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» La Capital
Fecha: 25/11/2025 00:53
La cantante revivió recuerdos de su niñez y terminó protagonizando un momento inesperado al encontrarse con alguien muy importante de sus primeros años. Soledad Pastorutti volvió a caminar las calles de Arequito y terminó protagonizando un momento que la tomó por sorpresa: el reencuentro con su primer novio de la infancia. Ocurrió durante la grabación de "Camino a casa" (Telefe), el bio reality de Cristina Pérez , donde cada invitado vuelve a los lugares que marcaron su historia. Mientras la Sole recorría la ciudad junto a sus amigas Carolina y Belén, recordando travesuras adolescentes alrededor de la plaza, apareció Mauro, el chico que fue su primer amor. La conductora no tardó en preguntar “¿Ustedes fueron como el primer flechazo los dos?” , y ambos respondieron que sí, casi al unísono. La relación, contaron, nació en sexto grado, justo en la época en la que también se sumaban a las aventuras Florencia y Julieta, primas de la cantante. Entre risas, la Sole recordó el apodo que arrastra desde entonces: “A mí me decían Speedy González”. El chiste hacía referencia a la velocidad que compartía con Mauro , con quien competía corriendo por las calles de su pueblo. El paseo por la plaza principal despertó más memorias: las tardes enteras juntos, los juegos y la rutina compartida que se extendió hasta los primeros años del secundario , cuando la vida comenzó a separarlos. “No encontré las cartitas, si no, las traía”, dijo Mauro de repente, desatando la sorpresa de la Sole. “Yo no soy tan prolija, pero mi mamá seguro guardó cartitas”, respondió entre risas. Cristina Pérez, testigo del intercambio, reaccionó enternecida: “Ay, me muero… se mandaban cartas a los 10 años”. sole La Sole recordó su infancia en Arequito. Más allá del impacto del reencuentro, el episodio dejó en claro que la infancia de Pastorutti sigue intacta en cada rincón de Arequito. Y que, pese a más de 30 años de carrera y una fama que la llevó por el mundo, la artista nunca perdió el lazo con su pueblo, ese lugar donde siempre vuelve y donde las historias —como la de su primer amor— siguen esperándola. Soledad y su historia de amor con Jeremías Audoglio En una reciente entrevista, Soledad abrió su corazón y reveló detalles inéditos de su historia de amor con Jeremías Audoglio, desde los inicios de su noviazgo hasta la vida familiar que hoy comparte con sus hijas, Antonia y Regina. Soledad se refirió a un aspecto poco habitual de su relación: la convivencia antes del matrimonio. En sus palabras: “No convivimos hasta después de casarnos. A mi papá no le gustaba la idea de que viviéramos juntos sin estar casados”. La historia de amor de Soledad y Jeremías comenzó en 1998, mientras ambos estudiaban en la escuela secundaria nocturna de Arequito. Según lo publicado por Para Ti, la pareja mantuvo un noviazgo de nueve años, durante el cual aprendieron a complementarse y a fortalecer su relación pese a sus diferencias. jeremias Soledad Pastorutti junto a su esposo, Jeremías Audoglio. Durante esos años, la pareja consolidó su vínculo paso a paso, compartiendo momentos cotidianos y construyendo la base para su vida futura juntos. En 2007, tras casi una década de noviazgo, Soledad y Jeremías decidieron casarse. Primero lo hicieron civilmente en Arequito y luego celebraron la ceremonia religiosa con 800 invitados, según la cobertura de Para Ti. La boda simbolizó no solo el amor consolidado de la pareja, sino también la importancia de los valores familiares y la paciencia en la construcción de su relación. La familia y la vida después del matrimonio Tras casarse, la pareja comenzó a formar su familia y hoy comparte la vida con sus dos hijas, Antonia (15 años) y Regina (12) . La relación, basada en la comunicación, el respeto y la complicidad, se mantiene fuerte con el paso de los años. Aunque tienen personalidades distintas, logran complementarse: en entrevistas previas, Soledad había comentado que, pese a sus diferencias, “congenian a la perfección”, mostrando que la paciencia y el entendimiento mutuo son claves en su vínculo. Es conocido que Soledad y Jeremías decidieron criar a sus hijas Regina y Antonia en Arequito. A pesar de tener muchos compromisos laborales por su carrera artística tanto en la Argentina como en el exterior, la popular cantante eligió vivir en una enorme casa en su tierra natal para llevar una vida familiar muy tranquila, rodeada por la naturaleza y por animales. La propiedad está ubicada en las afueras de Arequito, sobre la ruta. Como el predio es tan grande también tienen casas varios familiares. Durante un tiempo, la cantante vivió en Buenos Aires debido a su trabajo y los fines de semana se iba a Arequito. Con el paso del tiempo se dio cuenta de que no le gustaba vivir en la gran ciudad y con Jeremías comenzaron a construir su propia casa en la ciudad santafesina. Cuando se casaron en 2007, su hogar definitivo todavía estaba en construcción. Entonces, por un período de tiempo vivieron en la casa de los padres de la artista hasta que finalmente pudieron mudarse a su propio lugar.
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