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  • Troncoso anunció 12 mil recategorizaciones y prometió diálogo antes de avanzar con la reforma previsional. Autocrítica por OSER

    Colon » El Entre Rios

    Fecha: 18/12/2025 06:30

    El ministro de Gobierno y Trabajo de Entre Ríos, Manuel Troncoso, ensayó una lectura reflexiva sobre los dos primeros años de gestión de Rogelio Frigerio y los desafíos que se proyectan hacia 2026. Lejos del triunfalismo, el funcionario admitió el desgaste, revisó errores y reivindicó una forma de gobernar que se apoyó en el diálogo, la gestión y una ética de responsabilidad que -según plantea- contrasta con prácticas del pasado reciente. “Fue un año durísimo, dificilísimo”, sintetizó Troncoso al hacer el balance de 2025. La afirmación la formuló en una extensa entrevista realizada en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), y remitió no solo a la complejidad económica, sino también al proceso de aprendizaje que implicó pasar de la oposición al ejercicio efectivo del poder. “El año pasado fue el año del aterrizaje”, explicó, aludiendo a una administración que debió asumir rápidamente el control del Estado en un contexto de minoría legislativa y con una estructura pública marcada por inercias acumuladas. Cada ley -recordó-, implicó “una negociación bastante agotadora”, aunque destacó que el gobierno logró avanzar gracias a una estrategia de diálogo sostenido. Uno de los ejes centrales de su reflexión es la distancia entre la campaña electoral y el ejercicio del gobierno. Troncoso subrayó que, a diferencia de otros procesos, muchas de las promesas realizadas encontraron correlato en decisiones concretas. “Me cuesta encontrar, en comparación con otros gobiernos, que una campaña política se haya visto tan reflejada en los hechos políticos que vinieron posteriormente”, afirmó. La intervención en escuelas y hospitales -ambos con “un tercio” de sus estructuras en estado crítico- aparece como ejemplo de una agenda que, si bien no considera “fundacional”, sí necesaria frente al “absoluto deterioro” recibido. Sin embargo, el ministro evitó construir un relato épico. “Nosotros no somos fundacionales”, aclaró, marcando distancia con una retórica frecuente en la política argentina. En ese marco, reconoció límites estructurales, como la paralización de grandes obras de infraestructura y la escasez de recursos, en un país que describió como “mucho más mezquino” y atravesado por una dificultad persistente para construir consensos duraderos. Apelando a una referencia filosófica, sostiene que a la Argentina le cuesta encontrar “la síntesis”, ese punto de equilibrio entre tesis y antítesis que permitiría salir de la lógica pendular. El estilo de gestión que reivindicó Troncoso se apoya, precisamente, en la búsqueda de esa síntesis. Destacó del gobernador Rogelio Frigerio su capacidad para “construir puentes” y dialogar incluso en escenarios adversos. Esa lógica se extendió también al interior del Estado. Frente a una administración pública con empleados formados durante décadas bajo otro signo político, el ministro aseguró que primó la integración por sobre la persecución. “Nos encontramos con personas muy comprometidas y sanas”, señaló, y agregó que las pocas excepciones “no están más”. La clave, sostuvo, fue el trato: “Si a la gente la tratás bien, la gente responde”. En esa línea se inscribe una de las decisiones que más resaltó: el fin de los dobles y triples sueldos, los pagos en dólares y los gastos reservados. Medidas que -según afirmó-, respondieron a una convicción ética: “Entendíamos que eso era un curro y era gobernar de espaldas a la gente”. No obstante, reconoció el costo personal que implicó asumir responsabilidades públicas: familias a la distancia, salarios más bajos y trayectorias profesionales relegadas. “Es una apuesta y es un arrojo”, resumió. La relación con la oposición y los tiempos políticos ocuparon otro tramo relevante de la entrevista. Troncoso admitió que no se avanzó en la convocatoria formal a legisladores opositores, pese a haberlo considerado oportuno. “Me hago cargo. Está mal, es un error”, reconoció, y lo definió como “una tarea para el hogar” de cara a 2026. La autocrítica se extendió también a debates sensibles, como la reforma de la obra social, donde reconoció que hubiese sido necesario “más anticipación, más debate y profundidad”. En cuanto a la reforma previsional, el ministro fue categórico: no se enviará antes de fin de año. “El error sería apurarla”, sostuvo, y remarcó que se trata de un tema que requiere “agotar todas las instancias de diálogo”. La defensa de la soberanía de la Caja y del 82% móvil aparecen como valores irrenunciables, aunque admitió que sostenerlos exige decisiones complejas. Finalmente, Troncoso destacó algunos logros en la relación con el gobierno nacional, como la inclusión de Guazú-Talavera en la Vía de Navegación Troncal, a la que definió como “la conquista más grande” para la provincia en años. En materia laboral, anticipó anuncios clave: recategorizaciones para 12.000 trabajadores y el envío del primer Convenio Colectivo de Trabajo en la historia de Entre Ríos. “Estamos cumpliendo nada más que con la palabra”, afirmó. La entrevista dejó así el retrato de una gestión que se piensa a sí misma en clave de proceso, consciente de sus límites y tensiones, pero decidida a sostener una idea de gobierno basada en el diálogo, la responsabilidad institucional y una apuesta -no exenta de costos- por cambiar prácticas arraigadas en la política entrerriana. - ¿Cómo termina el año? En función de lo que pensaba, de cómo inició y cómo está terminando. -Primero, cansado, pero contento. Creo que fue un año durísimo, dificilísimo. - ¿Peor que el año pasado? -Creo que fue distinto. Creo que el año pasado fue el año del aterrizaje, de intentar tomar control del gobierno. Creo que se tomó el control rápidamente, pero también tuvimos algunas turbulencias. Yo leí una Editorial de ANÁLISIS, creo que hace un par de días… un poco de los dos primeros años de gestión. Y hablaban del conflicto docente, por ejemplo. Creo que teníamos en ese momento también minoría en el Senado. Y cada ley era una negociación bastante agotadora… y si bien no nos podemos quejar del acompañamiento que tuvimos en la mayoría de las leyes que necesitábamos. Obviamente, eso implicaba un trabajo, una charla, un diálogo que llevaba muchos días. Pero, creo que pudimos tomar control del gobierno rápido. A pesar, siempre lo ponemos en valor de la experiencia. Creo que es un gobierno que trabaja mucho y tenemos el ejemplo del gobernador. - ¿Experiencia de quiénes? De una generación nueva que se suma… porque los que están como los de su generación vienen de otras instancias, de otros ámbitos… pero vienen con training (capacitación). -Sí, pero ustedes piensen que teníamos muchos... Por ejemplo, tenemos legisladores que la dinámica siempre había sido ser oposición. Muchos que habían sido oposición ahora se encontraron con que son legisladores oficialistas. Después, también tuvimos muchísimos funcionarios que nunca habían ejercido un cargo público. Obviamente, en el gabinete, creo que es en donde hay más experiencias, en el gobernador ni hablar. Pero, en segundas líneas, terceras líneas, cuartas líneas, muchísimos se encontraron con la novedad de lo que es gobernar. Bueno, gobernar creo que es hermoso, implica una responsabilidad enorme. A mí en lo particular y en lo personal me divierte mucho. Bueno, también implica un cambio, digamos, una novedad. - ¿Qué sería “divertirme” mucho? -Es difícil estar acá... si no te gusta y no te divierte lo que haces. No hablo de divertirte lúdicamente. - ¿Habla más de pasión? -Sí, sí. Uno canaliza una pasión. Y es una pasión… No sé, a ustedes les debe pasar con el periodismo o con lo que escriben… Hay días que te levantás por ahí con muchas ganas, hay días que menos. Pero, bueno, no deja de apasionarte, si no, no estaríamos acá. Me entusiasma la política, me entusiasma también formar parte de este gobierno, del proyecto del gobernador. Y volviendo a la pregunta inicial, creo que fue un medio complejo, donde realmente hubo que hacer valer cada peso que teníamos, en un contexto de estreches económicas muy grandes. -Claro, porque Rogelio Frigerio habrá pensado en un gobierno, nos imaginamos que los habrá convocado a ustedes, diciéndoles “vamos a hacer esto y esto” … y después cuando se sentó y Javier Milei vino con el lápiz rojo, habrá dicho: teníamos esto, ahora nos quedan dos hojitas. -Bueno… tuvimos que hacernos cargo, no solamente en Entre Ríos… tuvimos todas las provincias que hacernos cargo de cosas que antes no se hacían cargo. Traspaso de responsabilidad que antes no las teníamos. Pero, creo que con ese escenario… que creo que fue muy inesperado, nos fuimos acostumbrando, fuimos aprendiendo sobre la marcha. Y ustedes saben que hoy, antes de venir, miraba el video de balance del gobernador de estos dos años, y del secretario General también, que hizo uno de la Secretaría General y nosotros hicimos uno del Ministerio de Gobierno… y a pesar de lo que falta, siempre falta… lo que no se puede hacer es ser conformista… no quiero ser injusto, porque es de las peores cosas que puede ser un hombre, creo que sin ser injusto… pero, me cuesta en comparación con otros gobiernos, con otros espacios-, que una campaña política se haya visto tan reflejada en los hechos políticos que vinieron posteriormente, cuando ese partido que hacía campaña se transformó en el partido político que gobierna. Y me refiero a nosotros. Intervención de escuelas, que la verdad que las tomamos en un estado de absoluto deterioro, un tercio de escuelas intervenidas y vamos por más. Hospitales, un tercio de hospitales. Promesa también del gobernador en campaña. -Eso lo encara cada gobernador que arranca. No es una bandera fundacional. Es lo primero que miran. Lo hizo Sergio Montiel, lo hizo Jorge Pedro Busti, lo hizo Mario Moine, lo hizo Sergio Urribarri y lo hizo Gustavo Bordet. -Si los anteriores lo hicieron… las escuelas y los hospitales estaban absolutamente deteriorados y casi en un estado de completo abandono. Van dos años… y dijeron una frase que es interesante: no es un hito fundacional. Nosotros no somos fundacionales. -Es un “problemita” de muchos dirigentes políticos. “Es la primera vez en la historia” … -Este tema de creerse el más vivo por ahí. -No sabemos si el más vivo. Pero, eso pasa muy seguido. -Nosotros, no. -Y acá hay un túnel subfluvial; hay puentes que unen como el de Zárate-Brazo Largo… hay obras inmensas que no se pueden comparar. No sabemos cuándo se va a volver a construir, por ejemplo, un enlace como el de Victoria-Rosario. En este país no se sabe. -Es una decisión de geopolítica que no solamente depende de una provincia, depende del acuerdo de dos gobernadores. -Pero ¿cuánto hace que se está hablando, por ejemplo, del puente hacia Santa Fe? ¡Desde la presidencia de Mauricio Macri! Se había avanzado mucho y, sin embargo, desapareció de la agenda tal vez por falta de presupuesto, por falta de condiciones… -Sí, yo creo transitamos una Argentina mucho más compleja, mucho más mezquina, con estas características de dirigencia que hacían referencia ustedes. -Es un país que de alguna manera quedó saqueado en los en los últimos 10-15 años. -Sí, y después pareciera ser con un mal endémico, diría estructural, que es cómo nos cuesta encontrar la síntesis de los procesos. Yo no te voy a decir que leía (Georg Wilhelm Friedrich) Hegel porque no soy un mentiroso. Conozco pocas personas que hayan leído a Hegel en profundidad. Sí lo estudié, que son dos cosas diferentes. Y este tema de la tesis y de la antítesis debería -decía Hegel- terminar en una síntesis… y ahí está el proceso virtuoso. Bueno, acá en Argentina nos cuesta mucho encontrar ese lugar del medio. Pero, en lo personal y creo entre las cosas que más me gustan del gobernador, es que es una persona de diálogo, que construye puentes… yo creo que ahí está la verdad de los procesos: encontrar síntesis y dejar de ser tan pendulares. Pero, bueno, nos cuesta los argentinos, será un tema sociológico, de las pasiones, de nuestra cultura… pero, nos cuenta encontrar la síntesis y espero que la podamos encontrar. -Usted mencionó a personas que llegaron al gobierno y fueron por primera vez funcionarios. Personas, imaginamos, que les habrá costado convencer a Frigerio o a ustedes a los ministros… porque tuvieron que dejar una vida empresarial o comercial, para venir a un gobierno y hasta ganar menos de lo que estaban ganando. ¿Cuántos estuvieron a punto de “tirar la toalla”, o decir: no aguanto más? -Y con un condimento que no es menor. Además, antes había dobles y triples sueldos. Con nosotros, no. Por decisión política del gobernador se terminó eso. -Y en dólares. - ¡Y en dólares! -En las dos gestiones de Urribarri había un cupo en dólares. -Y si me permiten no quiero aprovechar, pero también los gastos reservados que terminaron en alguna que otra causa… ostensible, por cierto, y flagrante… y también terminamos con eso, porque entendíamos que eso era un curro y era gobernar de espaldas a la gente. Pero, bueno, a esas cosas me refiero. Hay muchísimas cosas más. Mis dos hijas están en Concordia, las veo los fines de semana… no hay día que no me levante y no me replantee las cosas. Las veo los fines de semana, las disfruto… pero, también muchísimos funcionarios -no solo yo-, dejaron a sus familias. La ven menos que antes, con más responsabilidades, con menos salario, quizás mantienen las empresas, pero les cuesta más llevarlas al día. Mi estudio profesional lo tengo absolutamente descuidado. Bueno, es una apuesta, es una apuesta y es un arrojo… Lo que implica la palabra arrojo que es arriesgarse. -Ustedes llegaron a una estructura donde hay empleados con muchos años de servicio que estaban acostumbrados a, digamos, a dejar pasar algunas situaciones en función de las directivas que se las bajaban desde el poder. Cuánto les costó revertir o romper esa cuestión. Convencerlos que había que dejar de hacer el robo hormiga. Tratar de hacer las cosas lo mejor posible. Siempre sostuvimos que la mayoría de las personas que trabajan en las dependencias públicas son buena gente. No tenemos dudas al respecto. Pero, hay un porcentaje que es el que rompe esos esquemas de convivencia y normalidad y de ética, tal vez. ¿Cuánto les costó esa situación o no se encontraron con esas realidades? -En lo que corresponde a mi Ministerio, tengo solo agradecimiento con el personal y con los empleados de carrera. Y digo que en líneas generales nos encontramos con personas muy comprometidas y sanas. Obviamente, siempre hay excepciones. La mayoría de las excepciones -que han sido mínimas, insisto-, como toda excepción, no están más. Pero, creo que no necesitamos de mucha prédica. La gente necesita cuidar su trabajo y también creo que ve buena leche y buena fe en nosotros. Parecen detalles, pero creo que muchas de las sumatorias de detalles hacen a una cuestión de fondo. Y lo que me encuentro y hablo con los otros ministros, con mis pares en el gabinete y demás, que sí destacan que tenemos buenas formas, buenos modos… y eso también ayuda muchísimo. Y después creo que hay fantasmas. Estuve en el PAMI casi dos años. Entré al PAMI con un miedo… Estaba en la gestión (Carlos Javier) Regazzoni, venía de la UOCRA que es un gremio difícil, complejo por la estructura también social que representa, muy conflictivo… entré con un miedo… y la gente después quiere laburar. Y si a la gente la tratas bien, la gente responde. Obviamente, uno espera con de lo mismo. -Además, son lugares donde se tiene que tener una vocación de servicio, caso contrario no puede existir. -Así es. Y después lo que pasó por ahí es que había mucha gente con la guardia levantada, pensando que nosotros íbamos a andar a perseguir… y como habían gobernado 24 años el mismo signo político, íbamos a venir nosotros a sacar a todos y poner 100% … y la verdad que muy lejos de hacer eso… intentamos integrarlos. -De hecho, usted recibió mucha crítica porque sumó a mucha gente del peronismo, en función de su historia también. Lo cuestionaban mucho por los colaboradores. - Sí, algunos propios y después del PJ también quizás. Pero, la verdad es que toda la gente que fuimos sumando fue con la anuencia absoluta del gobernador. Es gente en la que confiamos en términos de gestión, y la fuimos a buscar no por decir que sumamos a alguien que viene del justicialismo, sino que la sumamos porque hay experiencia en gestión, y fue sumada en ese sentido; no para acumular, que es muy diferente a sumar. -Nos queda claro que no van a presentar antes de fin de año la reforma previsional. -No la vamos a presentar antes de fin de año… - ¿No es un error? -No es un error. El error sería apurarla. -Pero si vienen trabajando el borrador desde hace como 5-6 meses. -Sí, pero junto con muchísimas cosas de fin de año… y necesitan mesas de trabajo más intensas. Desde ya espero que supere el inicio del año que viene. Sí, que es necesario. -También hay tiempos, porque no es lo mismo hacerlo después de las elecciones. -Sí, el manual indicaba eso. Pero, no queríamos hacerlo a las apuradas. Por ejemplo, y también hacían referencias en el Editorial del otro día. Porque también es bueno ser autocríticos. Creo que la batalla legislativa y cultural que dimos a partir de la reforma de la obra social fue intensa, porque implica eso precisamente: la reforma jurídica, política y también cultural. Creo que, por ejemplo, si tuviera que volver el tiempo atrás, esa discusión legislativa creo que hubiera sido necesario darla con algo más de anticipación, con más debate y profundidad, con más tiempo, con más tranquilidad. También es cierto que se nos vencía el mandato de la normalización, de la intervención… -Que se podía prorrogar. -Sí, sí… se podía prorrogar ad referéndum. Siento que a eso lo ganamos. Pero, tengo que aprender de los errores por ahí. Algo tan sensible y tan importante para la provincia, como puede ser una reforma previsional y jubilatoria, creo que hay que encararla agotando todas las instancias de diálogo y avanzar. Si el gobernador tiene la voluntad clara de avanzar. Creo que es una voluntad clara a partir de la defensa de la soberanía de la Caja, del 82% móvil, que son valores muy caros para lo que es la seguridad social de nuestra provincia. Bueno, y para sostener eso, hay que tomar algunas medidas que son necesarias. -El gobernador dijo en este programa -incluso a usted también se lo preguntamos-, si iban a convocar los legisladores de la oposición. Estamos terminando diciembre y no sabemos por qué no se los ha convocado. Incluso usted alentó esa cuestión y la última vez que vino dijo que le parecía bien convocar para trabajar juntos algunas cosas. Además, de romper esa cuestión que siempre hay que estar en cortocircuito. -Sí, es un poco lo que decía al principio… -Pero no pasó… -No, no pasó. Por ahí lo podemos hacer a principio del año que viene… quizás febrero sea una buena posibilidad para hacerlo. También, por ejemplo, los temas que se están tocando a nivel nacional, estamos transitando lo que es la reforma (laboral) … antes de venir (al programa) estuve leyendo un poquito… fue el nuevo triunviro de la CGT a defender el “no” a la reforma laboral. Creo que se están tocando temas a nivel nacional que precisamente presentan una antinomia inmediata o antagonismos. Y la verdad que en ese contexto y en este escenario por ahí medio complejo, convocar a legisladores de diferentes espacios cuando son tan urticantes esos temas y generan tantos antagonismos. - ¿Lo pudieron haber hecho antes de que los legisladores asumieran? -Lo podríamos haber hecho antes, sí, sí. -Y no se hizo… -También es cierto que el gobernador se junta permanentemente con los legisladores de la oposición en el ámbito provincial. Creo que cualquier legislador justicialista a nivel nacional que le envíe una reunión, el gobernador con gusto la da… es una persona de agenda abierta. Tal vez no se dio ese hecho. La verdad, soy sincero, después que dije eso acá… me olvidé… y me hago cargo. Me habrá gustado la idea y después me olvidé. Está mal, es un error. Es una tarea para el hogar. -Frigerio fue uno de los gobernadores que quedó más cerca de Milei. Se podría decir que su estrategia le salió bien. Desde las elecciones hasta acá, ¿qué gestos hubo concretos de parte de Milei para con Entre Ríos? -Bueno, yo creo que el más importante… como decía (Antoine) de Saint-Exupéry en “El Principito” lo esencial es invisible a los ojos a veces. Y por ahí lo que no es una cosa, lo que no se toca, no termina siendo de importancia. Pero, creo que, en primer lugar, el logro de la conquista más grande que se obtuvo, creo que es la inclusión de Guazú-Talavera, a la Vía de Navegación Troncal. Por lo tanto, Entre Ríos recupera lo que había perdido hacía muchísimos años, y que ningún gobernador se animó a plantear al poder central. Y el gobernador lo hizo como en tantas otras cosas (…) Y la formalización de eso llegó después de las elecciones. - ¿Usted con quién del Gobierno Nacional tiene mejor relación? ¿Con quién habla? ¿Con quién levanta el teléfono y lo atienden del otro lado? -La verdad es que tengo una gran relación con el secretario de Trabajo (Empleo y Seguridad Social de la Nación). Una gran relación con (Julio Gabriel) Cordero, que lo conozco precisamente por el sindicalismo. Él era de Techint, de la UIA (Unión Industrial de Argentina), y yo estaba en la Uocra. Bueno, él es una persona con mucha lucidez, que entiende el sistema de relaciones laborales. Creo que ha sido muy importante su pluma para la reforma laboral. Y es una persona de diálogo. Con él es con quien mayor diálogo tengo. Bueno, obviamente, al ministro de Interior (Diego Santilli) lo conozco, pero el gobernador y el secretario General de la por ahí compartieron más espacio y tiempo con él, con lo cual es una línea que tienen ellos. Pero, diría que tengo diálogo con todo lo que es la cartera de Trabajo. Después, con la ministra de Capital Humano (Sandra Pettovello) también he tenido mucho vínculo. Me parece que es una persona razonable de diálogo. Con el secretario de Cultura me ha tocado funcionar y también no nos podemos quejar de ninguna manera. - ¿Termina bien con los gremios estatales? -La verdad que nosotros siempre creímos en la mesa paritaria como institución para la recomposición salarial, de conquista de derechos, de negociación colectiva. Siempre fuimos dando aumentos y creciendo en esa mesa. Este último trimestre lo que pudimos hacer, la disyuntiva era hacer en términos de las arcas del Estado, la verdad que era o despedir gente para pagar aguinaldos y aumentar; o no aumentar, cuidar el empleo de la gente y poder pagar aguinaldos. Así que nosotros en estos últimos tres meses lo que hicimos fue mantener la oferta. Pero sí, estamos anunciando este martes, creo que decisiones muy importantes para lo que son las relaciones de trabajo en la provincia. Estamos anunciando un convenio y un programa de capacitación intensiva. Estamos anunciando el plan de recategorizaciones del año que viene, que abarcará a 12.000 trabajadores de la provincia que van a ser recategorizados. Estamos anunciando, estamos terminando el borrador, el envío a la Legislatura del primer Convenio Colectivo de Trabajo en la historia de la provincia. Para los que no saben, un Convenio Colectivo de Trabajo es lo que regula los derechos y obligaciones que tiene el empleador y el trabajador en el marco de una actividad determinada, en este caso, la actividad estatal. No había un Convenio Colectivo de Trabajo, no hay un Convenio Colectivo de Trabajo en Entre Ríos. El gobernador, también desde el primer día que asumimos, se comprometió a eso. Bueno, estamos cumpliendo nada más con la palabra en febrero. - ¿Puede venir Milei en los próximos meses, como se viene diciendo que va a ser alguna recorrida por las provincias? -La verdad que no lo sé… avisado me parece que no estamos. No sé si viajará. - Usted en la primera entrevista que le hicimos a comienzo de gestión, dijo que le interesaba y había hablado con el gobernador de la posibilidad de llevar adelante una reforma de la Constitución. Hay margen para eso, porque se inicia el tercer año de gestión. -Me acuerdo que lo charlamos el otro día con el gobernador bastante someramente, pero salió el tema. Personalmente, estamos hablando en la reunión de gabinete. Y es un tema que está en la agenda y que nos interesa. Creo que es un tema importante. No es fácil crear una reforma constitucional. Intentamos no agotar a la ciudadanía, que eso también no es menor. - ¿Podrían aprovechar el envión de Santa Fe? -Sí, en Santa Fe le salió muy bien al gobernador (Maximiliano Pullaro). Para mí sería muy importante entrar a una reforma constitucional. Entiendo que para el gobernador también. Lo hablamos. Hay que encontrar el momento, que no es fácil. - ¿No les queda mucho tiempo? -No, pero sentimos que es necesario. Nos quedan dos años todavía. Fuente: Análisis

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