaron en los últimos tiempos que el dólar esta muy atrasado y eso nos descoloca frente a nuestras competencias, y Brasil tiene un precio de venta muy barato y nosotros estamos caros en dólares, razón por la cual entra mercadería. Ingresaron al país contenedores con carne porcina por más de 35 millones de dólares en los primeros tres meses del año, con casi 14.000 toneladas, lo que constituye una cifra récord”. Según el analista, para ver algo similar hay que ir hasta la década del 90, cuando se importaban 70.000 toneladas anuales y lo cierto es que “la proyección de este año, si seguimos así, puede quedar cerca de las 60.000 toneladas, lo que sería una locura. Esta imputación está afectando al productor porque distorsiona los precios que recibe”. La irrupción de la carne carioca El aumento de las importaciones de carne porcina no solo afectó los precios, sino que también alteró la integración de la media res en el mercado. Según expertos del sector, la importación de cortes como la bondiola y el pechito a precios más bajos afectó la valorización de los cortes nacionales, generando una desvalorización de los cortes de menor valor, como patas y rabo, que no pudieron absorber la diferencia de precios. En Brasil, estos cortes eran altamente apreciados para la preparación de platos tradicionales como la feijoada, lo que permitió a los productores brasileños obtener un valor mucho mayor por esos productos en mercados internacionales. Tal es así, que la carne vacuna subió un 24% en lo que va del año, la carne de pollo subió un 21% y la de cerdo solamente subió un 9%. ¿Cuál es la diferencia? Las importaciones, y si ahora se les ocurre empezar a traer importación de carne vacuna de Brasil, los del sector vacuno van a darse cuenta lo que es el problema de la importación, y más cuando tenés un dólar “regalado”. Una de las principales preocupaciones de los productores argentinos es la competencia desleal que enfrentan debido al uso de ractopamina en la producción de carne porcina en Brasil. Este promotor de crecimiento, prohibido en más de 160 países, mejora la productividad de los porcinos en un 6%, lo que permite a los productores brasileños ofrecer precios más bajos en el mercado. Este componente no solo afecta la calidad de los productos, sino que también pone en una situación de desventaja a los productores argentinos, quienes se adhirieron a estándares de producción más naturales y sostenibles. Otro aspecto que agrava la situación fue la competencia que los productos importados presentan al ser congelados. La carne congelada tiene la capacidad de retener agua, lo que permite ofrecerla a un precio más bajo, pero a costa de una calidad inferior. Este fenómeno es preocupante, ya que los consumidores pueden ver como “fresca” carne que se importó congelada, lo que afecta la percepción y la confianza en los productos nacionales. Por otra parte, los costos de producción en Argentina siguen altos debido a factores como los impuestos, el transporte y los insumos. Frente a estos costos, los productores locales se ven obligados a competir con precios más bajos, lo que reduce la rentabilidad del sector. A pesar del crecimiento del consumo interno de carne porcina, el aumento de las importaciones genera un ambiente de saturación del mercado que afecta a los productores pequeños y medianos, quienes son los más vulnerables. El sector de los chacinados (productos cárnicos procesados como chorizos, salchichones y jamones) también sintió el impacto de las importaciones. Aquí, el aumento de las importaciones generó una competencia feroz en el mercado de productos procesados, donde los precios de la carne fueron un factor determinante en la rentabilidad. Según la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Carne de Cerdo (CAICHA), los precios de los productos porcinos aumentaron un 9,2% en el primer trimestre de 2025, lo que reflejó la presión que enfrentaron los productores y procesadores locales debido a la competencia extranjera. La competencia calificada como desleal, la alteración en la integración de la media res y la saturación del mercado amenazan la sostenibilidad de los productores. Por eso continuarán reclamando ante este tipo de situaciones aunque con bajas expectativas de ser escuchados, ya que el modelo propuesto por la actual administración promueve la importación con la idea de mejorar los precios al consumo interno a pesar de lo que esta acción pueda representar en la producción local. Fuente: Ámbito
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