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» Sin Mordaza
Fecha: 27/11/2025 11:10
Todavía lejos de una zona de definiciones —que llegará recién después de las elecciones del 14 de diciembre—, Luciano Herrera se convirtió en la única luz dentro de una temporada muy pobre que atravesó Newell’s. A puro esfuerzo, compromiso y juego colectivo, el delantero fue el refuerzo de mejor rendimiento y uno de los pocos que logró destacarse en un año plagado de golpes. Ese protagonismo lo colocó en el centro de la escena. La mayoría de los espacios que aspiran a conducir el fútbol profesional rojinegro coincidieron en un punto: Herrera es el único jugador, entre los 14 que finalizan contrato en diciembre, por el que Newell’s haría un esfuerzo para asegurar su continuidad. El club tiene una opción de compra a su favor cuya cifra no es elevada para el mercado local, lo que vuelve más viable su permanencia. Un titular indiscutido A sus 29 años y con 1,79 metros, Herrera se ganó su lugar desde el primer día. Más allá de que el funcionamiento colectivo nunca lo acompañó, mantuvo un nivel parejo que lo convirtió en una pieza clave para que la Lepra lograra salvar la categoría y conservar su lugar en la primera división. Con su empuje característico —a veces desprolijo por exceso de energía—, consiguió aportar gol, presencia y movilidad en un equipo que padeció problemas estructurales en casi todos los sectores de la cancha. Su actitud altruista lo llevó a desempeñarse en distintos roles ofensivos y dentro de múltiples esquemas tácticos. Su llegada, los números y la opción Herrera arribó a comienzos de año desde Defensa y Justicia y disputó 30 partidos en la Lepra, con 6 goles y 3 asistencias. Cinco de esos tantos fueron en el torneo Clausura, donde terminó como el máximo anotador del equipo, superando a Cocoliso González (4), Ever Banega (3), Luciano Lollo (3), Gonzalo Maroni (2) y Mateo Silvetti (2). El club ya informó durante el año que la opción de compra es de 1 millón de dólares por el 80% del pase, una cifra que, comparada con los valores actuales del mercado, no representa un monto significativo. Por eso, y por su rendimiento sostenido, crece la idea de que Herrera debería continuar en Newell’s. Su préstamo termina en diciembre y la institución tiene la posibilidad concreta y accesible de retener a uno de los pocos puntos altos de un año para olvidar.
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