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» LaprovinciaSJ
Fecha: 28/12/2025 03:26
El uso intensivo del celular, la computadora y otros dispositivos electrónicos forma parte de la rutina diaria de miles de personas. Trabajo, estudio, ocio y comunicación pasan hoy, en gran medida, por una pantalla. Sin embargo, especialistas advierten que la adopción de malas posturas sostenidas en el tiempo puede generar molestias físicas, dolores crónicos y lesiones musculoesqueléticas, incluso en edades tempranas. El impacto del celular en el cuello y los hombros Uno de los problemas más frecuentes vinculados al uso del teléfono móvil es el llamado cuello de texto, una condición provocada por inclinar la cabeza hacia adelante durante largos períodos. Esta postura incrementa de forma significativa la carga sobre la columna cervical y los músculos del cuello y los hombros. Como consecuencia, muchas personas experimentan rigidez, contracturas, dolor de cabeza y sensación de pesadez en la parte superior de la espalda. En algunos casos, si el hábito se mantiene, los síntomas pueden volverse persistentes y afectar la movilidad cotidiana. Dolor lumbar: una queja cada vez más común Pasar varias horas sentado frente a una computadora también tiene consecuencias. La falta de apoyo adecuado, el encorvamiento de la espalda y la escasa movilidad generan sobrecarga en la zona lumbar, una de las principales causas de consulta médica relacionada con el trabajo sedentario. Los especialistas señalan que mantener la espalda recta, apoyar completamente la zona lumbar y evitar posiciones forzadas son claves para prevenir este tipo de dolencias. Ergonomía y pausas activas, dos aliados fundamentales Una de las recomendaciones centrales es adaptar el espacio de trabajo o estudio a criterios de ergonomía. La pantalla debe ubicarse a la altura de los ojos, el teclado a una distancia cómoda y los pies apoyados en el suelo. En el caso del celular, se aconseja levantar el dispositivo hasta la línea de visión en lugar de bajar la cabeza. Además, realizar pausas activas cada 40 o 60 minutos resulta fundamental. Levantarse, caminar unos minutos y realizar movimientos suaves de cuello, hombros y espalda ayuda a reducir la tensión acumulada y mejora la circulación. Prevenir hoy para evitar lesiones mañana Incorporar ejercicios de movilidad y fortalecimiento a la rutina semanal contribuye a mantener una postura saludable y disminuye el riesgo de lesiones a largo plazo. Prestar atención a las señales del cuerpo y corregir hábitos cotidianos puede marcar la diferencia entre un malestar pasajero y un problema crónico. Noticias relacionadas
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