19/11/2025 13:56
19/11/2025 13:56
19/11/2025 13:56
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
19/11/2025 13:55
Concordia » InfoConcordia
Fecha: 19/11/2025 12:06
El profesor Julio Galera (55), quien hace dos meses emprendió desde Entre Ríos su desafío de pedalear hasta Ushuaia, emergió de un episodio de aislamiento extremo tras quedar varado durante casi 48 horas en la Patagonia santacruceña. El cicloviajero, que persigue una filosofía de vida que busca «incomodar el confort», relató la violencia de la tormenta y la red de solidaridad que movilizó a la policía para su rescate. Galera, actualmente en Comandante Luis Piedrabuena (a casi 2.800 kilómetros de Paraná), explicó que el domingo pasado debió buscar refugio ante la escalada del viento, que alcanzó ráfagas de 150 a 160 kilómetros por hora. Refugio en la Intemperie: La Radio AM como Único Vínculo Anticipando la fuerza del temporal, el profesor se resguardó en una estructura abandonada de la antigua red de Telefónica cerca de Puerto San Julián. Sin conectividad y completamente solo, el ciclista subsistió durante dos días con sus provisiones básicas (agua, comida y gas) y una pequeña radio AM. «Estaba tranquilo, uno se prepara para esto,» aseguró Galera. Su único contacto con el exterior era a través de las emisiones de Radio Nacional, la única emisora audible en la inmensidad patagónica, que le permitía mantenerse al tanto de la situación. La Hermandad Invisible y el Rescate Policial La preocupación por su ausencia se expandió rápidamente entre su círculo de contactos. Amigos en Río Grande y Caleta Olivia —incluido Germán Estúezel, un reconocido ciclista que viajó por las Islas Malvinas— alertaron al 911, dando aviso a la policía de Santa Cruz. El profesor fue interceptado por un patrullero mientras salía a tomar sol de su refugio. «Amablemente me pidieron que me subiera a la camioneta porque no me podía quedar ahí,» relató. Este tramo de 30 kilómetros, realizado a bordo del vehículo policial, marca la única excepción en su recorrido hacia el extremo sur del continente. La Preparación no se Improvisa Julio Galera, quien se jubiló hace pocos meses, explicó que su épico viaje no es un capricho, sino la culminación de una profunda planificación física y espiritual. «Yo le tengo cagazo a quedarme con el control remoto en la mano derecha y con el teléfono en la izquierda,» confesó, subrayando que su motivación es vivir plenamente sus años, manteniendo la salud física y mental. El viaje, que requirió ocho meses de intensa preparación en gimnasio, es una búsqueda por abandonar el «mundo digital» y retornar al «analógico»: «el de los abrazos, los saludos, de mirar a la gente a los ojos, de agradecer.» Galera destacó la «hermandad invisible» entre los cicloviajeros, citando la solidaridad de Estúezel, que le realizó un service completo a la bicicleta de forma gratuita en Caleta Olivia, y la ayuda de otros colegas que encontró en el camino. Tras perder «cuatro o cinco kilos» de peso en el recorrido, el profesor avanza hacia su meta, demostrando que la disciplina y el espíritu son el combustible más importante para enfrentar la ruta. Julio Galera continúa su periplo hacia Ushuaia, llevando consigo una historia de superación y la prueba de que el ser humano puede prevalecer ante la adversidad extrema de la naturaleza.
Ver noticia original