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  • Perú: condenaron a Martín Vizcarra por corrupción

    Parana » Inventario22

    Fecha: 27/11/2025 14:32

    Perú: condenaron a Martín Vizcarra por corrupción Por recibir sobornos de empresas constructoras cuando era gobernador de la región de Moquegua Fecha/Hora: 27/11/2025 08:03 Cód. 109205 Tiempo de lectura: 4.6 minutos. Siendo presidente, entre 2018 y 2020, Martín Vizcarra alcanzó una alta popularidad por una gestión que se enfrentó al autoritarismo y la corrupción del fujimorismo que era mayoría absoluta en el Congreso, ahora ha sido condenado por corrupción a 14 años de prisión. La condena es por hechos anteriores a su gestión presidencial. Se le acusa de recibir sobornos por 2,3 millones de soles (unos 660 mil dólares al cambio actual, pero unos 800 mil dólares al cambio de la fecha en la que se habrían pagado esas coimas) de empresas constructoras cuando fue gobernador de la región de Moquegua entre 2011 y 2014 por la construcción de un hospital y una obra de irrigación. También fue inhabilitado por nueve años para ejercer cargos públicos y deberá pagar una reparación civil por el mismo monto de los sobornos que se le imputan. El exmandatario apelará la condena, pero el tribunal ordenó su detención inmediata sin esperar el resultado de la apelación y una sentencia definitiva. Por este mismo caso perdió la presidencia. Al ingresar al juzgado para escuchar la sentencia, Vizcarra dijo estar confiado. El resultado no confirmó esa confianza. Militantes de su partido, Perú Primero, lo recibieron afuera del juzgado con banderolas, pancartas, aplausos y lemas de respaldo. Sentado al lado de su abogado, Vizcarra se mantuvo inmutable cuando la presidenta del tribunal, Fernanda Ayasta, dijo que había sido encontrado culpable y anunció la condena. La larga lectura de la sentencia duró más de cuatro horas. Apenas se anunció su condena, el exmandatario sacó su teléfono celular y comenzó a escribir. “Me han vacado. Me han inhabilitado. Me han sacado de mi partido (por orden de las autoridades electorales ante una inhabilitación del Congreso). Y ahora me meten a la cárcel. ¿Tanto miedo me tienen?”, escribió en un mensaje que lanzó en la red X. En otro mensaje enviado mientras la presidenta del tribunal seguía leyendo detalles de la sentencia, escribió: “Me han sentenciado por enfrentar el pacto mafioso (en referencia al fujimorismo y sus aliados). No es justicia, es venganza. Pero no me van a doblegar. La respuesta está en las urnas. Mi hermano Mario Vizcarra continuará esta lucha por ustedes”. Al no poder postularse al estar inhabilitado por el Congreso antes de esta sentencia, Vizcarra ha lanzado en su reemplazo la candidatura presidencial de su hermano mayor Mario para las elecciones de 2026. Conocida la sentencia condenatoria, frente al juzgado Mario Vizcarra tomó un megáfono para hablarle a los seguidores del exmandatario. Denunció de una persecución política contra su hermano. “Aquí estoy para reemplazarlo”, exclamó, en papel de candidato, sabiendo que los votos que pueda conseguir son por su hermano. A pesar de ser un desconocido, sin trayectoria política, Mario Vizcarra se ubica segundo en las encuestas con siete por ciento, a dos puntos del primero, el ultraderechista Rafael López Aliaga, en unas elecciones con un voto disperso entre más de treinta candidatos y ninguno que despierte entusiasmo. La condena a Vizcarra se basa principalmente en los testimonios de tres empresarios de dos constructoras que han dicho que pagaron coimas al entonces gobernador Vizcarra por dos obras y de un viejo amigo y colaborador del expresidente que declaró ante la justicia que fue intermediario en uno de esos acuerdos ilícitos y en el cobro de los sobornos. Los cuatro obtuvieron inmunidad a cambio de sus testimonios. Los empresarios involucrados estaban acusados de formar parte del “club de la construcción”, un cartel de constructoras que concertaban para ganar licitaciones pagando coimas. Vizcarra niega haber recibido sobornos, acusación que atribuye a una persecución y venganza de sus rivales políticos. También ha hablado de una venganza de empresarios del “club de la construcción”, cuyos intereses dice haber afectado cuando estuvo en el gobierno. Se ha defendido asegurando que además de los testimonios que lo acusan no hay pruebas concretas que recibió los sobornos. Vizcarra llegó a la presidencia en marzo de 2018 luego que el entonces presidente, el derechista Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente, renunció por acusaciones de corrupción. Su gestión presidencial estuvo marcada por su enfrentamiento con el fujimorismo que controlaba el Congreso, con lo que alcanzó una alta popularidad. En septiembre de 2019, habilitado constitucionalmente luego de la censura de dos gabinetes ministeriales por el Parlamento, cerró el Congreso y llamó nuevas elecciones legislativas. Pero sin partido político propio, no lanzó candidatos al Congreso y el nuevo Legislativo quedó dominado por varios partidos de derecha que se aliaron con el fujimorismo y lo destituyeron en noviembre de 2020 por incapacidad moral por el mismo caso del supuesto pago de sobornos por el que ahora ha sido condenado a prisión. A pesar de las acusaciones de corrupción y del escándalo de haberse vacunado en secreto durante la pandemia siendo presidente, Vizcarra ha mantenido popularidad. Con esta condena, Vizcarra se convierte el cuarto presidente peruano de las tres últimas décadas en ser sentenciado y encarcelado por corrupción. Esta lista negra la abrió el dictador Alberto Fujimori (1990-2000), también condenado por crímenes de lesa humanidad y ya fallecido, y luego se sumaron Alejandro Toledo (2001-2006) y Ollanta Humala (2011-2016). Al cierre de este despacho, Vizcarra estaba detenido en una dependencia judicial a la espera de ser enviado a un penal. Debería quedar recluido en el penal de Barbadillo, acondicionado en un cuartel policial en las afueras de Lima, habilitado como una cárcel exclusiva cuando Fujimori fue detenido en 2007 y ahora conocido como “la cárcel de los presidentes”. Compartirá esta prisión con Toledo, Humala y Pedro Castillo (2021-2022), este último encarcelado desde hace tres años con prisión preventiva por su fallido intento de cerrar el Congreso, caso en el que se dictará sentencia este jueves. Cada uno está recluido en espacios separados.

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