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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/11/2025 18:55
El diagnóstico temprano amplía las alternativas terapéuticas y mejora la supervivencia en cáncer de pulmón (Freepik) El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte oncológica en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las cifras relevadas por American Cancer Society indican que cada año fallecen aproximadamente 1,8 millones de personas por esta enfermedad en el mundo. “Suele diagnosticarse en una etapa avanzada de la enfermedad, cuando las opciones de tratamiento son limitadas. El cribado de las personas de alto riesgo puede permitir la detección precoz de la enfermedad y mejorar drásticamente las tasas de supervivencia”, ha divulgado la OMS. El diagnóstico temprano se posiciona como un factor clave para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. Programas de screening dirigidos a grupos de riesgo reducen la mortalidad por cáncer de pulmón (Imagen Ilustrativa Infobae) Expertos de Harvard Health han postulado para detectar signos de cáncer, el médico presta “especial atención a los pulmones y el tórax. Le solicitará pruebas de imagen para comprobar si hay masas en los pulmones. Una vez diagnosticado el cáncer de pulmón, el tipo de tratamiento depende del tipo de cáncer y de cuánto se haya extendido el tumor (su estadio)”. En ese tono, el doctor Gustavo Lyons, cirujano de tórax especializado en el tratamiento del cáncer de pulmón de la Clínica del Sol, destaca que el abordaje no depende únicamente de los avances médicos: “Un paciente sostenido por su familia y por un equipo médico empático afronta el proceso con mayor fortaleza. El tratamiento no solo se dirige al tumor, sino también a la persona en su totalidad”. Según precisó Lyons, dirige un programa de detección temprana de cáncer de pulmón que brinda un abordaje integral a personas en cada etapa del proceso. Los candidatos son los mayores de 50 años con antecedentes de tabaquismo. Desde American Cancer Society han precisado que si el cáncer de pulmón se descubre en una etapa más temprana (cuando es pequeño y antes de que se propague), es más probable que se pueda tratar con éxito: “Las pruebas de detección del cáncer de pulmón se recomiendan a determinadas personas que fuman o solían fumar, pero que no presentan signo o síntoma alguno”. Consultar rápidamente a un médico ante un síntoma sospechoso es una de las claves para abordar la enfermedad exitosamente (Imagen ilustrativa Infobae) Las causas y los grupos de riesgo El cáncer de pulmón tiene como principal factor de riesgo al tabaquismo. La exposición al humo del tabaco explica la mayoría de los casos, tanto en fumadores activos como en quienes se exponen al humo de segunda mano. Mayo Clinic advierte que “fumar daña las células que recubren los pulmones desde la primera exposición”. El riesgo se incrementa junto con la cantidad de cigarrillos consumidos y los años de hábito, aunque dejar de fumar reduce marcadamente la posibilidad de enfermedad. No obstante, esta afección puede aparecer en personas que nunca fumaron ni tuvieron contacto directo con el humo. Estudios citados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por las siglas en inglés) confirman que “alrededor del 10% al 20% de los casos anuales en Estados Unidos se presentan en personas que nunca fumaron”. Entre los factores asociados se encuentran la exposición a radón, contaminación atmosférica, antecedentes familiares de cáncer de pulmón, asbesto y radioterapia previa en el tórax. “El radón contribuye a aproximadamente 2.900 casos cada año en quienes no fuman”, reportan los CDC. Tipos principales y síntomas habituales Según la clasificación consensuada, existen dos grandes tipos: el cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC, por sus siglas en inglés), que agrupa el 80-85% de los diagnósticos y comprende adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas y carcinoma de células grandes; y el cáncer de pulmón de células pequeñas (SCLC), con un 10-15% de los casos y tendencia a presentar metástasis en fases tempranas. La American Cancer Society ha descrito que “el adenocarcinoma de pulmón es el tipo más frecuente, tanto en fumadores como en quienes nunca fumaron”. El carcinoma de células escamosas suele asociarse al consumo de tabaco y aparece cerca de los bronquios principales, mientras que el carcinoma de células grandes, menos común, tiene mayor velocidad de propagación. El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo (Imagen Ilustrativa Infobae) El cáncer de pulmón rara vez produce síntomas en su inicio. A medida que avanza, pueden observarse tos persistente, tos con sangre, dolor en el pecho, dificultad para respirar, sibilancias y pérdida de peso. “Estos síntomas pueden coincidir con otras afecciones, por lo que es fundamental consultar ante su aparición”, señalan desde los CDC. La prevención permanece asociada a la adopción de estilos de vida saludables y a la reducción de la exposición a factores ambientales, laborales y domiciliarios potencialmente dañinos. No fumar, evitar ambientes con humo, controlar los niveles de radón en el hogar y disminuir la exposición a asbesto, arsénico y sílice contribuye a bajar la incidencia. Mantener una dieta equilibrada y realizar actividad física refuerzan la protección.
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