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Caseros » Genesis 24
Fecha: 24/11/2025 08:46
Las diferencias en el costo de la electricidad residencial se profundizaron en noviembre de 2025 y muestran un mapa energético fragmentado. Según el último reporte del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA–Conicet), un hogar promedio puede pagar hasta seis veces más de acuerdo a la provincia en la que vive, aun considerando el mismo consumo promedio mensual de 265 kWh. Las variaciones surgen de la combinación entre los precios estacionales fijados por la Secretaría de Energía y los distintos valores del componente de distribución (VAD) autorizados en cada jurisdicción, publicó el portal El Entre Ríos en base a Infobae. El informe señala que la Resolución 434/25 unificó los precios mayoristas de la energía eléctrica a partir del 1° de noviembre, pero “el ritmo de los incrementos tarifarios correspondientes al componente del Valor Agregado de Distribución (VAD) es diferente entre provincias”. Esa divergencia es la que explica el salto entre las facturas finales de cada distrito, incluso cuando la energía mayorista y los impuestos se rigen por parámetros comunes. Brecha de costos entre provincias La comparación de facturas finales —incluyendo impuestos y sin descuentos— exhibe una dispersión inédita. Para un consumo mensual de 265 kWh, el monto más bajo del país es inferior a $20.000, mientras que las jurisdicciones más caras superan ampliamente los $120.000. La relación entre ambos extremos alcanza una diferencia cercana a seis veces. En concreto, un usuario de ingresos bajos de Neuquén paga actualmente una factura media de $85.271, mientras que un usuario de Santa Cruz abona $12.209. En ese ejemplo, la diferencia es de 6,6 veces. En el caso de los usuarios de nivel medio la brecha es de cinco veces, mientras que en los de ingresos altos la distancia es más corta, de 3 veces. El documento advierte que la dispersión es multicausal. “Conviven empresas públicas, privadas y cooperativas, alcanzadas por marcos regulatorios nacionales, provinciales y municipales”, remarcan desde el Observatorio de Tarifas y Subsidios. Además, los cuadros tarifarios responden a estructuras de costos distintas, a la frecuencia con que se actualiza cada componente y al impacto de las cargas impositivas locales. La composición de la factura también varía según el nivel de ingresos del usuario. En promedio país, un hogar N1 —clasificado como de altos ingresos— abona $69.935 mensuales por la electricidad, mientras que un usuario N2, considerado de bajos ingresos, paga $43.598 y uno N3, de ingresos medios, $50.758. En términos relativos, la factura de un usuario N1 “es 1,6 y 1,4 veces superior respecto de la de un hogar N2 y N3, respectivamente”. En el caso de Entre Ríos, según la gráfica elaborada por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP centrada en usuarios N2, está ubicada entre las 11 más caras y por encima del promedio. El costo es de 49.567, mientras que el valor promedio nacional se ubica en 43.598. Cómo se distribuye el costo de cada factura El análisis del IIEP detalla la estructura típica de una factura según el segmento. En el caso de los usuarios N1, la energía representa el 33%, el VAD el 41% y los impuestos el 27%. En los hogares de ingresos bajos (N2), la participación del VAD crece hasta el 55% y la energía baja al 18%, mientras que los impuestos permanecen en torno al 27%. Para los usuarios de ingresos medios (N3), la factura se compone por 31% de energía, 42% de VAD y 28% de impuestos. La carga impositiva también cambia entre provincias. Algunas jurisdicciones aplican tributos adicionales —como tasas municipales o fondos específicos— que elevan el valor final, mientras que otras sostienen esquemas fiscales más acotados.
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