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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/11/2025 12:32
El Centro Cultural Néstor Kirchner, hoy palacio Libertad/Reuters En diciembre de 2008, la Unión Transitoria de Empresas conformada por ESUCO S.A.- RIVA S.A. se adjudicó los trabajos de conservación, restauración, remodelación, puesta en valor y reciclaje de lo que sería el “Centro Cultural Presidente Doctor Néstor Carlos Kirchner”, en el antiguo Palacio de Correos de Sarmiento 151, pleno centro de Buenos Aires. Se trató de la resolución MPFIPyyS N° 1517/2008, “por un total de novecientos veinticinco millones setecientos noventa y nueve mil ciento siete pesos con noventa y seis centavos ($925.788.107,96)”. El dato figura en el requerimiento de elevación a juicio de la causa central Cuadernos, la 9608. Y está incluido porque se sospecha que para adjudicar esa obra hubo pago de sobornos. Por esas supuestas coimas está acusado el titular de ESUCO y por entonces presidente de la Cámara de la Construcción, Enrique Wagner. El empresario, de 82 años, es juzgado como organizador de asociación ilícita, autor de ocho cohechos activos y coautor de seis cohechos activos. Entregas de dinero La prueba reunida le permitió al fiscal federal Carlos Stornelli afirmar, con la certeza necesaria como para pedir el procesamiento y enviar el caso a juicio oral, que Wagner como titular de ESUCO SA “entregó los días 2 de junio de 2010, 22 de septiembre de 2010, 14 de mayo de 2013, 25 de julio de 2013, 7 de agosto de 2013, 6 de septiembre de 2013 y 27 de julio de 2015 sumas de dinero a Roberto Baratta, en ocasiones acompañado por Nelson Lazarte y en una ocasión por intermedio de éste último que recibió por encargo del primero, para reconducirla a los estamentos superiores de la organización criminal”, según el fiscal, Néstor y Cristina Kirchner. Una de estas entregas fue de un millón de dólares en un bolso y otra de 500 mil, siempre según la acusación. “Llevamos todo a Uruguay 1306 (el domicilio de los Kirchner) para entregar todo a Daniel Muñoz”, anotó el remisero Oscar Centeno el 22 de septiembre de 2010 sobre el pago más abultado. Esas entregas de dinero ilegales de la que dieron cuenta anotaciones de Centeno ocurrían en San José 151, sede de ESUCO y en uno de los casos, el 22 de septiembre de 2010, en avenida Coronel Díaz 2355, domicilio de Baratta. En base al entrecruzamiento de llamadas en la investigación se determinó que Wagner se comunicó con el acusado ex funcionario Roberto Baratta en cinco ocasiones durante 2010. El Centro Cultural Kirchner “Se ha determinado que los pagos se motivaron en la participación de la sociedad en procedimientos administrativos y obras que se realizaron al momento de los hechos”, según lo leído ayer en la cuarta audiencia del juicio Cuadernos a la ex presidenta Cristina Kirchner y otros 85 acusados. Y se menciona que a partir de 2008 “se realizaron trabajos de conservación, restauración, remodelación, puesta en valor y reciclaje del “Centro Cultural Presidente Doctor Néstor Carlos Kirchner”, obra que fue adjudicada a la UTE ESUCO S.A.- RIVA S.A, acusa la fiscalía. El fiscal federal Carlos Stornelli/Gaston Taylor Como arrepentido, Wagner remarcó que “la recaudación se hizo hasta el final del gobierno de Cristina Fernández” El empresario fue presidente de la Cámara desde 2004 a 2012 y dio detalles de cómo se arreglaban las licitaciones y se distribuían entre las empresas, que debían a cambio pagar el retorno estipulado. El CCK según López Otro acusado, el ex secretario de Obra Pública José López, fue preguntado cuando declaró como arrepentido sobre la construcción del Centro Cultural Néstor Kirchner. Aclaró que la licitación la manejó él. “La ganó una UTE de WAGNER, con Esuco y la empresa Riva (Amadeo Riva). Esa obra fue con mucha competencia y se dudaba mucho del financiamiento y de la complejidad constructiva. El diseño se hizo por concurso de arquitectura. Luego se llamó a licitación y fue en los primeros meses del gobierno de Cristina. La obra fue criticada como obra faraónica”. Como imputado colaborador, el empresario Wagner confesó que desde 2004 se puso en funcionamiento un sistema en el que las empresas a las que se les adjudicaban obras públicas, tenían que pagar, a modo de retorno y como anticipo financiero, un porcentaje que giraba en torno al diez o veinte por ciento del total de la obra.
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