21/11/2025 01:19
21/11/2025 01:18
21/11/2025 01:18
21/11/2025 01:18
21/11/2025 01:17
21/11/2025 01:17
21/11/2025 01:16
21/11/2025 01:15
21/11/2025 01:15
21/11/2025 01:15
» Derf
Fecha: 21/11/2025 00:25
El corrector es un aliado clave para disimular las ojeras y darle frescura al rostro, pero muchas veces el resultado no es el esperado. Textura marcada, efecto acartonado o incluso resaltar más la zona oscura son errores frecuentes. Te contamos cuáles son los más comunes y cómo corregirlos. No hidratar la zona antes de aplicarlo La piel de esa zona es más fina y tiende a resecarse. Si aplicás corrector sin un contorno o crema hidratante previa, el producto se cuartea y marca líneas de expresión. Elegir un tono demasiado claro Pensar que un corrector muy claro ilumina más es un error: solo genera un parche evidente. Lo ideal es optar por un tono apenas más claro que tu piel o que neutralice el color de la ojera (por ejemplo, con subtonos salmón para las azuladas). Aplicar demasiado producto La tentación de cubrir con capas gruesas termina logrando el efecto contrario. El exceso se acumula en pliegues y acentúa la ojera. Mejor usar poca cantidad y difuminar bien. No sellar adecuadamente Si no fijás con un polvo traslúcido ligero, el corrector puede correrse con el paso de las horas. Pero ojo: usar demasiado polvo también reseca la zona. La clave es sellar suavemente. Usar la técnica incorrecta de aplicación Arrastrar el producto o aplicarlo solo bajo el ojo no ayuda. La técnica más efectiva es hacer pequeños puntos en el área de la ojera, difuminar a toques con esponja o dedo, y extender ligeramente hacia abajo para integrar con la base.
Ver noticia original