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» Diario Cordoba
Fecha: 08/12/2025 13:28
Casi un cuarto de siglo llevan los cazadores solicitando la aprobación de una norma que permita, bajo determinadas circunstancias, la captura de especies predadoras que pueden provocar daños al medio ambiente o a la actividad cinegética. Puede que ya haya llegado el momento: el Comité de Caza del Consejo Andaluz de Biodiversidad dio el visto bueno el pasado mes de octubre a una orden de la Consejería de Medio Ambiente que podría entrar en vigor, según la Junta de Andalucía, en cuestión de meses. En el caso de la provincia de Córdoba, las principales especies predadoras que podrán cazarse cuando se apruebe la norma son el zorro, el jabalí, el meloncillo y la urraca. Las dos primeras ya son especies cinegéticas pero sólo pueden cazarse en los periodos de veda, y especialmente el zorro es un animal esquivo difícil de abatir con un arma de fuego en las condiciones habituales de los cazadores. La nueva orden permitirá cazar estas especies fuera de temporada. La orden de la Junta contempla la figura de controladores o especialistas que deberán disponer de un permiso especial para abatir a los depredadores incluidos en la lista. No servirá una licencia de caza común ni tampoco será una actividad deportiva sino enfocada al control de las poblaciones, para lo que se podrán usar técnicas poco habituales como los lazos con tope o las jaulas trampa para urracas. Tomás Jurado, técnico de Asaja, explica que los propietarios de cotos o quienes tengan problemas con los predadores podrán contratar a estos especialistas. El caso del meloncillo es especial ya que no está tipificado específicamente en la orden, al considerar Medio Ambiente que no es fácil atribuir los daños a este mamífero carnívoro. En lugar de eso, habrá que solicitar una autorización especial que hará que los técnicos ambientales se desplacen hasta el territorio afectado para buscar huellas y pistas que aseguren que el meloncillo es el responsable de los daños a las cosechas o el medio ambiente. Sólo entonces se podrá cazar bajo estrictos parámetros. Los problemas de los predadores Jurado explica que el meloncillo está siendo un problema grave en la provincia de Córdoba. Hace dos años sólo se encontraba en la Sierra, pero desde entonces ha ido colonizando otros ambientes y ya se le ve en amplias zonas de la Campiña y otros entornos. Este depredador se alimenta de roedores, lagartijas, topos u otros animales dañinos para el campo, pero cuando escasean se centra en piezas de caza menor como el conejo, la perdiz o la liebre. Y estas dos últimas cuentan con escasas poblaciones por distintos motivos que serán difíciles de recuperar, según Asaja. El caso del jabalí es más grave si cabe, dado que, en palabras de Jurado, "es un depredador terrible, ataca a cualquier animal que críe en el suelo. No sólo ataca a especies cinegéticas, se come cualquier nido incluso de especies protegidas". Ha proliferado tanto que ya se puede ver en cualquier punto de la provincia donde haya algo de vegetación tupida. "Es un problema que nadie discute", afirma el técnico de Asaja. Grupo de urracas posadas en las ramas de una encina al amanecer. / José Aumente Rubio La norma incluye otra especie que puede parecer menos dañina, como son los gatos domésticos asilvestrados. Se trata de poblaciones que han ido proliferando en edificios abandonados en el campo, como caseríos o cortijos, que se comportan como predadores. También podrán ser abatidos siempre que no formen parte de una colonia reconocida como tal, según Asaja. La Junta de Andalucía explicó al sector que "esta orden, concebida como una herramienta de gestión, contribuirá a la recuperación de las poblaciones silvestres de caza menor en los terrenos cinegéticos donde la predación esté actuante como un factor limitante". Además, responde así "a una histórica reivindicación del sector y cumple con lo previsto tanto en el Reglamento de Ordenación de la Caza en Andalucía como en el Plan Andaluz de la Caza". Críticas de los ecologistas Ecologistas en Acción, por contra, lleva meses criticando una norma que considera que fomenta el "exterminio" de estos predadores en lugar de centrarse en otras técnicas que no dañen a las especies. El colectivo presentó alegaciones al borrador de la orden hace un año, y ya entonces calificó la norma como "una auténtica y suicida aberración normativa". Entre otras cuestiones, Ecologistas en Acción critica que sean los guardas de los cotos quienes se atribuyan el control de las especies predadoras: cuando estas desaparezcan del territorio, las presas podrían causar daños en la agricultura. "Los mismos que custodian las especies de interés cinegético serán los encargados de controlar sus predadores y especies asilvestradas", aseguró el colectivo.
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