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  • Es maestra, vende contenido para adultos y la discriminan por ser la seño hot: Quiero un trabajo normal

    » TN

    Fecha: 27/12/2025 07:13

    Miguelina Fredes Sarasola se hizo conocida en todo el país por una polémica que cruzó el aula con las redes sociales: la docente de Campana que vendía contenido erótico. Aquella necesidad que la llevó a exponerse en plataformas para adultos le generó una ganancia que superó ampliamente su sueldo dentro del aula: Cobro $700 mil como maestra. Tengo claro que puedo hacer esa plata por día vendiendo contenido, dijo a TN. Leé también: Tiene 31 años, es de Mendoza y se aburrió de la ropa de hombre: ahora usa faldas y tacos Sin embargo, con la angustia y el hastío a cuestas, solo tiene un pedido desesperado: un empleo formal que le permita dejar atrás los masajes y las videollamadas eróticas. A pesar de tener cinco títulos en su haber, que van desde docente, especialista en enfermedades psiquiátricas, hasta estudios en hotelería y turismo, Miguelina se siente discriminada y con las puertas laborales cerradas por el estigma de ser la seño hot. La historia de la maestra saltó a los medios en 2022, cuando un grupo de padres de alumnos de la Escuela Normal N°30 de Campana pidió su renuncia luego de que se hiciera público su perfil vendiendo contenido erótico y su postulación para Gran Hermano. La presión y el hostigamiento de los papás la obligaron a tomar licencia y, eventualmente, a priorizar la venta de fotos y videos por una cuestión meramente económica. Hoy, la distancia le permite reflexionar sobre la dolorosa paradoja: No me arrepiento de haberlo hecho, porque fue por una necesidad. Pero me produce angustia el pensar que todo lo que estudié y todos mis títulos no sean valorados. Que sea más valorable vender un contenido erótico, ganar más con eso, que lo otro. Está todo muy mal, no puede ser que gane más con eso que con la escuela. La docente, que aún conserva su cargo con tareas administrativas, expone su profunda indignación: Me parece injusto que se me pague más por el cuerpo que por el esfuerzo o los estudios que tengo. Me pregunto para qué estudié tanto. Para qué tanto esfuerzo, dónde queda todo eso. No puedo ser yo, ¿todo gira en torno a lo sexual? Yo no soy solo eso. El grito de auxilio Miguelina, madre de dos hijos, confiesa que la exposición del contenido íntimo la afectó emocionalmente. Hice masajes eróticos y videollamadas, me sentí muy expuesta. Me terminó afectando emocionalmente. Quiero trabajar de otra cosa, aunque sepa que voy a cobrar menos, remarca. Si bien reconoce que al inicio la cantidad de plata que hacía la sorprendió, con el tiempo comprendió lo injusto que es el sistema y la pesada carga de ser constantemente sexualizada. Lo que me angustia es que me vean como un objeto sexual, que no vean a Miguelina. Que nadie ve más allá, lamenta. Por eso, su objetivo actual es claro: dejar el contenido erótico como una fuente de ingreso principal y estabilizarse en un trabajo formal. Su plan pasa por limitar su exposición al mínimo, tal vez vender algún contenido más por gusto que por necesidad, y enfocarse en una salida laboral tradicional. Prefiero trabajar 8 horas y ganar menos, pero dejar de hacer contenido. No lo tolero más. No me está gustando más. El principal escollo para su cambio de vida es la estigmatización que arrastra su perfil mediático. Con cinco títulos a su disposición en las áreas de salud, artística y educación y sin negarle su gusto por lo mediático o la actuación, tocó puertas en los rubros más diversos sin éxito. Leé también: Se endeudó para construir un motorhome, dejó a su novio y venderá contenido erótico para llegar hasta Canadá Tengo la sensación de que no me llaman por estigmatización, confiesa Miguelina, y detalla su búsqueda: Toqué puertas en todos lados. En limpieza, estación de servicio, en un hotel. Ahora me discriminan por ser la seño hot. Eso me jugó en contra. A pesar de la frustración que implica la falta de oportunidades, la exmaestra insiste en su capacidad y vocación. Me gustaría trabajar en alguna de las áreas en la que estudié, ya sea como actriz, en salud mental o lo que tiene que ver con la educación. Haría lo que sea, concluye.

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