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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/03/2025 03:44
La intención de la Casa Rosada es tener firmado y aprobado en el board del organismo un nuevo Extended Fund Facility (EFF) en algún momento antes de fines de abril El Gobierno inició la recta final hacia un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el número 23 en los últimos 70 años, con un decreto que autorizó la concreción de una negociación entre Buenos Aires y Washington, que ya acumula casi cuatro meses y que tiene determinado el marco general, pero no su contenido. En las próximas semanas el equipo económico intentará resolver el ida y vuelta técnico y conseguir que el Congreso no rechace el DNU. Si se alinearan todos esos planetas, la intención de la Casa Rosada es tener firmado y aprobado en el directorio del organismo un nuevo Extended Fund Facility (EFF) antes de fines de abril. Según los primeros indicios, un alivio en el calendario de pagos de capital al FMI y una porción -por el momento indefinida- de financiamiento adicional, que tendrá como objeto una operación de deuda interna que le sume dólares al activo del Banco Central. Las estimaciones de mercado ya hablan de un programa de entre 20.000 y 25.000 mil millones de dólares. Varios elementos que conforman la estructura del acuerdo EFF que busca cerrar el equipo económico ya quedaron determinados. Por un lado, el DNU estableció que habrá desembolsos de dólares y un aplazamiento en una serie de pagos previstos para los próximos años. Un punto clave es la existencia de un período de gracia de cuatro años y medio. El DNU, por su parte, no especificó el monto del financiamiento adicional, pero indicó que será utilizado para recomprar Letras Intransferibles emitidas por el Ministerio de Economía y en poder del Banco Central (BCRA). El decreto menciona que se buscará cancelar “una parte sustancial” de esos títulos, lo que sugiere que los desembolsos no serían suficientes para cubrir el total de USD 23.000 millones registrados en el balance del BCRA. Varios elementos que conforman la estructura del acuerdo EFF que busca cerrar el equipo económico ya quedaron determinados. Por un lado, el DNU estableció que habrá desembolsos de dólares y un aplazamiento en una serie de pagos previstos para los próximos años Según estimaciones preliminares del mercado, solo para cancelar la primera Letra Intransferible del cronograma, con vencimiento el 1° de junio por USD 10.000 millones a valor nominal, el Gobierno requeriría USD 3.000 millones en financiamiento adicional del FMI. La diferencia entre ambos valores se explica porque estas letras tienen dos formas de contabilización: en el Ministerio de Economía aparecen por USD 10.000 millones, mientras que en el BCRA figuran con una valuación equivalente al 30% de ese monto, más ajustado al valor “real” de este instrumento de deuda intra sector público. En el BCRA las Letras Intransferibles de la Tesorería figuran con una valuación equivalente al 30% del valor nominal, más ajustado al valor “real” de este instrumento de deuda intra sector público (Foto: Reuters) Hay otros vencimientos menores de este tipo de Letras en 2026 y 2027, mientras que recién en 2029 los montos vuelven a superar los USD 10.000 millones. Entre 2031 y 2033 alcanzan aproximadamente USD 12.000 millones anuales. El total de dólares frescos aún no fue confirmado, por lo que es temprano para determinar cuántas de esas letras podrán cancelarse con los fondos del FMI. Aunque el DNU no lo detalla, una estimación privada calculó la tasa de interés que deberá pagar Argentina. Para programas de alto monto como los que el país mantiene desde 2018, la tasa se compone de diferentes factores relacionados con la duración del acuerdo y el excedente sobre la cuota que le corresponde al país por ser miembro del organismo. Según cálculos de Romano Group, la tasa de interés del nuevo acuerdo se ubicaría en 6,47% anual, considerando la última modificación realizada por el directorio del FMI en octubre pasado. Vencimientos de Letras Intransferibles para los próximos años (Fuente: Romano Group) Con ese manojo de contadas precisiones que arrojó el decreto sobre el nuevo acuerdo se que viene, sobrevuelan las lecturas en el mercado sobre cómo será, en definitiva, el contenido del acuerdo, qué consecuencias y qué implicancias para el plan económico del gobierno libertario y un tema más espinoso: la validez jurídica de su aprobación por la vía del decreto. Para Ricardo Arriazu, uno de los economistas que suele manifestarse en favor del programa económico, una eventual llegada de un cambio en el plan que incluya la flotación cambiaria sería una mala noticia. “El único problema que yo veo es que el Fondo se equivocó rotundamente. No entiende una economía bimonetaria, igual que la mayoría de los argentinos y, en consecuencia, quiere que Argentina flote”, dijo en una exposición en el Jockey Club. “Mi cálculo es que el acuerdo está en 99% terminado. Mi preocupación en este momento es que, obviamente Argentina no va a devaluar, pero al Presidente le gusta la flotación y al Fondo le gusta la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner una flotación con banda parecida a la del 2018 y eso va a crear problemas”, dijo Arriazu. Al Presidente le gusta la flotación y al Fondo le gusta la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner una flotación con banda parecida a la del 2018 y eso va a crear problemas” (Arriazu) Por su parte, Adrián Rozanski, director de la consultora 1816, consideró que “la clave será encontrar un punto de acuerdo entre un FMI que no avala tipos de cambio diferenciales ni controles cambiarios y un Gobierno que busca sostener su esquema actual”. “No imaginamos que se viene una gran devaluación el día 1, pero sí algún ajuste en la política cambiaria. Una opción sería que saquen el dólar blend, otra podría ser acordar algún esquema más limitado de intervención en el ‘contado con liqui’, lo que implicaría poder intervenir pero no de manera discrecional, sino con bandas”, aseguró en una conferencia ante inversores organizada por Petrini Valores. En tanto, la consultora LCG planteó en un informe interrogantes sobre el uso de los fondos: “No se sabe si el BCRA tendrá plena disponibilidad (por ejemplo, para administrar los dólares financieros, es decir, para defender la brecha) o no". Perfil de vencimientos de deuda con el FMI. (Fuente: EcoGo) Un análisis de PxQ, la consultora del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, sobre el DNU destacó que la recompra de Letras Intransferibles mejoraría la liquidez en divisas del BCRA sin generar expansión monetaria, lo que implicaría que aumentaría la capacidad de intervención en el mercado cambiario sin necesidad de emitir pesos, pero como contrapartida la deuda pública con el FMI aumentaría y solo se reduciría el pasivo del Tesoro con el BCRA. Como riesgos del acuerdo, advirtió que “si la dolarización de carteras pre-electoral es de magnitud, podría ocurrir la paradoja de que el BCRA reduzca sus reservas, pero el Tesoro siga con su deuda con el FMI. Por más que la deuda se pague con superávit fiscal, si la posición de reservas del BCRA es débil, esos pagos requerirán a futuro o bien una reducción del consumo por la vía directa, o bien por la vía indirecta, mediante una depreciación del peso”, concluyó PxQ. Si la dolarización de carteras pre-electoral es de magnitud, podría ocurrir la paradoja de que el BCRA reduzca sus reservas, pero el Tesoro siga con su deuda con el FMI (PxQ) Para el ex director argentino ante el FMI Héctor Torres, “el FMI va a respetar el procedimiento que elija el gobierno para hacer aprobar el programa por el Congreso, siempre y cuando, ese proceso no ponga en duda la legalidad de la deuda contraída con el FMI”, dijo a Infobae. “Más allá de eso, el programa seguramente incluirá limitaciones al posible uso de ‘sus’ dólares para sostener el actual tipo de cambio, en otras palabras, para comprar pesos caros en el mercado de cambios”, apuntó. "Lo que el Gobierno está haciendo es eludir al Congreso. Sacaron un DNU porque no quieren dar esta discusión de cara a la gente", dijo el ex ministro Martín Guzmán en una entrevista en Infobae en Vivo El ex ministro de Economía Martín Guzmán, y autor de la ley que prevé que este tipo de programas sean aprobados por el Congreso, fue más taxativo: “Lo que el Gobierno está haciendo es eludir al Congreso. Sacaron un DNU porque no quieren dar esta discusión de cara a la gente. El propio ministro Caputo confesó en los últimos días que la razón por la que sacan un decreto, es porque no tienen apoyo en el Senado. Esto va a generar un problema serio en el futuro. Dentro del FMI hay ciertas reglas para prestarle plata a un país. Una de esas, es que debe haber un amplio apoyo político”, dijo en una entrevista con Infobae En Vivo.
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