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» Elterritorio
Fecha: 27/11/2025 17:36
Cada jueves, el servicio de Neo del Parque de la Salud permite que niños y niñas conozcan al bebé internado mediante un proceso guiado por profesionales. El recorrido incluye preparación previa, acompañamiento durante la visita y un cierre lúdico para elaborar la experiencia. jueves 27 de noviembre de 2025 | 5:03hs. Cada jueves por la mañana, la Unidad de Terapia Neonatal del Hospital Materno del Parque de la Salud habilita un momento especial: la visita de hermanos y hermanas mayores a los bebés internados. No se trata de un simple ingreso controlado, sino de una experiencia planificada que busca fortalecer el vínculo familiar, acompañar el desarrollo emocional de los niños y humanizar un ámbito atravesado por la preocupación y la espera. María Beatriz Dedieu, jefa de la Unidad de Terapia de Neonatología, explicó a Canal Doce que las visitas se programan con anticipación y requieren que el niño visitante esté sano, acompañado por un adulto y que se evalúe la condición clínica del bebé. Aun así, aclaró que “la prioridad es garantizar el encuentro”. Un puente emocional en momentos difíciles Dedieu remarcó que el estado del bebé “no impide que los hermanitos puedan venir”, aunque puede limitar ciertas acciones, como alzarlo. Incluso en situaciones complejas, los chicos “pueden verlos, tocarlos y hablarles”, gestos que generan un efecto positivo tanto en ellos como en los padres. Según indicó, este espacio ayuda a “darle identidad a ese hermanito que se viene conociendo desde la panza”. Cuando el nacimiento se produce en un contexto médico que impide el contacto inmediato, poder acceder a la Neo ofrece alivio y cercanía para toda la familia. Los profesionales notan la diferencia: los padres se tranquilizan al ver participar a sus otros hijos, y los chicos, que a veces llegan angustiados, suelen terminar queriendo repetir la experiencia. Cómo funciona el protocolo El dispositivo que hace posible estas visitas está coordinado por el Servicio de Salud Mental, liderado por Juan Pablo Britez. Se implementó en julio de 2025 y funciona de manera interdisciplinaria, con psicólogos, médicos y enfermeros. El objetivo: ofrecer contención y facilitar un encuentro emocionalmente significativo. El protocolo consta de tres momentos: 1. Preparación previa. El equipo recibe al niño, se presenta y trabaja la ansiedad o dudas con recursos lúdicos. Se utiliza una incubadora de simulación para mostrar lo que se verá en la sala, y se conversa sobre el nacimiento y lo que el hermano ya sabe. Este paso reduce temores y anticipa la experiencia. 2. La visita en Neonatología. Acompañados por los profesionales, los chicos pueden ver al bebé, hablarle, tocarlo e incluso alzarlo si su estado lo permite. El equipo promueve un contacto respetuoso y seguro. Para los trabajadores de la salud, presenciar este encuentro es, en palabras de Britez, “un momento hermoso en el que mamá, papá e hijos se encuentran y se conocen”. 3. El cierre. Luego de la visita, se ofrece un espacio de elaboración con dibujos y juegos. Esto ayuda a integrar la experiencia, procesar emociones y brindar una despedida calma. El niño se va acompañado y con la posibilidad de regresar si la familia lo desea. Humanizar la Neo La apertura a las visitas de hermanos transforma un espacio que muchas veces se vive con incertidumbre y distancia. Con un protocolo pensado para cada etapa, el Materno logra que estos encuentros sean significativos, respetuosos y emocionalmente reparadores, fortaleciendo vínculos que acompañarán al bebé y a su familia más allá de la internación.
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