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» Diario Cordoba
Fecha: 21/11/2025 01:07
El Salerm Puente Genil avanza por la temporada con un balance que invita a una lectura doble: competitividad y orden en muchos tramos, pero falta de continuidad para traducir sensaciones en resultados más sólidos. Ocupando la decimotercera posición con 14 puntos, con ocho goles a favor y 11 en contra, el conjunto de Álvaro Cejudo se mueve en una zona donde cada detalle empuja hacia arriba o hacia abajo. Su rendimiento en el Manuel Polinario, donde sigue invicto con dos victorias y cuatro empates, habla de un equipo difícil de batir en casa. Otro escenario es el de los partidos como visitante, donde las dificultades se acentúan. La verticalidad como identidad La propuesta de los pontaneses se reconoce desde su intención de atacar rápido, romper líneas y acelerar cada transición. Montenegro, Tomy, Salva Vegas o Zaca permiten que el equipo despliegue esa verticalidad con naturalidad. Cuando la dinámica del partido es de ida y vuelta, el Salerm crece, se activa y muestra su mejor versión, capaz de acercarse al área rival en apenas dos pases. Sus goles, que son un total de ocho en lo que va de curso -con el punta hispano-argentino como máximo artillero, que suma dos-, han llegado mayoritariamente en transiciones rápidas o acciones generadas desde banda, una zona fundamental de su plan ofensivo. Montenegro e Isma García en la celebración del gol ante el Águilas. / Salerm Puente Genil Desde el otro lado, buena parte de la solidez defensiva del equipo se explica a través de la figura de Benito del Valle. Las intervenciones del ex del Ciudad de Lucena vienen sosteniendo al bloque. Ha sido determinante para evitar situaciones de mayor desventaja y para mantener al equipo vivo en partidos donde las sensaciones no eran del todo favorables... Su fiabilidad en el área y su capacidad para dominar balones laterales han sido esenciales, reduciendo a tan solo 11 la cuenta de goles encajados hasta la fecha. Fortaleza en casa En el Polinario, el Salerm parece otro. El equipo se suelta, defiende más arriba, gana duelos y convierte la energía de su afición en un impulso constante. Los números lo corroboran: aún no han perdido como locales, siendo uno de los únicos cinco equipos que se mantienen invictos como anfitriones en el Grupo 4 de Segunda Federación. Los dos triunfos y los cuatro empates obtenidos allí explican buena parte de los 14 puntos que acumulan. Ese rendimiento casero es un apoyo fundamental para un equipo que, por momentos, muestra fisuras fuera de casa pero que en su feudo demuestra ser competitivo ante cualquiera. Álvaro Cejudo durante uno de los partidos del Salerm. / Tino Navas Reto inmediato El Salerm está en el punto intermedio entre lo que ya ha construido y lo que quiere llegar a ser. Tiene una identidad marcada, un plan reconocible y un rendimiento notable en casa, pero necesita regularidad para dar ese ansiado salto en la clasificación. Y gran parte de eso pasa por convertir la verticalidad en control, mejorar con balón y corregir detalles en fase defensiva.
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