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» El Ciudadano
Fecha: 20/11/2025 23:04
Fuente, Telemundo Luis Fernando Fernández Albín se convirtió en el último tiempo en un nombre recurrente en las investigaciones por tráfico de grandes cargamentos de droga a Europa. Sus vínculos con Sebastián Marset, su sociedad con la banda de los Suárez en la guerra en Cerro Norte, y su papel en un atentado al INR lo colocaron como uno de los principales objetivos de la policía. Luis Fernando Fernández Albín nació en Argentina hace 38 años pero siendo apenas un niño emigró con su familia a Uruguay y se instaló en el Cerro de Montevideo. Con apenas diez años ya tenía indagatorias por hurto y arrebatos. Estuvo internado en el Insituto Nacional del Menor (Iname, hoy INAU) de donde se fugó en reiteradas oportunidades. En una de ellas, con 13 años, cometió una rapiña por la que fue recapturado y nuevamente privado de libertad. Ya como mayor siguió robando y rapiñando hasta que con 20 años comenzó su carrera en el narcotráfico. En 2009, con 22 años empezó en el tráfico internacional. Cayó detenido por enviar personas (mulas en la jerga narco) a España con cocaína adosada al cuerpo. Siguió delinquiendo desde la cárcel siempre ligado al tráfico de drogas, y así forjó contactos en Europa, hacia donde enfocó su negocio ilegal. Poco antes de recuperar la libertad, en diciembre de 2024 ordenó un atentado contra el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Dos personas en moto pasaron en una moto frente a la sede de la calle Cerro Largo y allí efectuaron varios disparos contra la fachada y dejaron una nota con una amenaza para el entonces director del organismo, Luis Mendoza. Mientras la investigación se llevaba adelante Albín recuperó la libertad y se fue a vivir al barrio privado Colinas de Carrasco. Cuando las pruebas en su contra permitieron su detención fue allanado y encontraron un arma en la vivienda. Fue condenado finalmente por un delito de atentado agravado en reiteración real además de porte y tenencia de armas de fuego con signos de identificación suprimidos en calidad de autor. Cumplida esa condena recuperó la libertad pero su nombre volvió a aparecer en la mira de la Policía. El 3 de agosto la policía incautó en una chacra en Punta Espinillo 2.200 kilos de cocaína enterrados en un galpón precario. La Policía tenía información de que detrás de la droga estaba Albín y entonces allanaron otra chacra a 800 metros donde lo encontraron. Sin embargo, hasta ahora no lograron determinar su vinculación con el cargamento. Su detención en Argentina es un nuevo capítulo de aquella operación tras un trabajo de investigación que permitió vincularlo al cargamento valuado en 80 millones de USD. Otros integrantes de la banda han caído por otros cargamentos de gran porte: en setiembre de 2024 la Policía le incautó más de 600 kilos de cocaína en Ciudad del Plata, y en noviembre de ese año se hallaron 1000 kilos de pasta base en San Luis. En tanto febrero de 2022 le incautaron 1.300 kilos de cocaína que aparecieron desperdigados por la playa de San Antonio en Rocha. Todos estos cargamentos ligados a la familia Albín están conectados con Sebastián Marset, el narcotraficante uruguayo prófugo y del que se maneja a Albín como su socio de sus operaciones actuales en Uruguay.
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