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» Santo Tome al dia
Fecha: 18/12/2025 01:34
Una nueva crisis geopolítica se desató esta semana en el Caribe, tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un bloqueo naval contra Venezuela. La medida incluye la interceptación de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan del país suramericano, lo que generó una fuerte reacción del gobierno de Nicolás Maduro y el repudio de la comunidad internacional. “Nos quitaron todo nuestro petróleo y lo queremos de vuelta. Nos lo quitaron ilegalmente”, declaró Trump ante la prensa, insistiendo en que Venezuela “expulsó a nuestras empresas” y que Washington tiene derecho a recuperar esos activos. La postura oficial fue reforzada por el propio mandatario al afirmar: “No dejaremos pasar a nadie que no deba pasar”, en referencia al despliegue de la Armada estadounidense frente a las costas venezolanas, activo desde agosto como parte de la denominada “Operación Lanza del Sur”, una ofensiva militar presentada bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Venezuela responde: “No habrá petróleo regalado ni robado” Desde Caracas, la reacción fue inmediata y enérgica. La vicepresidenta Delcy Rodríguez rechazó las declaraciones de Trump y del asesor de Seguridad Nacional Stephen Miller, quien había asegurado que la industria petrolera venezolana fue creada por EE.UU. “Más nunca volveremos a ser colonia energética de nadie”, afirmó Rodríguez, y agregó: “No habrá petróleo regalado ni robado para ningún poder extranjero. Seguiremos siendo libres e independientes en nuestras relaciones energéticas”. Además, recordó que la primera empresa petrolera del país, Petrolia del Táchira, fue fundada en 1878 por personal exclusivamente venezolano y defendió la soberanía energética impulsada desde 2004 con la “Plena soberanía petrolera” promovida por Hugo Chávez. Denuncias de piratería y agresión militar El Gobierno de Maduro denunció que el verdadero objetivo de Washington es “apoderarse del petróleo, las tierras y minerales de Venezuela”. En ese marco, la cancillería venezolana calificó las acciones como un “bloqueo militar ilegal” y el presidente Maduro acusó a EE.UU. de actuar “como piratas del Caribe contra una nave de paz”, en alusión al asalto militar de un buque petrolero venezolano. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advirtió que las acciones de Trump ponen en riesgo la estabilidad energética mundial, mientras que la vicepresidenta sostuvo que los dichos del presidente estadounidense son una “confesión de fechorías, propia de un criminal”. Acusaciones sin pruebas y condena internacional Trump también designó a la administración de Maduro como “organización terrorista extranjera”, y volvió a acusar al presidente venezolano de liderar un cártel del narcotráfico, sin presentar evidencias. Washington incluso duplicó la recompensa por su captura. No obstante, la ONU y la propia DEA han señalado que Venezuela no es una ruta principal del narcotráfico hacia EE.UU., ya que más del 80 % de las drogas ingresan por la vía del Pacífico. Las acciones de Estados Unidos fueron condenadas por Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil, que señalaron que los ataques a embarcaciones violan el derecho internacional. Expertos en derechos humanos calificaron las operaciones como “ejecuciones sumarias”.
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