08/12/2025 15:18
08/12/2025 15:09
08/12/2025 15:09
08/12/2025 15:08
08/12/2025 15:08
08/12/2025 15:07
08/12/2025 15:07
08/12/2025 15:07
08/12/2025 15:06
08/12/2025 15:06
» Diario Cordoba
Fecha: 08/12/2025 14:13
-En primer lugar, ¿desde cuándo existe Alccor y por qué surgió? -Nosotros surgimos porque vimos que había una necesidad en las familias con niños con altas capacidades. No encontrábamos ese apoyo familiar que necesitábamos. No hablo solo de la oferta educativa, sino del apoyo emocional que es tan importante para estos niños. Al principio empezamos con familias, pero nos dimos cuenta de que también había adultos que nunca habían sido evaluados y que, a través de sus hijos, descubrieron que también tienen altas capacidades. Ellos también necesitan apoyo. Así que nuestra asociación se abrió a todas las edades: niños, familias y adultos. Empezamos en 2023 con mucho papeleo, y el 6 de noviembre de 2023 hicimos la presentación oficial. -En primer lugar, ¿qué son y qué no son las altas capacidades? -No son un número ni una etiqueta que se mida solo con un test. Tampoco son lo que se pensaba antes: no significa saberlo todo ni destacar en todo. Es un potencial que forma parte de la persona y que, si no se atiende, puede apagarse. Y no implica necesariamente sacar dieces: hay talentos muy distintos y todos requieren comprensión y acompañamiento. -¿Qué necesidades concretas detectaron en niños y adultos que los llevaron a convertir esto en un proyecto sólido? -Principalmente, apoyo y comprensión, sentirse en un espacio seguro. Los niños necesitan encontrar a otros iguales, que compartan sus inquietudes y curiosidades, donde no se sientan raros y puedan encajar. Las familias buscan lo mismo: integración, compartir experiencias, sentir que sus hijos están acompañados. Porque en muchos casos, en su entorno más cercano, como el colegio, no encuentran ese ambiente. Por eso organizamos actividades lúdicas, talleres y charlas: para que tanto niños como familias puedan estar acompañados. -En cuanto a la situación en Andalucía, más concretamente en Córdoba, ¿cómo describiría la realidad de los niños con altas capacidades? -Diría que se les va conociendo más, pero sigue faltando mucho. En Andalucía hay poca identificación y evaluación. Poco a poco aparecen más casos, pero aún existe el estigma de «superdotado» o «muy listo», y se piensa que no necesitan apoyo. Y sí lo necesitan, tanto educativo como emocional. -¿Cuáles son los mitos o ideas erróneas más frecuentes sobre ellos? -El principal: «Si es muy listo, todo le va bien y no necesita ayuda». Eso no es cierto. Tienen un potencial enorme, pero si no se cuida, pueden terminar desmotivados o incluso en fracaso escolar. También se piensa que un niño con altas capacidades debe ser bueno en todo, o que si es «listo» ya está identificado. Vanesa Mediavilla, presidenta de la Asociación para el Fomento de Talento en Córdoba. / Chencho Martínez -¿Qué consecuencias puede tener que un niño no reciba el acompañamiento adecuado? -Lo primero es la desmotivación. Algunos niños muestran comportamientos que se confunden con TDAH: se distraen, dejan de prestar atención... pero no es TDAH, simplemente no se les está atendiendo. Esto es una condición, no un trastorno ni una enfermedad. Las altas capacidades no se pierden, pero si no se cuidan, el niño puede sentirlo como una carga, intentar ocultarlo e incluso perder interés por aprender. Por eso es fundamental acompañarles bien desde que son pequeños. -¿Por qué cree que muchos niños con altas capacidades siguen pasando desapercibidos, incluso cuando muestran señales? -Porque se mira solo la conducta y no lo que hay detrás. Un niño muy adelantado se etiqueta como «precocidad», uno distraído, como «comportamiento», y no se investiga más. Incluso en infantil ya hay señales claras: lectura temprana, interés especial por números... y, aun así, se les vuelve a hacer empezar desde cero. Y también muchos jóvenes no quieren que nadie lo sepa porque les supone una losa. «Muchos jóvenes no quieren que nadie sepa que son altas capacidades porque les supone una losa» -Y, ¿qué tipo de intervención o apoyo educativo consideran fundamental? -Lo primero es formación del profesorado. Es inconcebible que los maestros no sepan qué son las altas capacidades. Ellos son los primeros que deben detectar y estimular a estos niños. Luego, que se cumpla la normativa: protocolos de profundización, atención a sospechas de las familias... Porque normalmente las familias no se equivocan. Escucharles, no juzgarles, atenderles, es básico. También hay que prestar atención a los signos tempranos: precocidad en bebés, niños que leen o suman antes de tiempo. Y si un niño muestra distracción o comportamiento disruptivo, pero tiene capacidad, hay que investigar qué ocurre. -Organizan el primer Congreso de Altas Capacidades en Córdoba. ¿Cuáles son los objetivos principales? -El primero es romper el estigma: las altas capacidades no son solo un número, son algo más complejo. Queremos ofrecer una definición científica, tratar todas las etapas (primaria, secundaria, edad adulta) y mostrar estrategias de intervención. Todos los ponentes son de primer nivel. No se ha hecho nunca un congreso así, ni en Córdoba ni a nivel nacional. -¿Y qué impacto esperan que tenga, más allá de Córdoba? -Queremos que sea referente nacional, y también on line para que profesionales de Sudamérica puedan seguirlo. Pero necesitamos financiación y patrocinadores. «Hay que formar; es inconcebible que los maestros no sepan qué son las altas capacidades» -Sobre los patrocinadores, ¿qué importancia tienen para la asociación? ¿Por qué es necesaria su implicación? -Es fundamental. Muchas empresas buscan talento, pero si no se cuida desde pequeño, ese talento se desaprovecha. Queremos que Córdoba sea un referente: que se cuide, se forme y se valore el talento desde la infancia. El congreso también servirá para formación de profesionales: docentes, psicólogos y orientadores. -Para terminar, ¿qué mensaje les gustaría que llegara a las familias, docentes y sociedad sobre las altas capacidades? -Que se conozca la realidad de las altas capacidades, que se rompa el estigma y se cuide el talento. Que estos niños tengan oportunidades y puedan crecer en su ciudad. Y también que la familia reciba apoyo, y que se cuestionen y se miren a sí mismos porque muchas veces ellos pueden descubrir que también son altas capacidades no identificadas. Es importante mirar a los niños y a las familias como un conjunto que necesita acompañamiento y ofrecer ese acompañamiento, en nosotros lo encontrarán siempre, pero tenemos que hacer por ofrecérselo todos como sociedad.
Ver noticia original