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» Clarin
Fecha: 22/12/2025 13:24
Muchas viviendas conservan ventanas y ventanales que claramente no dan para más. Tras décadas de uso, estas aberturas no sólo lucen anticuadas y desgastadas, sino que a menudo cierran mal, cuesta moverlas y ofrecen escasa protección frente al frío, el calor y los ruidos del exterior. ¿Solucionarlo requiere una gran obra? No necesariamente. Cambiarlas por modelos eficientes de última generación, hoy en día, puede ser bastante más rápido y sencillo de lo que se podría suponer, gracias a una modalidad de reforma exprés que viene ganando terreno en los últimos años. La técnica permite reemplazarlas en pocas horas, sin romper nada y sin que los habitantes deban irse del lugar. ¿Pero cómo se hace, cuánto puede costar y qué tener en cuenta antes de dar el paso? En esta nota, punto por punto, todos los detalles. Cambiar ventanas "en seco": ¿cómo funciona y qué beneficios trae? El servicio es ofrecido al público por casi todas las empresas de refacciones y también por muchos fabricantes de cerramientos. En cualquier caso, la clave está en que la ventana vieja no será removida del todo. Los paños con los cristales sí se retiran y desechan, pero el marco queda en la pared. De esa manera, la ventana nueva -prefabricada a medida- se monta sobre la estructura existente, quedando perfectamente sellada en todo el perímetro y con una terminación que no deja rastros de lo que había antes. "Hoy nos piden muchísimo estos recambios personas que hacen teletrabajo, viven en zonas muy ruidosas -como frente a un colegio o a una avenida- y buscan ventanas que vuelvan la vivienda mucho más silenciosa", cuentan a Clarín en La Greca Home, firma pionera en ofrecer estas renovaciones, desde hace 25 años. "La segunda motivación más común de los clientes -revelan- es mejorar la aislación térmica del hogar, para que la calefacción y el aire acondicionado rindan más, y bajar las facturas de luz y gas." Para ambos fines, hoy el producto top en el mercado son las ventanas de PVC alemán que se arman con doble vidrio hermético (DVH) y sofisticados diseños. Los cerramientos de aluminio, en tanto, aparecen como una alternativa más económica, pudiendo tener vidrio simple o doble. El DVH, además de ser más aislante, evita el típico empañamiento del lado interior en los días fríos. En Tesatech, una compañía que instala aberturas de PVC importado, destacan que este sistema de renovación permite transformar por completo las ventanas sin romper, sin generar escombros ni modificar la estructura original de la vivienda. "El cliente no necesita mover muebles, desocupar ambientes ni convivir con los inconvenientes típicos de una reforma. La intervención es mínima y la vivienda permanece totalmente habitable durante todo el proceso", detallan. Cuentan además que para cada proyecto el cliente puede elegir entre distintos modelos -corredizas, batientes, oscilobatientes, de paños fijos- y una amplia variedad de colores, según sus preferencias y necesidades. ¿Cómo es el proceso hasta que las ventanas quedan colocadas? Normalmente las etapas de cada proyecto son las siguientes: 1. Toma de medidas. Un representante de la empresa registra las dimensiones de cada una de las aberturas a renovar, brinda asesoramiento y consulta las preferencias sobre materiales, diseño, colores y otros aspectos. 2. Presupuesto. La empresa, normalmente en unos pocos días, envía una propuesta confirmando el costo total del trabajo, entre materiales y mano de obra. 3. Fabricación. Una vez aceptado el presupuesto, y abonado un anticipo, comienza el armado a medida de las ventanas, que podría demorar -según el caso- entre 1 y 4 meses. 4. Instalación. Se coordina una fecha para que los instaladores se presenten en la vivienda, saquen las ventanas viejas y dejen las nuevas en funcionamiento. Normalmente, todo se completa en el mismo día o a lo sumo, para proyectos más grandes, en dos jornadas. ¿Cuánto cuesta ahora cambiar las ventanas de una vivienda? Si bien los costos siempre dependerán en cada caso de cuáles sean las medidas exactas a cubrir, los materiales y la empresa a cargo, en el mercado ofrecen algunos valores orientativos para tener en cuenta. Si se considera una ventana típica para un dormitorio, de 1,50 x 1,10 m, el recambio por una de PVC importado puede costar unos 1.200 dólares con un doble vidrio común, o bien unos 1.350 dólares si el DVH es más grueso (recomendado para lugares muy ruidosos). En el caso de que la ventana sea de aluminio, el costo puede caer por debajo de los 750 dólares. Por su parte, para una ventana balcón estándar, el presupuesto en PVC con DVH puede rondar los 2.500 dólares, siempre con todo incluido. ¿Qué tener en cuenta antes de colocar ventanas nuevas sobre marcos viejos? Dejar en la pared los marcos existentes, en lugar de retirarlos, hace que el recambio resulte más rápido, limpio y económico, ya que se ahorra el trabajo de albañilería y pintura. Ahora bien, a cambio, es muy posible que haya que resignarse a una pequeña pérdida de luz natural y de paso de aire en el ambiente a reformar. Sucede que, al montarse la nueva ventana "dentro" del espacio que ocupaba la anterior, y ser más anchos sus perfiles, el área vidriada se reduce un poco, lo que puede ser más notorio en las aberturas pequeñas. Por otra parte, hay que saber que la nueva ventana estará fijada a algo viejo, lo que podría eventualmente ser problemático si el marco original estuviera poco firme, desnivelado, podrido u oxidado. En estos casos un recambio "en seco" sólo ocultará la falla, en lugar de repararla, y eso podría traer dolores de cabeza a futuro. Por eso, antes de avanzar, lo más recomendable será siempre consultar a un profesional. MDG Sobre la firma Newsletter Clarín
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