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Parana » AIM Digital
Fecha: 20/11/2025 05:22
La presidencia brasileña ha presentado una versión inicial de lo que han llamado 'Global Mutirão' (esfuerzo conjunto), un texto que permite ver el estado de las negociaciones de cara al texto final. Tenemos un primer borrador de la COP30 que permite analizar el estado de las negociaciones. La presidencia de la cumbre, en manos del país organizador, ha presentado este martes un texto llamado Global Mutirão —en referencia al concepto indígena de unión hacia un objetivo conjunto— en el que insta a triplicar la financiación pública para acciones de adaptación al cambio climático y se menciona el desarrollo de «hojas de ruta» para superar los combustibles fósiles. Si bien este documento, que sirve de base para las negociaciones que tendrán lugar a lo largo de la semana, no será el único resultante, sirve para calibrar el posible éxito de esta cumbre. En él, se recogen los cuatro grandes temas de la COP30 que no fueron incluidos en la agenda oficial por su dificultad: finanzas, transparencia, comercio; y respuesta al hecho de que los planes climáticos nacionales actuales (los NDC, por sus siglas en inglés) están lejos de lo necesario para limitar el calentamiento en 1,5 ºC. Fracaso en mitigación El texto recoge la opción de hacer una revisión anual de los planes climáticos con el objetivo de reducir la brecha actual. Hasta ahora, el Acuerdo de París insta a los países a presentar NDCs más ambiciosas cada cinco años, y en la COP26 de Glasgow (2021) se invitó a hacerlo en menos tiempo, una propuesta que casi ningún país ha secundado. Con esto, la realidad es que la acción climática de los países nos dirige a un calentamiento de 2,5 ºC para finales de siglo, según la última evaluación de la ONU. Si lo anterior no cuaja, la presidencia de la COP30 propone otras dos opciones. La primera es un «Acelerador Global de Implementación«, una idea nueva que también sería voluntaria y que serviría para «acelerar la implementación, mejorar la cooperación internacional y apoyar a los países en la aplicación de sus contribuciones determinadas a nivel nacional y sus planes nacionales de adaptación». Y la tercera propuesta es una «Hoja de Ruta de Belém para el 1,5” que detallaría lo necesario para encaminar al mundo hacia los objetivos del Acuerdo de París. Las primeras referencias al fin de los hidrocarburos aparece precisamente en la opción 1. En ella, se habla de «acelerar la acción para triplicar la capacidad de energías renovables a nivel mundial, duplicar la tasa media anual mundial de mejora de la eficiencia energética para 2030 y avanzar en la transición para dejar atrás los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de manera justa, ordenada y equitativa». La segunda referencia sobre el carbón, el petróleo y el gas (principales responsables del cambio climático junto a la deforestación) es para «convocar una mesa redonda ministerial de alto nivel» con el fin de «apoyar a los países en el desarrollo de hojas de ruta de transición justas, ordenadas y equitativas, incluyendo la superación progresiva de su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia la detención e inversión de la deforestación». ¿Y el dinero? Asimismo, el texto también insta a las partes a «trabajar conjuntamente para eliminar lo antes posible los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que no aborden la pobreza energética ni las transiciones justas». En cuanto al tema de la financiación para la adaptación –asunto central para los países en desarrollo–, se barajan múltiples opciones, incluida la posibilidad de que no haya texto. En una de las propuestas se habla de multiplicar por tres los recursos procedentes de «finanzas públicas» hacia 2030 o 2035 respecto a los niveles de 2025. Esto es clave para muchas naciones, que quieren evitar financiación privada en forma de préstamos con intereses elevados. Los negociadores brasileños también proponen establecer un «programa de trabajo» de dos años para «deliberar» sobre la implementación de la meta de los 300.000 millones de dólares (unos 259.000 millones de euros) anuales a la que se comprometieron los países en la COP del año pasado y de la que los menos desarrollados se han quejado. Para otro de los asuntos polémicos que trata el borrador, las medidas unilaterales de comercio, se propone establecer una «plataforma» para «examinar» la naturaleza de estas acciones y su impacto sobre las naciones en desarrollo. Este tema hace referencia, principalmente, a las quejas referidas al Mecanismo de ajuste en frontera por carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que impone tasas adicionales a las importaciones contaminantes. Sin embargo, el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, rechazó el lunes tajantemente que el asunto se discuta en el marco de una medida unilateral de comercio. Fuente: Portal Climática
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