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  • Rodrigo de Loredo: Sacar al peronismo después de 30 años depende de un gesto de Juez

    » La voz

    Fecha: 28/12/2025 04:28

    Voz y Voto. Rodrigo de Loredo: Sacar al peronismo después de 30 años depende de un gesto de Juez El radical ratifica que será candidato a gobernador pase lo que pase. Endurece su discurso sobre el Estado. Y critica a Llaryora por la última reforma jubilatoria. Rodrigo de Loredo repite que será candidato a gobernador pase lo que pase y, aunque busca evitar el cruce con Luis Juez, no deja de enviarle mensajes para evitar una confronación de cara a 2027. Sacar al peronismo después de 30 años depende de un gesto de Juez, dijo en Voz y Voto, en una larga charla en la que mostró un discurso más cercano a La Libertad Avanza, que propone cerrar las agencias en la Provincia, echar a la mitad del personal de la Municipalidad de Córdoba y en la que critica a Martín Llaryora por la reforma jubilatoria. ¿Qué haría con la Caja si fuera gobernador? Hoy el déficit de la Caja está en discusión porque el Gobierno acusa 800 mil millones, el Tribunal de Cuentas dice que está en 200 y algo mil de millones, y el propio presupuesto del Gobierno lo consignó en 400 mil millones. Si quieren, tomo el número que vocifera el gobernador: 800 mil millones. Para dar una muestra, tenés agencias que se llevan 700 mil millones. Cuando gobierne Córdoba no van a existir más las agencias, y muchas de las empresas que se estatizaron al calor de la corrupción, para que no haya transparencia en las contrataciones, como Caminos de las Sierras, tampoco van a estar en la órbita del Estado. Este no es un discurso demagógico. Son 30 años de peronismo que han ido sedimentando ñoquis... Se iba De la Sota, entraba Schiaretti; pero Schiaretti no sacaba a los de De la Sota y tampoco los hacía laburar. Y vino Llaryora. El Estado cordobés tiene un montón de áreas que hay que achicar. Cerraría agencias y a esa gente la dejaría afuera del Estado. ¿Qué pasaría con esas tareas? Las tendría que hacer la administración central. Y doy otro rubro polémico. En la ciudad de Córdoba tenías 10.000 empleos y pasaste a tener 25.000 personas que cobran de la Municipalidad. Los empleos formales son 10.000, el resto son colaboradores, monotributistas. Escucho a los gremios decir que si blanqueás a todos, te va a alcanzar para la Caja. Pero la plata al final es de los impuestos. Es una solución de pizarrón. Lo que tenés que hacer es echar a la mitad de todos esos contratos precarios porque no hacen tareas para el Estado, son ñoquis, militancia rentada, pobreza como clientela. Basta ver que en las elecciones las colas en el Banco de Córdoba para cobrar cualquier cosa. ¿Para qué lo han puesto a (Miguel) Siciliano? Para que haga peronismo puro y duro: repartir plata. Una decisión así incendiaría la provincia. La gente está hinchada las bolas porque paga impuestos carísimos en Córdoba para sostener la política, y el Estado que no le trae soluciones. La Libertad Avanza y Javier Milei venían con el discurso del legado cultural y se mezclaron discusiones de género y de ambiente. Pero el verdadero aporte cultural es tener un Estado ajustado a los roles que tiene que cumplir. ¿Milei no se pasa de rosca con la demonización del pagar impuestos? ¿Cómo se va a sostener una sociedad? No, porque ya está pasada de rosca la Argentina con la cantidad de impuestos que le cobran. En el Congreso hay bajas tributarias que son medio extrañas, como la de los autos de mayor valor. Pero el IVA sigue en 21%. El Gobierno dice que en esta segunda etapa viene por la gran reforma tributaria. En esto soy concesivo porque me parece hipócrita pedirle que haga todo junto. Tenés un gobierno de dos años que hizo algunas reformas estructurales muy demandadas y debatidas. Las elecciones y el discurso ¿Lo sorprendió el resultado y el apoyo que tuvo Milei en Córdoba en relación a lo que medía cuando dijo que no iba a ser candidato? Cuando dije que no, estaba en los mismos guarismos que como salió la elección. Posteriormente, el Gobierno entró en problemas con el caso Libra, Andis, con el dólar que empezó a tener más volatilidad. Y se reflejaba que podía ser una peor elección. Pero cuando tomé la decisión, no. Fue muy a conciencia, sabiendo que La Libertad ganaba. Dijo que quiere ser gobernador de Córdoba. Ahora, afirma que hay que echar a la mitad de los empleados en la Municipalidad y cerrar agencias. ¿El resultado de la elección marca lo que va a pasar en su carrera? Dije a la gente que está contratada al solo efecto de cumplir tareas políticas. Son los que se hacen los que trabajan y a los que hacen que les pagan un sueldo. ¿Va a marcar su discurso? Se acerca más a La Libertad Avanza que al radicalismo. No... depende. Al Gobierno lo acompaño en su norte económico, que ha tenido grandes aciertos. El primero, el equilibrio fiscal de un país que hace 70 años gasta más de lo que recauda y cubre eso con impuestos, endeudamiento y emisión. El segundo, la estabilidad monetaria. A todos los ministros de Economía se les queman los libros cuando el dólar se empieza a ir. Somos uno de los pocos países con una economía bimonetaria: razonamos nuestros ahorros en dólares. Eso hace muy compleja la variable cambiaria y ahora pareciera que la han aquietado. Un tercer desafío, que es el que más costoso, es la internacionalización. Tenemos una de las economías más cerradas de la región por herencia del corporativismo italiano que trajo el coronel Juan Domingo Perón. ¿Lo está llevando bien el Gobierno? Es un tránsito difícil por cómo vas amortiguando a los sectores que se golpean. Pero es un camino acertado y que cambia el paradigma, poniendo el beneficio en el consumidor. Esa es la tercera gran reforma. La cuarta es cómo ha encarado la inseguridad y el narcotráfico. Soy crítico de la institucionalidad del Gobierno, pero escuchaba a un académico decir que el principal problema de la democracia latinoamericana es la inseguridad y el narcotráfico. Entonces, paradójicamente, hay un aporte democrático en esa pelea. Lo que todavía no está pasando es una reactivación de la economía, que requiere políticas activas. No creo que ni la minería ni los hidrocarburos derramen por sí solos. Eso puede resolver el frente cambiario, pero no va a distribuir. Ahí Córdoba tiene una historia para exhibir. Porque hemos unido al campo y la industria, y fuimos vanguardia institucional y educativa. Cosas que el Gobierno no tiene. Ese es mi discurso para Córdoba. ¿Cómo ve la nueva conducción del radicalismo a nivel nacional? Hace lo que puede. Pero no le voy a dar bola a las peleas partidarias en Córdoba, por más que conduzcamos nosotros, porque no están en la agenda de la gente. Lo que planeo es decirles lo que voy a hacer con la burocracia del Estado, cómo la voy a reducir, en qué áreas. Al siguiente mes, les diré qué impuestos voy a bajar, cómo, qué pérdida de recursos tendré. También voy a hablar de la educación, donde hay temas candentes, desde el uso del celular hasta cuestiones de fondo. Y otro mes voy a hablar de lo institucional, la Justicia, el sistema electoral. Días pasados me invitaron al TSJ por los 100 años. Me dio pena ver la historia del palacio y a sus miembros: era todo radicalismo y liberalismo sepia. Córdoba fue potencia económica por influencia liberal, potencia industrial por influencia desarrollista y potencia institucional y educativa por influencia de la UCR. Y está congelada hace 30 años por el PJ. Yo me voy a dedicar a eso y ustedes, a decir cómo está con Juez o cómo está con Bornoroni. ¿Va a crecer el deloredismo o va a buscar otras figuras? Anhelo que se crezca en función de nuestras propuestas. Porque el partido está por un lado y figuras como Juez por otro. Y esa es una relación clave. Anhelo que persuadamos a la sociedad en función de las ideas que vamos a traer para sacar a esta Córdoba anestesiada que se conforma con tan poco. El Gobierno va a intentar usar la pobreza como clientela y, por otro lado, que el frente no peronista se desarme. Y van a proponer que Milei sea reelecto y que él (por Llaryora) también lo sea. Hago público esto para que la gente diga: Estoy conforme con Milei, pero en Córdoba hay que sacar al peronismo. ¿Va a construir un frente? Voy a ser candidato a gobernador pase lo que pase. En simultáneo voy a tratar de que todo el arco no peronista me acompañe. Lo primero puede ser funcional al peronismo. No. Porque somos los que más medimos. Tenemos un equipo que puede hacerse cargo del Gobierno la semana que viene. Hay jóvenes, intendentes, legisladores con gestión. A las otras expresiones las veo más solitarias. Yo ya tomé una decisión difícil antes, ahora pido correspondencia. Hay una retórica ideológica y cultural que comparto y que dice: Compitan. Se les dice a los empresarios, a la economía. Yo estoy para eso. Recuerde que no hay Paso en Córdoba... Si alguien quiere una interna abierta, que se haga. Basta de caprichos. Un poco más de humildad. Si el patrón cultural es el mérito y la competencia, yo estoy para competir. Eso convive con que alguien desconocido gane solo porque Milei lo señala. Estoy para competir con eso también. Sin acuerdo político es difícil ganar. Lo hemos visto innumerables veces cuando la oposición se dividió. Igual, usted tiene una relación especial con Juez. Es cierto, aunque no nos ponemos de acuerdo en lo que decimos. Es es una figura que tiene muchos detractores entre los actores políticos, pero soy un defensor de Luis Juez. Porque entiendo su carrera política. Perdió muchas veces solo, contra un sistema que no lo dejaba llegar, que le puso millones de obstáculos. Debió ser gobernador de Córdoba. Es un peleador, muy personalista. Me acusan de eso a mí, y yo conduzco un espacio colectivo en el que tengo que andar haciendo malabares permanentemente. Digo algo: si se saca el peronismo después de 30 años, es una decisión que probablemente no esté en manos mías, esté en manos de Juez, porque va a depender de un gesto. Yo ya lo di. Si ahora se da el mismo gesto, no hay más peronismo en Córdoba. Las críticas a la reforma Resuma su crítica a la reforma jubilatoria del gobernador Llaryora. A nivel nacional ganó legitimidad la idea de que las jubilaciones están destruidas porque antes se las regalaron a gente que no había hecho aportes. Todos conocemos personas con alto poder adquisitivo, que viven en un country, que nunca trabajaron y que recibieron una jubilación de ama de casa. Conclusión: tenés 7 millones de jubilados; de los cuales 4 millones no hicieron los aportes. Eso dinamitó el sistema previsional argentino. ¿Cómo abordó el problema el kirchnerismo? Aplanando hacia abajo. Con este argumento perverso, donde hace pelear jubilados con mayores remuneraciones con los de más bajas. Se llevaron todas las jubilaciones al hambre. En Córdoba, el fenómeno es muy parecido. La Caja recibió un golpe letal con las decisiones de José Manuel de la Sota, que fueron cuatro: las jubilaciones anticipadas, sobre todo en el sector docente, donde hasta ese momento, se jubilaban a los 57 años las mujeres y a los 60 los hombres, y De la Sota les dio jubilaciones a los 50 a las mujeres y a los 53 a los hombres. Además creó la jubilación reducida, y aumentó lo que se pagaba por la jubilación anticipada, que tenía un escalamiento que empezaba en el 60% del sueldo y pasó al 70%. Y permitió que quien no tuviera 30 años de antigüedad pudiera suplirlo si tenía más años de aporte. Así, se incorporaron 29.000 jubilados que no estaban en las condiciones de hacerlo. Y la Caja se destruyó. De ahí en adelante todo fue política, mejor o peor llevada, con todas las ambivalencias de Córdoba con la Nación. ¿Cómo lo quiere resolver Llaryora? Igual que el kirchnerismo: aplanando hacia abajo. Pero todo es trampa y mentira. Ya pasó la otra vez cuando dijo que le iba a dar un bono a todos los jubilados y en la letra chica, resulta que eran 5.000 sobre 110.000. Hay que esperar a ver a quién les sube ahora. Dice que más de la mitad de los jubilados va a tener incremento. Hay tres tipologías de políticos. El que hace el ajuste de frente y dice: Lo voy a hacer porque las cuentas no me dan. Milei. Que encima recibió apoyo mayoritario. Luego, el que hace el ajuste y dice: Lo voy a hacer entre gallos y medianoche para que nadie se entere y no haya debate. Y ahora tenés una nueva: la de Llaryora, que hace un ajuste, que pagan los jubilados, y lo anuncia como una buena noticia.

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