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» Politicargentina
Fecha: 18/12/2025 06:15
La Cámara de Diputados debatió el Presupuesto 2026 en un escenario atravesado por la reconfiguración del Congreso tras las elecciones de octubre y por la necesidad del Gobierno de Javier Milei de construir mayorías circunstanciales. Aunque La Libertad Avanza amplió su bloque, los gobernadores volvieron a ocupar un rol central como árbitros entre el oficialismo y el kirchnerismo, aportando votos, abstenciones o ausencias decisivas. El encargado de aceitar ese vínculo fue el ministro del Interior, Diego Santilli, quien profundizó el perfil acuerdista del Gobierno y mantuvo reuniones con la mayoría de los gobernadores. A diferencia de etapas previas, los encuentros no se limitaron a gestos políticos: diciembre mostró un giro concreto con transferencias discrecionales por $43.000 millones, el monto más alto de la gestión Milei, concentrado en distritos clave como Tucumán, Misiones y Chaco.En paralelo, la Casa Rosada habilitó concesiones puntuales para sumar voluntades. La Ciudad de Buenos Aires logró que se incorpore al proyecto la deuda por coparticipación que Nación mantiene con el distrito, tras la presión del PRO y negociaciones con el Ministerio de Economía. En la Patagonia, la eliminación de retenciones al crudo convencional funcionó como señal para gobernadores provincialistas, en momentos en que YPF reordenó su mapa productivo.Así, mientras el discurso libertario insistió en el ajuste y la motosierra, el trámite del Presupuesto volvió a mostrar una práctica conocida: el uso de fondos discrecionales y beneficios sectoriales como moneda de cambio político. Una lógica que tensionó el relato del Gobierno y dejó en evidencia que, aun con nuevas mayorías, el poder territorial de las provincias siguió siendo una llave imprescindible para gobernar.
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