27/12/2025 07:18
27/12/2025 07:18
27/12/2025 07:18
27/12/2025 07:13
27/12/2025 07:13
27/12/2025 07:13
27/12/2025 07:13
27/12/2025 07:13
27/12/2025 07:12
27/12/2025 07:12
Buenos Aires » AmbitoWeb
Fecha: 27/12/2025 05:38
Durante los primeros dos años de gestión de Javier Milei, los salarios funcionaron como un ancla central en el proceso de desinflación que atraviesa la economía. Sin embargo, a lo largo de 2025 al menos hasta mayo/junio el Gobierno optó por aplicar un techo informal en las negociaciones paritarias, con el doble objetivo de avanzar en la desindexación respecto de la inflación y contribuir a una desaceleración general de los precios, incluido el componente salarial. Recién a partir de junio comenzó a observarse, de manera paulatina, cómo algunos gremios lograron perforar ese techo y cerrar acuerdos con incrementos apenas por encima de la inflación. Más adelante, con el inicio de la volatilidad cambiaria asociada al clima electoral que comenzó en julio y se profundizó durante agosto y septiembre, los sindicatos optaron mayoritariamente por negociar pagos extraordinarios, como bonos, como mecanismo para compensar la pérdida de poder adquisitivo en un contexto de repunte inflacionario. De acuerdo al último dato del INDEC, los salarios privados registrados y los salarios públicos perdieron en octubre contra la inflación (subieron 2% vs. un IPC del 2,3%). De acuerdo al mismo informe, los informales subieron 4,2% mensual, pero debido al rezago de seis meses debe compararse con el IPC de mayo que fue de 1,5%. Para tener en perspectiva, el aumento acumulado de salarios privados registrados en 2025 (24%) continúa por debajo de la inflación acumulada. En este contexto, el panorama de ingresos muestra todavía un poder adquisitivo en baja respecto de noviembre de 2023, es decir, antes del recambio presidencial. Según cálculos del especialista Luis Campos, en base a los datos del INDEC, el sector privado formal acumula una pérdida de 0,9% real en ese lapso, mientras que el sector público perdió 14,4%. En promedio ponderado, la caída salarial de los trabajadores registrados es del 5,8% en términos reales. La heterogeneidad de sectores, sigue siendo una constante. Esta disparidad se explica, en buena medida, por el distinto desempeño de los sectores que motorizaron el crecimiento en 2025. La intermediación financiera fue el rubro de mayor dinamismo del año, lo que permitió que los salarios bancarios lograran, en términos generales, acompañar la inflación. En contraste, Comercio e Industria se ubicaron entre los sectores más afectados, con incrementos que oscilaron entre moderados y directamente negativos en términos reales al considerar el balance anual. En línea con este diagnóstico, un informe reciente de Invecq señala que el salario real promedio se ubica un 2,5% por encima de 2023. No obstante, la recuperación fue claramente desigual: los sectores considerados ganadores exhibieron un alza del 5,8%, mientras que los sectores rezagados mostraron una mejora mucho más acotada, del 1,9%. Los empleados públicos, siguieron siendo de los más afectados, mientras que los salarios de convenio fueron los más favorecidos durante el año, con incrementos acumulados de entre 28% y 30%, prácticamente en línea con la inflación anual, de acuerdo a estimaciones de Mercer. Desde otra perspectiva, un relevamiento reciente de C-P Consultora advierte que, según los últimos datos de octubre, los salarios mostraron un incremento promedio del 1,4% en los últimos dos meses. La aceleración inflacionaria registrada en septiembre y octubre profundizó así la caída del salario real. Finalmente, otro indicador que refleja el desigual panorama salarial es el último informe de Distribución del Ingreso del INDEC correspondiente al tercer trimestre, recientemente publicado. Allí se observa que el ingreso promedio per cápita alcanzó los $634.451, mientras que el ingreso promedio de la ocupación principal fue de $944.855. Sin embargo, las brechas según el grado de formalidad siguen siendo marcadas: los asalariados formales percibieron en promedio $1.181.649, frente a apenas $571.607 entre los trabajadores informales, confirmando que la informalidad continúa siendo uno de los principales factores explicativos de la desigualdad de ingresos. Relevamiento de Ámbito sobre salarios de convenio En ese marco, Ámbito realizó un relevamiento sobre la variación real de los salarios básicos de diez gremios de referencia a nivel nacional. El análisis incluye a empleadas domésticas, camioneros, bancarios, estatales, trabajadores de la construcción, comercio, transporte, farmacéuticos, rurales y encargados de edificios. El ejercicio permite observar que la mayoría de los gremios registraron pérdidas salariales en términos reales en sus ingresos básicos a lo largo del año, si se considera como referencia el último dato de inflación disponible, que marcó un acumulado del 27,9% en once meses. Dado que medir la evolución salarial resulta particularmente complejo no sólo por la heterogeneidad entre sectores, sino también por la diversidad de esquemas de negociación que incluyen bonos, adicionales por viáticos y otros complementos, el relevamiento se concentró exclusivamente en los sueldos básicos. En concreto, se compararon los básicos iniciales con los que cada gremio comenzó el año y los básicos vigentes a noviembre, excluyendo pagos extraordinarios u otros conceptos variables, con el objetivo de captar la variación pura del ingreso salarial. A partir de este criterio, se observa que los estatales y las empleadas domésticas fueron los dos sectores más castigados, con caídas reales de hasta 17% en el acumulado anual. En tanto, bancarios y camioneros aún requieren el ajuste correspondiente a diciembre para lograr empardar la inflación, mientras que Comercio (el gremio más numeroso) cerraría el año con una pérdida real cercana al 4%. Con el fin de lograr mayor precisión en el cálculo, se tomaron como referencia las siguientes categorías representativas de cada actividad: - Empleadas domésticas: personal para tareas generales. Camioneros: conductores de primera categoría. Bancarios: salario básico inicial, sin participación en Ganancias. Estatales (SINEP): agrupamiento general, nivel B-0 (planta permanente). Construcción: oficial, salario por hora, zona A. Comercio: cajero A, básico sin sumas no remunerativas. Transporte: trabajadores de corta y mediana distancia (UTA). Farmacéuticos (FATFA): categoría farmacéuticos, CCT 659/13. Trabajadores rurales: peones generales. Encargados de edificio: encargado de planta permanente con vivienda, primera categoría. Este relevamiento presenta algunas particularidades que es necesario explicitar. En primer lugar, puede subestimar el ingreso real efectivo de los trabajadores, ya que no contempla adicionales, bonos ni sumas extraordinarias remunerativas o no remunerativas que en varios sectores tuvieron un peso relevante a lo largo del año. En segundo término, el análisis no captura la heterogeneidad al interior de cada actividad, dado que se trabaja con una única categoría de referencia por gremio y no con la totalidad de las escalas salariales vigentes. Asimismo, aún resta incorporar la actualización de salarios e inflación de diciembre para terminar de cerrar la performance anual. No obstante, la decisión metodológica de excluir adicionales, bonos y sumas transitorias permite delimitar con mayor precisión las distorsiones entre gremios y aislar el efecto de medidas coyunturales que no modifican de manera permanente el salario básico real de cada categoría. En ese sentido, el ejercicio busca reflejar la evolución estructural del ingreso salarial más que los mecanismos compensatorios de corto plazo. Perspectivas de salarios privados para 2026 Las proyecciones salariales para 2026 muestran un escenario de mayor previsibilidad, aunque todavía atravesado por la cautela empresaria respecto a la inflación. Según un informe de Adecco, las compañías evalúan aplicar ajustes de entre el 16% y el 20% para el personal fuera de convenio el próximo año, un nivel que se ubica por encima de la pauta de inflación contemplada en el Presupuesto 2026 del Gobierno, cercana al 10% anual (que el mercado considera optimista). En ese marco, las bandas de flotación del dólar aparecen como una variable clave para la planificación de los presupuestos de las empresas privadas. En la misma línea, un relevamiento de Mercer realizado entre el 17 y el 25 de noviembre de 2025 sobre 518 empresas de distintos sectores señala una estrategia prudente de parte de las compañías, con aumentos alineados a la inflación esperada y esquemas de compensación para retener talentos.
Ver noticia original