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  • A 19 años del crimen de Nora Dalmasso, los acusados son los fiscales y el ADN señala a un único sospechoso

    Parana » NSA

    Fecha: 26/11/2025 16:10

    A 19 años del crimen de Nora Dalmasso, los acusados son los fiscales y el ADN señala a un único sospechoso Nora Dalmasso (51) fue encontrada asesinada el 26 noviembre de 2006 en su casa Villa del Golf, en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba. La habían violado y estrangulado con el cinto de su bata de baño. Primero se acusó a un albañil, Gastón Zárate (bautizado como «El Perejil»), luego al hijo, Facundo Macarrón -entonces de solo 16 años- y finalmente al marido, Marcelo Macarrón, que terminó absuelto en un juicio oral en 2022. Sin embargo, la verdad estaba frente a las narices de todos. A fines del año pasado una pericia genética determinó que el ADN encontrado en el cinto de la bata y en un pelo hallado en el pubis de Nora eran de Roberto Bárzola (46), un parquetista que estaba trabajando en la casa y con el que Dalmasso había tenido una fuerte discusión días antes. Reiteradamente la familia había pedido que se incluyera a Bárzola en la lista de personas a tomarles muestra genética. La primera fue en el año 2007. Pero los fiscales siempre se negaron, tal vez porque habían quedado muy mal parados luego de demorar a Gastón Zarate. Por eso hoy, a 19 años del crimen, todas las miradas apuntan a ellos: Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro. Cada uno a su turno, los fiscales se ensañaron con la familia de la víctima, insinuaron una relación incestuosa entre Facundo y su madre; acusaron al viudo de contratar sicarios; inventaron un avión fantasma para derribar la coartada de Macarrón de que estaba jugando al golf en Uruguay cuando fue el homicidio. En esa línea dejaron de investigar otras hipótesis, entre ellas la más sencilla, que llevaba a Bárzola, hoy sobreseído por prescripción. El «perejilazo» que desvió todo, según Facundo Macarrón Denunciados por «mal desempeño» los tres presentaron sus descargos este martes ante el jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Córdoba. Se calcula que a principios de la semana que viene éste se reunirá para decidir si abre el jury y suspende a los fiscales que -por ahora- siguen en funciones en Río Cuarto y Río Tercero. El jurado está integrado por dos legisladores del oficialismo y dos de la oposición, más un quinto miembro del Tribunal Superior de Justicia. Su presidenta es Julieta Rinaldi, la primera mujer en ocupar ese cargo. A esta altura las alternativas son dos. Si no se abre el jury, no hay instancia de apelación. Si se lo abre, se da traslado el fiscal general de Córdoba, Juan Manuel Delgado, para que formule la acusación. Delgado tiene un plazo de 30 días hábiles por lo que, si se decide iniciarle juicio político a los fiscales, recién se realizará en 2026. El caso quedó impune Pero este es solo uno de los frentes de los Macarrón. El otro es tratar de llevar a Bárzola a juicio, dar vuelta su sobreseimiento prescripción. La causa por el crimen de Nora Dalmasso En octubre pasado la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación de Río Cuarto benefició a Roberto Marcos Bárzola, el parquetista que estaba haciendo trabajos en la casa de la familia Dalmasso cuando ocurrió el crimen y cuyo ADN es compatible con las huellas genéticas halladas en el cuerpo de la víctima. Lo sobreseyó por prescripción. “Desde la medianoche de la fecha de la comisión del hecho imputado al prevenido hasta la actualidad, han transcurrido casi 19 años. Es decir, un lapso superior al límite temporal que la ley sustantiva establece para la operatividad de la prescripción”, puntualizó el tribunal, según el fallo publicado por el Poder Judicial de Córdoba. “De acuerdo con las normas legales aplicables, ante la ausencia de supuestos de suspensión o interrupción del curso de la prescripción, es evidente -estado convictivo de certeza sobre los extremos invocados- que la acción penal en contra de Bárzola está prescripta -cuanto menos- desde noviembre del año 2021, y que, en consecuencia, corresponde disponer el sobreseimiento total del imputado”, expresaron los magistrados. Roberto Marcos Bárzola cuando declarò en el juicio contra Macarron. Foto: captura El tribunal también descartó el argumento de que el plazo debía haberse suspendido porque Marcelo y Facundo Macarrón, esposo y el hijo de Dalmasso, no pudieron presentarse a tiempo como querellantes por haber estado imputados durante la investigación. Tampoco aceptó que el hecho constituya un delito de lesa humanidad que sí sería imprescriptible. El caso había llegado a la Cámara luego de que el juez Diego Ortiz sostuviera que lo que correspondía era hacer un juicio por la verdad. Lo hizo al considerar que hay pruebas suficientes contra Bárzola, pero que por los plazos legales ya era imposible una condena penal y que vaya a la cárcel por la violación y crimen de Nora Dalmasso. La familia apeló, pero ahora la Justicia avaló el fallo original. Lo más extraño es que aunque nadie apeló la posibilidad de un juicio por la verdad, la Cámara abordó el tema y lo descartó. La mil muertes de Nora Dalmasso. Foto prensa Netflix La detección de este rastro genético había despertado la esperanza de que la Justicia finalmente lograra resolver un caso que conmovió a la Argentina. A fines fines del año pasado, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba informó el hallazgo de que un hombre que figuraba como «aportante compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma». Fue como parte de una investigación que se inició en octubre de 2022 con el objetivo de saber quién la asesinó. El fiscal de Río Cuarto, Pablo Jávega, había ordenado tomar 200 muestras de ADN. Para entonces, el viudo Marcelo Macarrón, que había ido a juicio acusado de homicidio, ya había sido absuelto. El objetivo de la Justicia para avanzar con estos cotejos fue ponerle nombre y apellido a los rastros genéticos hallados en el cinto de la bata que usaron para estrangular y matar a Nora. En esa prenda se encontraron dos perfiles de ADN. Uno de ellos es de Macarrón, que se concluyó que llegó allí porque vivía en la misma casa. El otro era hasta ahora de un NN. Se sabía, sí, que no pertenecían a ninguno de los imputados ni a los policías o conocidos que estuvieron en la escena del crimen. La causa por el crimen de Dalmasso se ha caracterizado por sus particularidades casi inéditas, por lo que las fuentes consultadas no se animan a proyectar qué puede pasar si llega al TSJ y aclaran que también cabe la posibilidad de que el final de camino sea, vía recurso extraordinario, la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

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