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» Reconquista Hoy
Fecha: 28/12/2025 02:57
Con el inicio de la temporada estival, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) instó a los productores pecuarios a intensificar las medidas de prevención para resguardar la salud y el rendimiento de los animales. Las altas temperaturas no solo comprometen el bienestar animal, sino que impactan directamente en la eficiencia productiva de los establecimientos. ¿Qué es el estrés calórico? Se define como el conjunto de alteraciones fisiológicas y de conducta que sufren los animales cuando el ambiente supera su zona de confort térmico y no logran regular su temperatura interna. Ante este escenario, es común observar un aumento en la frecuencia respiratoria, mayor consumo de agua, búsqueda constante de sombra y una notable disminución en la ingesta de alimento. Impacto en la producción El estrés por calor genera consecuencias económicas y sanitarias, tales como: Pérdida de peso y deterioro de la condición corporal. Caída en los índices reproductivos y en la eficiencia alimentaria. Reducción en la producción de leche, afectando también los niveles de grasa y proteína. Mayor riesgo de enfermedades y aumento de la tasa de mortalidad. Pautas de manejo para bovinos de carne Para mitigar estos efectos, el organismo sugiere aplicar las siguientes estrategias: Sombra y espacio: Priorizar la sombra natural de árboles o instalar estructuras artificiales que permitan la circulación de aire (3 a 4 metros de altura), garantizando entre 2 y 4 metros por animal para evitar hacinamientos. Hidratación: El agua debe ser fresca, limpia y abundante. Un bovino adulto consume diariamente el 7% de su peso vivo, por lo que es vital asegurar el caudal y la presión en los bebederos. Manejo de la hacienda: Realizar trabajos en mangas o corrales únicamente en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde. Los arreos deben ser tranquilos, respetando el ritmo de los animales. Alimentación y refrescado: En sistemas de engorde, se recomienda suministrar el 30-40% de la ración por la mañana e incrementar la fibra. Si se opta por mojar a los animales, debe hacerse temprano o de noche con caudal suficiente; mojar de forma escasa en horas de calor extremo puede ser contraproducente. Contemplar estas prácticas de bienestar animal no solo protege la sanidad del rodeo, sino que optimiza los beneficios para todos los actores de la cadena ganadera.
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