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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/11/2025 08:30
La tensión cambiaria y la incertidumbre electoral empeoraron las condiciones financieras en octubre. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration El clima de negocios y el acceso al crédito en Argentina se volvieron mucho más difícil en octubre durante la antesala de las elecciones legislativas, según el último informe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). El Índice de Condiciones Financieras (ICF), que mide el nivel de estrés financiero y la facilidad para obtener financiamiento, cayó 25 puntos ese mes y se ubicó en apenas 13,5 unidades. Este retroceso marcó el ingreso del sistema financiero argentino en una zona de estrés severo, reflejando el impacto de la incertidumbre política y económica previa a los comicios. El ICF, elaborado mensualmente por el IAEF, evalúa el comportamiento de diez variables locales y diez internacionales para ofrecer una visión integral del clima de negocios en el país. En octubre, el subíndice local descendió 15 puntos, hasta -15,2 unidades, lo que el instituto consideró un ingreso pleno en la zona de estrés severo. “El apretón de tasas preelectoral estresó al mercado”, señaló el IAEF, en referencia a la fuerte suba de la tasa BADLAR, que promedió 46% en octubre, frente al 32% de julio. Además, el spread entre la tasa BADLAR y la tasa Call se amplió, lo que profundizó las dificultades para acceder a financiamiento. La presión sobre las tasas de interés no fue el único factor que deterioró las condiciones financieras. El informe del IAEF destacó que la brecha cambiaria y la depreciación esperada del peso, medidas a través de los contratos de futuros, también se agravaron durante el mes. El mercado consideraba que un resultado adverso para el oficialismo en las legislativas podía precipitar el final abrupto del régimen de bandas cambiarias. En ese contexto, la incertidumbre sobre la política monetaria y cambiaria se tradujo en un aumento del riesgo país y en una mayor volatilidad en los mercados financieros locales. Factores internacionales y contexto externo En el plano internacional, el subíndice externo del ICF también mostró un retroceso importante, con una caída de 10 puntos en octubre, su peor desempeño desde abril de ese año. Aunque se mantuvo en 28,7 unidades, dentro de la zona de confort, el IAEF subrayó que la volatilidad global, la persistencia de la guerra comercial y el cierre parcial del gobierno en Estados Unidos contribuyeron a un entorno menos favorable para los mercados emergentes. La falta de datos oficiales en la economía estadounidense, producto del desacuerdo político en el Congreso, sumó incertidumbre a los mercados internacionales, mientras que la Reserva Federal optó por reducir nuevamente las tasas de interés. Reacción del mercado tras las elecciones y perspectivas El informe del IAEF también hizo referencia al comportamiento de los mercados tras las elecciones. Aunque el rally financiero que siguió a la victoria de La Libertad Avanza no se reflejó aún en el ICF de octubre, el instituto anticipó que su impacto se verá en el índice de noviembre. El índice Merval, medido al tipo de cambio contado con liquidación, promedió USD 1.388 en octubre y ya alcanzó los USD 1.944 en los días posteriores, lo que representa una suba del 50% en un corto período. Además, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo la tasa de simultáneas de 25% a 22%, en un intento por normalizar la política monetaria y reactivar el crédito privado. El ICF, que se publica mensualmente y busca medir cuán accesible es el crédito para familias, empresas y el sector público, ha demostrado ser un termómetro sensible a los shocks políticos y económicos. El informe del IAEF recordó que valores bajos o negativos del índice reflejan un mayor nivel de estrés financiero, y que la economía argentina solo ha crecido de manera sostenida cuando las condiciones financieras se mantuvieron en zona de confort durante períodos prolongados. El subíndice externo, aunque menos volátil que el local, también ha mostrado sensibilidad a eventos globales como la guerra comercial, la volatilidad en los mercados de acciones y commodities, y las decisiones de política monetaria en Estados Unidos. De cara a los próximos meses, el IAEF advirtió que, si bien el resultado electoral alejó los peores escenarios, la persistencia de un tipo de cambio anclado en el techo de la banda, que se ajusta al 1% mensual mientras la inflación ronda el 2%, podría reinstalar el atraso cambiario que precedió a la corrida preelectoral. El instituto concluyó que numerosos sectores de la economía real podrían beneficiarse de un peso más competitivo, lo que plantea desafíos para la política cambiaria y monetaria en el futuro cercano.
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