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Parana » AIM Digital
Fecha: 23/02/2025 12:42
Mientras el Gobierno apuesta a la desregulación del mercado laboral, miles de jóvenes en Argentina enfrentan condiciones de trabajo cada vez más inestables. La falta de oportunidades y la informalidad marcan el futuro de una generación que busca insertarse en un mercado cada vez más excluyente. El acceso al primer empleo en Argentina se ha convertido en un obstáculo difícil de sortear para miles de jóvenes. La combinación de salarios bajos, contratos precarios y una economía inestable limita las posibilidades de inserción laboral y genera un horizonte de incertidumbre. Mientras el Gobierno avanza con medidas de desregulación, muchas empresas aprovechan el contexto para ofrecer condiciones cada vez más desfavorables, con pasantías de tiempo indefinido y monotributismo forzado como norma. Según un reciente informe del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo, el 60% de los jóvenes de entre 18 y 24 años que trabajan lo hacen de manera informal o con contratos temporales sin garantías de estabilidad. Esta realidad no solo impacta en la posibilidad de crecimiento profesional, sino también en el acceso a derechos básicos como jubilación, obra social y licencias pagas. A esta situación se suma el recorte de programas de empleo y capacitación que anteriormente facilitaban la transición del ámbito educativo al laboral. "La eliminación de herramientas de formación profesional y la falta de incentivos para la contratación formal generan un círculo vicioso donde los jóvenes quedan atrapados en la precarización", advierte Luciana Arias, economista especializada en el mercado laboral. Mientras tanto, el sector empresario reclama más flexibilización para generar empleo, pero los datos muestran que en los últimos años el crecimiento de la informalidad ha sido proporcional al deterioro de los salarios. En este contexto, la brecha entre quienes acceden a empleos de calidad y aquellos que deben conformarse con trabajos temporales, mal pagos y sin derechos se sigue ampliando. Con un panorama cada vez más adverso, la pregunta sigue abierta: ¿qué futuro laboral les espera a los jóvenes en un país donde el trabajo estable se convierte en un privilegio y no en un derecho?. De la Redacción de AIM
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