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» LaprovinciaSJ
Fecha: 28/12/2025 15:33
Me pidió un helado y cuando volví ya estaba muerta. Con esas palabras y el dolor de una madre que nunca cerrará, Gisella Gutiérrez expresó hace unos días cómo ocurrió todo aquel 25 de diciembre en la noche cuando su hija Milagros Rivero Gutiérrez de apenas 10 años de edad murió asesinada. El autor del hecho fue su pareja, Leonardo Ezequiel Tello, quien el 12 de diciembre pasado fue condenado a 17 años de prisión. El crimen fue uno de los que más conmocionó a San Juan hace poco más de un año. El 25 de diciembre del 2024, la pequeña se encontraba festejando las primeras horas de la Navidad cuando fue alcanzada por una bala, en el barrio Constitución, en Santa Lucía. Fue la pareja de su padre quien la disparó en un hecho que la fiscalía definió como una acción que fue realizada sin importar las consecuencias. En el acuerdo de juicio abreviado, el imputado reconoció lo ocurrido y aceptó la pena que la Justicia le endilgó. Los hechos: festejos con disparos En el juicio abreviado, el fiscal Francisco Micheltorena realizó una detallada exposición de la causa ocurrida entre el 25 y 26 de diciembre de 2024 en el barrio Constitución. Según narró, Tello actuó sin medir consecuencias, efectuando en total más de 22 disparos en un espacio donde circulaban vecinos y menores. El señor Leonardo Ezequiel Tello, sin importar las consecuencias, realizó en la vía pública, esto es en el barrio Constitución, numerosos disparos de arma de fuego, al menos 22, siendo plenamente consciente de que los proyectiles podían impactar o alcanzar a cualquier vecino, señaló Micheltorena. El fiscal explicó que, tras esa primera secuencia de disparos registrada en la noche del 25, la conducta se repitió horas después: En la madrugada del 26 de diciembre, entre las 1.30 y las 2, sabiendo que podía darle a alguien, continuó disparando en el fondo de la vivienda donde convivía con su pareja y los menores Jeremías y Milagros Gutiérrez. En ese contexto, los niños salieron al patio para ver qué ocurría. Allí, Tello gatilló dos veces: primero apuntó a Jeremías, pero el disparo no se activó. Luego, volvió a accionar el gatillo, esta vez hacia Milagros. Plenamente consciente del desenlace fatal que podía ocasionarse, volvió a accionar el gatillo pero esta vez hacia la menor Milagros. El proyectil impactó en la zona abdominal, ocasionándole un shock hipovolémico y la muerte, se detalló en la audiencia. El relato de la madre de Milagros La mamá de la pequeña describió el profundo dolor que la atraviesa desde aquella madrugada trágica. Estoy devastada física, mental y psicológicamente. Me hizo un terrible daño, me mató a mi hija, muy consciente. Conmovida, recordó cómo era Milagros: Mi hija era mi única nena, mi mañosa, era todo para mí. Su carita feliz, bella, siempre alegre, soñadora. Esa noche me pidió que le trajera un helado y cuando volví la encontré muerta. Aquel 25 de diciembre, Gisella había salido unos minutos de la casa para comprar una medicación que necesitaba y el helado que Milagros le había pedido. En ese breve lapso ocurrió el ataque. Yo estaba de parte de enferma porque me había roto una mano y se me había acabado la medicación. Salí a comprarla y también a llevarle el helado a mi hija. En ese trayecto pasó todo, relató. Mientras la condena ya está firme, el dolor de la familia permanece intacto y su mamá insiste en un solo pedido: prisión perpetua.
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