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» Misionesparatodos
Fecha: 27/11/2025 11:23
Durante el encuentro en la Casa Rosada, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, expresó su desacuerdo a los postulados del proyecto que enumeró el ministro Sturzenegger y que presentarán el próximo 9 de diciembre. El titular de la Uocra, Gerardo Martínez, posó para la foto junto a los otros integrantes del Consejo de Mayo que se reunió en la Casa Rosada. Todos sonríen, menos Martínez. Es la expresión más clara y palpable del resultado de una reunión donde se habló de la tan cacareada “modernización laboral” del gobierno y que no es otra cosa que la destrucción de los derechos de los trabajadores. Allí, el representante de la CGT no logró que se tomen en cuenta sus críticas al proyecto, mucho menos del que hizo de vocero gubernamental, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. “Hablar de una reforma laboral con una situación como la que vive la Argentina, donde se quitan derechos, me parece que es algo insólito, inédito y que la CGT bajo ningún punto de vista va a aceptar”, afirmó el gremialista cuando el encuentro finalizó. Si bien trasladará un informe a la conducción de la central obrera, Martínez reconoció que es posible “ir a la confrontación si no somos escuchados”. Todos los relatos coinciden. El encuentro no fue ameno. De hecho, cuando terminó Martínez se fue directo al despacho del asesor presidencial, Santiago Caputo. La queja fue una sola y es que nada de los puntos que Sturzenegger les comentó lo puede aceptar la CGT. Caputo no le dijo nada que le aventurara un mejor texto al proyecto que los libertarios quieren enviar a la Cámara de Diputados. De todas formas acordaron seguir conversando. No es para menos. Lo que trascendió anticipa un rechazo no solo de los dirigentes sindicales. Debería rechazarlo cualquier distraído que ande por la calle. Por un lado pretenden borrar el viejo principio que establece que un convenio mantiene su vigencia hasta tanto sea reemplazado por otro nuevo. No les importa que buena parte de los convenios se van actualizando año a año. Pero al mismo tiempo quieren que el convenio por empresa se imponga por encima del de rama. Una medida que va en contra de los intereses de los trabajadores porque el convenio por rama o actividad representa el piso de lo que deberán cobrar los empleados. Entonces, el de empresa deberá ofrecer mejoras pero sobre todo acorde a las características especiales del tipo de empresa donde se desarrolle este convenio. Sturzenegger también habló de aplicar un principio de regresividad de los convenios. Esto es que se firme un que le quite derechos a los trabajadores cuando la legislación prevé que siempre sea para mejora de los trabajadores. No terminó allí, también dijo que quieren reducir la representación sindical en las empresas, que sea menos los delegados. Luego habló de modificar la ley de licencias médicas para que el trabajador no perciba el sueldo completo durante un proceso de licencia por enfermedad. También el ministro apuntó a la antigüedad de los y las trabajadoras. Para eso quiere que no se sumen si un trabajador renueva un contrato. Siempre comienza desde cero. Ninguno de los puntos que desarrolló Sturzenegger tienen la más mínima redacción que mantenga la vigencia de los derechos laborales o los incremente. Nada de nada a favor de los trabajadores. Todo a favor de la patronal. De todas formas, todo lo que dijo el ministro de Desregulación no quedó escrito en ningún lugar. Ni un papel se llevaron los otros miembros del consejo que participaron del encuentro, el ultraconservador gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, por las provincias; la senadora nacional Carolina Losada, por la Cámara Alta; el diputado nacional Cristian Ritondo por la Cámara Baja y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, por los empresarios. Son los que sonreían para la foto. “No conocemos cuál es la letra del proyecto”, dijo Martínez una vez que finalizó el encuentro. “Hablaron de que tienen una cierta cantidad de proyectos. No estamos de acuerdo con los conceptos vertidos en este Consejo, que es consultivo y no vinculante”, dijo el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT. Martínez se retiró convencido de que nada de lo hubiese dicho iba a hacer cambiar de opinión de Sturzenegger. Tampoco la de Manuel Adorni que se sumó como jefe de Gabinete. Los libertarios se mostraron ganadores, fuertes, convencidos de que no hay nada que los detenga y se lo hicieron sentir a todos. Incluso a los que fungen de aliados en ese espacio “consultivo y no vinculante”, como destacó Martínez en más de una oportunidad. “¿Pueden llegar a hacer paro?“, lo barajó un periodista a la salida de su reunión con Caputo, el asesor. Martínez respondió casi mecánicamente: ”Sí“. También le preguntaron si obtuvo alguna respuesta favorable del Caputo asesor: “Santiago es un asesor del Presidente que también habla con los distintos sectores y, por supuesto, escucha también el pensamiento, el análisis y la opinión que tenemos los trabajadores sindicalmente organizados”, fue la respuesta. Luego agregó el titular de la Uocra: “Me parece que ahí vamos a tener un gran debate, una gran discusión y por supuesto veremos cómo el gobierno actúa y nosotros también actuaremos. Hablaremos con los gobernadores, hablaremos con los diputados, con los senadores”, indicó. Ahora están explorando contactos con sectores empresarios que son más afines con el mundo gremial, las Pymes. Ya mantuvieron encuentros con algunas las cámaras que las contienen. Dicen que la charla fue buena y en la central obrera apuestan a contar con su apoyo a la hora de confrontar con la reforma laboral del gobierno. La CGT ya hizo esa tarea en otra oportunidad, cuando fueron contra el capítulo laboral del DNU 70/2023. En esa oportunidad hablaron con los mandatarios provinciales, con los legisladores de ambas Cámaras parlamentarias y se presentaron ante la justicia con un amparo que resultó exitoso. Eran los primeros meses del gobierno de Milei. El peronismo era la primera minoría en el Senado y en Diputados. Hoy ese escenario está por cambiar a partir del 10 de diciembre. Si van a hablar con lo gobernadores estarían llegando después del gobierno. Por eso el presidente Milei decidió que presentará el proyecto de destrucción de los derechos del trabajador un día antes del cambio legislativo. Un gesto con el que Milei buscará mostrar que todo cambió y para peor. Martínez dijo que no se van a quedar con los brazos cruzados porque, afirmó, “están en juego los derechos individuales y los derechos colectivos y aparte, hablar de una reforma laboral con una situación como la que vive la Argentina, donde se quitan derechos, me parece que es algo insólito, inédito y que la CGT bajo ningún punto de vista va a aceptar”. Por Felipe Yapur-P/12
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