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  • El sueño de casarse de blanco, una propuesta inesperada en Madrid y la vida junto a un tenista de élite: la historia de Eugenia De Martino

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/11/2025 07:40

    Ellas - Euge de Martino Eugenia De Martino es una modelo e influencer argentina reconocida por su versatilidad frente a cámaras y su activa presencia en redes sociales. Su cuenta de Instagram concentra una comunidad numerosa, donde exhibe su trabajo, comparte viajes y presenta campañas de distintas marcas. Euge ha desarrollado su carrera profesional trabajando para agencias y participando en producciones de moda, lo que le ha permitido moverse con frecuencia entre sesiones fotográficas, pasarelas y colaboraciones comerciales. En 2019, inició una relación con el tenista Diego “Peque” Schwartzman, con quien se casó en octubre pasado. Realizaron una ceremonia civil íntima y continuaron con una celebración en Exaltación de la Cruz, evento al que asistieron numerosas figuras del deporte, modelos y artistas. Además de su presencia en giras y torneos de Schwartzman, Eugenia sostiene una imagen pública propia, asociada al universo del lifestyle y la moda. Su actividad la sitúa como referente en campañas de marcas y, ya radicada en Argentina, avanza en el desarrollo de nuevos proyectos. Eugenia De Martino: “Fue amor a primera vista y desde el día que nos conocimos nunca más nos separamos”. (Maximiliano Luna) —Lo primero que quiero hablar es actualidad pura. Estás recién casada, contame, por favor, cómo estás. —¡Qué fuerte! El otro día me decían recién casada, señora casada y yo decía: “¡Ay! No, por favor..." —Estás casada y ahora sos una señora (risas). —Ahora soy señora y no estoy más soltera. O sea, si el día de mañana me separo, no soy más soltera, soy divorciada. —Divorciada, mi amor. ¡Qué fuerte! —Sí, es así (risas). La verdad que estoy feliz, muy feliz. Fue un día mágico, en realidad un fin de semana, donde estuvieron mis amigas, mi familia, todos juntos. Fue un conjunto el casamiento, no es que fue solamente un día y la verdad que estuvo fue increíble. Todavía estoy en shock. —En los últimos años vimos que esta idea del casamiento en parejas jovencitas no era lo más común. Como que la gente ya no quiere tanto casarse, más allá de que sale una fortuna... ¿Qué los impulsó a dar el paso? —Sí, de hecho, cuando él me propuso y lo contamos, varios me decían: “Pero ¿te querés casar? ¿Estás segura?” Y yo decía: “Te juro que sí”. Re quería casarme, siempre quise, siempre fue como mi sueño entrar con mi papá vestida de blanco. Siempre tenía esa idea de casamiento como mágico y te juro que superó todas mis expectativas. Con el diario lunes, digo: “¡Qué bien que hice en casarme!" —Es espectacular porque es una fiesta en donde reunís a todos los que querés... —Tenés a todas las personas que amás juntas. Es hermoso. —Leí que cuando el Peque te conoció hizo toda una especie de estrategia para llegar a vos. Compartían grupos de amigos y se acercó a una amiga tuya, ¿puede ser?. Contame todo. —Yo estuve en pareja un año y medio ante de él. En esa época estaba haciendo la campaña de Ricky Sarkany, antes de ponerme de novia con mi ex, y Ricky un día me dice: “Tengo a alguien para presentarte que siento que te va a encantar”. —Ricky Celestino, me quedo tiesa. O sea, antes de ponerte de novia con tu ex. —Sí. Y yo dije: “Bueno, total, estoy soltera”. Estaba recién conociendo a mi ex, pero dije: “Bueno, no sé”. Le manda la selfie y Diego me habla. Pasa que yo ya estaba medio en otra y como que dije: “No sé, es conocido”, medio como que no daba. Diego es amigo de Sol, que es mi mejor amiga y él se seguía juntando con Sol y con las chicas siempre. Yo me puse de novia, nunca más le di bola, le clavé los mensajes, chao, visto, para siempre, lo ghosteé, todo. Me separo de mi exnovio y ahí Diego empieza como de vuelta... “Lo que más valoro de mi relación es que puedo hablar absolutamente todo con él”, confesó Euge. (Maximiliano Luna) —Empieza a tejer a través de Sol... —A través de Sol. Ellos son muy amigos y hoy ella es mi mejor amiga, como mi hermana. Y nada y ahí surgió todo. —¿Y ahí dijiste: “Le doy otra oportunidad”? ¿O cómo fue? Porque, recién separada de un noviazgo, por ahí no tenías ganas de volver a empezar. —Y estuve como ocho meses soltera... Pero fue amor a primera vista, o sea, nos vimos y desde el día que nos conocimos nunca más nos separamos. Fue una locura. Yo con 24 años, un bebé. —¿Y qué sentís que fue lo diferente que encontraste en él? —Al principio me costó. Me hacía un poco de ruido que él era famoso, sinceramente, como que yo vengo de Ranela, nada que ver, zona sur, mis dos exparejas son de zona sur, como todo muy tranquilo y cuando me di cuenta que él era como muy famoso, eso me hizo un poco de ruido. —Bueno, pero vos trabajabas como modelo, influencer... —Sí, pero no me gusta la exposición. —Él igual tiene un perfil muy tranqui. —Sí, él es muy tranqui y eso después lo descubrí con el tiempo, pero siento que en él descubrí todo lo que antes no había conocido en otras parejas, o sea, compañerismo total, sinceridad, todo en una persona. —Y cuando vos decís me asustaba un poco que sea conocido, no sé si te representabas todo lo que implicaba ser la pareja de un jugador profesional de tenis, porque lo que es conocido me parece que es lo menos complejo. El circuito profesional es super exigente con ellos. —Es súper exigente. Nos agarró una pandemia en el medio, que estuvimos como cuatro meses afuera solitos, o sea, con su equipo, pero no sé, en Australia tuvimos que hacer 14 días de cuarentena en un hotel sin poder salir de la habitación. Y fue muy fuerte acompañarlo en ese proceso que hoy no me arrepiento ni me voy a arrepentir nunca en la vida, pero fue duro. Soy muy partidaria que si estás con alguien lo tenés que apoyar y bancar. Pero sí es muy fuerte acompañar a un deportista de élite. —Y también está bueno que sea recíproco. —Es recíproco, re. —Porque es difícil que ellos acompañen, no porque no quieran, sino porque la exigencia que tiene por su trabajo hace que naturalmente o te subís vos o no se ven. —Sí, tal cual. Pero la verdad que él siempre me bancó. Yo a todos los viajes me llevaba marcas para trabajar. —Eso te quería preguntar. ¿Cómo era la organización antes de armar el tour? —Yo soy muy ambiciosa, muy trabajadora y si yo no me llevaba marcas, no iba a los viajes. Era como una condición porque yo quería ir a trabajar. Él me tenía que sacar las fotos, pobre. Lo usaba de trípode, mi vida. Pero bueno, era como un ida y vuelta, obvio. Es así. Fue súper equilibrado y la verdad que es lo más. —Él te sacaba las fotos para tus redes para cumplir con tus acuerdos comerciales. —Sí, mis acuerdos comerciales que tenía con marcas. —Y por qué tenías como este tema de: yo voy, pero voy sabiendo que yo sigo laburando y que no descuido mi kiosquito. —Porque soy muy partidaria de que la mujer tiene que seguir trabajando, por más que acompañes a la pareja que sea, no importa lo que haga, en el rubro que sea. Soy muy partidaria de que nunca tenés que dejar el trabajo, nunca como mujer y como persona individual. Tengo muy metido eso en la cabeza desde muy chica. Yo trabajo desde muy chica y me gusta ganar mi propia plata, tener mis cosas, mis tiempos. Si bien obviamente no es que me llevaba marcas a todos los viajes, porque hay viajes que iba de vacaciones con él y estaba todo ok, siempre me gustó mantener mis acuerdos comerciales, tener mi plata, mis cositas y mis tiempos. —¿Te dio miedo en algún momento deslucirte al lado de alguien tan protagonista? —No, como que nunca lo sentí a él como una comepetencia. Son dos rubros completamente distintos y no lo sentía como una competencia. Me la hicieron mucho esa pregunta y te juro que no. Sí me pasaba y me hacía un poco de ruido en conversaciones de grupos con hombres o con gente que lo acompañaba a él que es como que pasas muy desapercibida. No se interiorizan tanto en la persona que lo está acompañando. Eso sí me hacía un poco de ruido. No sé, preguntarte lo básico: ¿de qué trabajas? ¿Que haces? Interesarte un poco, pero no. —¿Y eso sentís que pasa es en el rubro de ellos o que sucede cuando estás al lado de un tipo importante en lo suyo? —Un poco de todo. Un poco de que estás con alguien que es muy importante y está bien que vaya todo el foco en él y también un poco del mundo hoy, que está dejando de ser, pero todavía es machista. —¿Y en un momento lo hablaste con él eso? Todo bien, voy a comer con este grupo, pero siento como que pasa esto. —Sí, lo sabe. Lo hablamos y últimamente él se estuvo dando cuenta. Antes no lo veía. Pero sí lo re hablo con él, todo. Lo que más valoro de mi relación es que puedo hablar absolutamente todo con él. Me molesta algo, se lo digo y lo hablamos. O sea, es perfecto, la verdad no puedo decir nada malo de él. —Él decidió correrse de la actividad profesional siendo todavía jovencito. ¿Cuánto lo charló con vos antes de tomar la decisión? Porque modificó la vida de ambos. Pasas de tener mucha rutina de viaje, de ir y venir, a de golpe poder encauzar de nuevo tu vida profesional acá y estar más tranquila. —Y él lo venía pensando hace bastante, un año atrás más o menos. Lo venía procesando. Porque venía con muchos pensamientos negativos y no sabía qué hacer. Él igual en muchas entrevistas anteriores había dicho que a los 32 años ya quería retirarse, entonces yo creo que lo tenía en la cabeza. Y después el último año no le fue tan bien y fue como la gota que rebalsó el vaso para decir: “Chau, listo. Hasta acá”. Y la verdad que ahora lo veo feliz, está en su mejor momento siento. —¿Y en tu caso, que pasaste de esto de acompañar con un ritmo, una vorágine importante, a estar más tranquila en un solo lugar? ¿Cómo te acomodaste? —Estoy feliz, también. Yo soy Capricornio, me gusta la rutina. Amo la rutina y me pasaba que en los viajes no la tenía. Es que en el tenis es una semana en cada ciudad distinta. No es como un jugador de fútbol que se van a vivir a otro país y se instalan. Acá es una semana en distinta ciudad y te cambia todo: la diferencia de horario, el hotel, la comida, el idioma. Ahora tengo mi rutina y puedo pensar mis proyectos a futuro, estoy con mis amigas, que amo estar con ellas. Soy feliz. —En algún momento todo este ir y venir, el no poder asentarte en un lugar, ¿te llevó a replantearte la situación? Porque siendo tan jovencita por ahí decís: “Che, todo bien, lo amo, me parece divino, pero voy como maleta de loco de un lado para el otro” —Yo creo que me pasó un poco eso al final de la pandemia, que fueron cuatro meses que lo acompañé a full y en las últimas semanas me explotaba la cabeza y yo decía: “Ya está, quiero volver a mi casa”. Pero por momentos también es como que estás muy sola allá. En los viajes estaba muy sola y, por un lado me gustaba, pero por otro lado, veía a mis amigas juntarse, me escribían marcas para trabajar y yo estaba afuera y era como no me quiero perder todo. Por momentos me costaba. —¿Y cuando te costaba con quién hablabas? ¿A quién llamabas? —Full mis amigas y lo hablaba mucho con Diego. Pero tampoco se lo quería transmitir tanto porque él era muy culposo, ¿viste? Entrenaba 10 horas más o menos en el club y estaba pensando que yo no me esté aburriendo, que esté bien, que no me falte nada. Y transmitirle que me sentía mal o que me quería volver, era raro. Ahí lo hablaba con mis amigas, mi familia... —¿Y siempre estuviste contenida? —Siempre contenida. Nunca me quise ir, o sea, siempre que estaba con él estaba bien. Diego “Peque” Schwartzman y Eugenia De Martino se casaron por civil en una ceremonia íntima —Y contame cómo fue la propuesta de casamiento. —Fue en abril del 2024. Me lo propuso en Madrid, saliendo a un café que a nosotros nos encanta. —¿Te lo esperabas? —Lo hablábamos mucho, él sabía que yo re quería. Pero no me esperaba que me proponga en ese viaje. Sabía que ese año quizás sí, pero no en ese viaje. —¿Cuántos años llevaban de relación cuando hizo la propuesta? —Seis años. Fuimos a tomar un café, estaban los hermanos de él con mi sobrinita. Yo había aterrizado a las seis de la mañana, lo que menos me esperaba era el mismo día de viaje. O sea, me mató. Encima después nos íbamos a París… —Claro. Estabas de joggineta, no era el momento, Peque querido. —Él cuando me propuso vivir juntos, lo hizo con un origami. Me propuso vivir juntos en pandemia con un desayuno y yo iba abriendo y decía tipo: “¿Querés venir a vivir conmigo?”, no sé qué, un amor. Y me hizo ese mismo origami con un dibujo de mi sobrina y salimos de la calle del café, me dice: “Vení que India te tiene que dar un regalito, que te hizo un dibujito”. Viene India, me da el papel y cuando empiezo a abrir Diego ya estaba agachado. Le temblaban las manos, no me podía decir: “¿Te querés casar conmigo?”. No le salía. —¿Y qué se te cruzó por la cabeza antes de que hable, ese segundo previo? —Me empecé a reír. Yo cuando estoy nerviosa me río mucho. No soy tanto de llorar. Me empiezo a reír. Y no lo podía creer. No se me cruzó nada. Se me puso la mente en blanco. —¿Sacó el anillito y todo? —Sacó anillo, todo. Increíble. Y fue como re especial porque estaba mi sobrinita, tengo la foto con mis cuñados ahí. Superó las expectativas. No me lo imaginaba. Ni la fiesta me la imaginaba así. Fue una locura, un sueño. Si lo soñaba no salía así, te juro. Y la propuesta también. Yo sabía que iba la propuesta, que no iba a ser la típica propuesta en París con flores porque Diego no es así. Lo que me gustó que fue muy nosotros. Él fue con el cafecito, con un budín en la mano, con su mochila. Fue muy nosotros. —¿Y cómo se organizan ahora los tiempos? Porque antes vos me decías: “Yo me sumaba, lo acompañaba y él me sacaba las fotos”. Pero ahora, instalados acá, ¿cómo es tu rutina? ¿Cómo es tu día a día? —Ahora estoy con un proyecto muy grande que es una marca de ropa, así que estoy full ahora metida con eso. Me quiero expandir. Siempre estuve full modelaje, mucho laburo de influencer, pero ahora quiero meterme más con la parte de moda. Y mi rutina es más o menos eso. Ahora tengo una reunión con las chicas de la marca, así que estoy feliz. —Al principio me decías que te costaba un poco el hecho de que él fuera conocido y todo lo que eso implica. Naturalmente, están las redes sociales, los mensajes, los inbox… ¿Cómo sos con respecto a los celos, a entender que el otro está expuesto y puede recibir cosas? ¿Te lo cuenta, te lo comparte? ¿Cómo es esa interna? —Con él nunca fui celosa, creo que porque él tampoco lo es. Cero. Entonces desde un principio nuestra relación fue muy sana. Nos contamos todo, nos mostramos todo. —O sea si le llega un mensaje, te lo muestra. —Bueno, no sé. Quiero creer que sí (risas). —Bueno, pero a veces es parte de preservar. Si la confianza está construida… —Yo creo que el mostrar el mensaje a veces es generar inseguridades que es innecesario. Prefiero a veces que no me muestre nada. Si él no va a contestar o no va a hablar, prefiero que no me lo muestre. En diálogo con Luli Ferández, Euge contó cómo encontró equilibrio entre su carrera y la vida junto a un deportista de élite. (Maximiliano Luna) —Confiás en su forma de proceder y ya. —Sí, tengo mucha confianza en él. A mí también me llegan mensajes... —¿Se los mostrás o no? —No, no sé. Como que a veces es innecesario. A veces me llega un mensaje, chau, ni lo abro y listo. Etapa cerrada. —¿Y eso lo fuiste abordando solita? Acá hemos charlado con tantas mujeres con sus historias que te dicen: “Con terapia logré encauzar esto, era recelosa”. ¿Cómo fuiste construyendo esa tranquilidad más allá de la confianza que él te da? —Cuando me separé de mi ex novio, que sí fui celosa, hice terapia, fui al psicólogo y como que ahí traté bastante mis temas (risas) y encaré mi relación con Diego de forma muy sana. Yo creo que también me ayudó mucho la terapia. —¿Sentís que llegaste a él en tu mejor versión? —Sí, sí, creo que conoció mi mejor versión. —Euge, cuando estamos llegando al final de las charlas, me gusta hacer dos preguntas. La primera está vinculada a un momento. Si pudieras elegir un instante de tu vida como si fuera una foto y volver a vivirlo, ¿cuál sería? —¡Ay! Qué difícil. Yo creo que el fin de semana de mi casamiento, fue como... —Espectacularidad absoluta. —Sí, porque realmente te juro que no lo puedo poner en palabras. Ver a mis amigas con mis papás, todo en un fin de semana. No sé, la familia de Diego con mis amigas hablando, mis sobrinitos, fue todo muy mágico. Quiero sacar una foto de ese momento y volverlo a repetir. —Y si te pudieses tomar un mate con vos hoy, con la Euge de hace 10 años atrás. —¡Qué difícil! Creo que se sorprendería mucho la Euge de hace 10 años. No se creería todo lo que le pasó. Yo creo que le diría que tenga paciencia, que todo llega. Yo soy muy ansiosa. Quiero todo ya, ¿viste? Como resolver todo ya. Creo que le diría que va a estar todo bien, que esté tranquila. Que encontró al amor de su vida y que está muy feliz.

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