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» Misionesopina
Fecha: 20/11/2025 15:01
La tensión en el sector yerbatero vuelve a escalar y ya tiene fecha: este viernes productores de distintas cuencas de Misiones se reunirán en Campo Grande para definir un plan de lucha que incluye suspender la zafriña —la cosecha de verano— y bloquear la circulación de camiones con hoja verde. La segunda instancia del debate será el 27 de noviembre en San Vicente, donde se espera que el conjunto de las organizaciones rurales consensúe la estrategia definitiva. La decisión se analiza en un clima de profundo malestar tras el Decreto 812/2025, que vació de funciones al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y dejó sin herramientas regulatorias al organismo encargado de fijar precios de referencia y ordenar un mercado históricamente desigual. La medida se suma a la desregulación iniciada en diciembre de 2023 y a la vacancia de la presidencia del INYM, lo que durante casi dos años impidió actualizar valores para la hoja verde. Los productores aseguran que la actividad entró en una fase crítica. Luis Alberto Andrusyzsyn, dirigente yerbatero y uno de los referentes de las convocatorias, fue tajante: “Esto es un certificado de defunción de la actividad. Lo primero que vamos a hacer es no cosechar y no permitir que circulen camiones con hoja verde. Estamos en alerta y movilización”. Según explicó, los colonos están cobrando alrededor de $180 por kilo de hoja verde, muy por debajo de los más de $450 que el propio INYM calculó como costo de producción. A esto se suma un deterioro financiero que complica aún más al productor: pagos diferidos hasta 180 días, cheques rebotados y atrasos acumulados sobre cosechas anteriores. “Las industrias no solo pagan lo que quieren; además lo hacen cuando quieren. Muchos productores tienen compromisos que no pueden cubrir”, denunció Andrusyzsyn. En este contexto, la zafriña aparece como un punto de quiebre: sin precios mínimos ni condiciones de pago, cosechar significaría trabajar a pérdida. Por eso, el eje de las asambleas será definir cómo implementar la suspensión total de la cosecha de verano y cómo organizar los controles de ruta para impedir que circulen camiones con hoja verde provenientes de zonas donde algunos industriales buscan aprovechar la desesperación de los colonos. La preocupación no se limita a los ingresos inmediatos. Los yerbateros denuncian un proceso silencioso de concentración de tierras: “Hay productores que están vendiendo parcelas de sus campos para poder cubrir cheques. Esto termina favoreciendo a quienes tienen capital para comprarles la chacra”, advirtió Andrusyzsyn, insinuando que la desregulación podría estar acelerando la expulsión de pequeños productores para beneficio de grandes grupos. El escenario tensiona a toda la cadena yerbatera. Más de 12.000 productores conviven con apenas un puñado de industrias con capacidad financiera, logística y acceso a góndolas. La eliminación del poder regulatorio del INYM profundiza esas asimetrías y deja a los colonos a merced de un mercado que —según economistas y funcionarios provinciales— se está concentrando peligrosamente. Estas advertencias coinciden con las declaraciones del ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, quien días atrás afirmó que la desregulación provocó una caída real del 77% en el precio de la hoja verde, traspasando renta desde los pequeños productores hacia un grupo reducido de industrias. En ese marco, Safrán remarcó que “solo un mercado equilibrado garantiza que todos puedan vivir de su trabajo”.
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