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» Diario Cordoba
Fecha: 16/11/2025 11:04
Córdoba se convirtió este fin de semana en el epicentro del sentimiento rojiblanco. La ciudad andaluza acogió el cuarto Congreso Internacional de Peñas del Atlético de Madrid, un encuentro organizado por la Unión Internacional de Peñas que reunió a representantes de grupos aficionados de toda España y del extranjero. Entre charlas, debates y actividades, el congreso se ha consolidado como un espacio de hermandad, memoria colectiva y pasión por el club. El punto álgido llegó con la tertulia, en la que el exfutbolista Diego Godín, embajador de la Unión Internacional de Peñas, compartió escenario con periodistas de referencia como Rubén Uría, Hugo Condés y Javier Gómara. Más que un sentimiento Entre aficionados llegados de toda España y representantes de peñas del extranjero, las leyendas del club y periodistas reflexionaron sobre el momento que vive la entidad: la salida de la familia Gil, la entrada de un fondo de inversión y la eterna pregunta sobre el futuro de la identidad rojiblanca. Un debate cargado de matices, prudencia y, sobre todo, una convicción compartida: el Atlético es un sentimiento difícil de quebrar, incluso en tiempos de cambio. Córdoba acoge a las peñas del Atlético de Madrid / Manuel Murillo Desde el punto de vista periodístico, Javier Gómara fue directo al analizar el escenario que se abre tras la venta: el Atlético, aseguró, «va a entrar en otra dimensión. No sabemos si va a ser buena o mala, yo estoy expectante. Entiendo que quiere ganar dinero, por lo que reforzará el equipo, pero hasta que no lo veamos no sabemos lo que pasará». Rubén Uría profundizó en la lógica empresarial que suele mover a los fondos de inversión. Explicó que estas compañías buscan “embellecer” el activo, revalorizarlo durante unos años y venderlo para multiplicar la inversión. Un proceso habitual en el mundo económico, pero novedoso en la historia del Atlético. Aun así, insistió en que, por encima de todo, «el Atlético es un sentimiento. Esta afición levanta a un muerto. Somos unos privilegiados, ya que hay aquí gente que ha dado su vida por el atleti. No sabemos si irá bien o mal, pero somos supervivientes porque sobrevivimos a lo que haga falta», afirmó. Por su parte, Hugo Condés aportó una visión más amplia del contexto futbolístico actual: «El fútbol ya no es lo que era hace 30 años. Desgraciadamente ya no son clubes de fútbol, sino que son empresas. Pierde mucha importancia el aficionado. Hay un poco de incertidumbre, no se sabe muy bien hacia dónde va, pero yo insisto en que el fútbol va hacia esto, con lo cual no te puedes negar a algo que es hacia lo que está evolucionando el fútbol. No podemos tener la certeza absoluta, pero creo que, evidentemente, cuando se mete una empresa tan importante, creo que es un paso evolutivo para el Atlético de Madrid, pero repito, con prudencia y con el tiempo». Defensa del aficionado Diego Godín, uno de los nombres más esperados en este coloquio, coincidió en la dificultad de anticipar el impacto del cambio de propiedad. Describió este momento como «una transición en la que es pronto para decir si será bueno o malo», aunque expresó el deseo compartido de que todo derive en éxito deportivo y en un proyecto coherente. Su mensaje más contundente llegó al hablar de lo que sostiene al Atlético en los momentos de duda: «Lo más puro que tiene el fútbol es su afición». Diego Godín, junto a Rubén Uría, Javier Gómara y Hugo Condés posan antes de la conferencia. / Manuel Murillo El uruguayo también fue preguntado por su futuro en los banquillos, un tema recurrente entre los aficionados. Entre risas, dejó claro que no se ve haciéndolo, ya que, por ahora, prefiere evitar «volver a las concentraciones, los entrenamientos y la rutina diaria» que implica ser entrenador. Oportunidad para crecer El exfutbolista y entrenador Manolo Sánchez planteó el escenario desde una óptica optimista. Admitió que la situación es «una incógnita, pero yo creo que es una oportunidad de mejorar, de crecer y de expandir el club a nivel deportivo, internacional y en todos los aspectos. Veremos a ver, pero es un apoyo financiero importante y espero que también deportivo». Desde su punto de vista, el exfutbolista no considera que, con esta situación, el Atlético vaya a perder su esencia e identidad: «El Atlético de Madrid es un sentimiento muy grande con sus aficionados y yo creo que eso se va a lograr permanecer», matizó. Un sentimiento que no cotiza Las opiniones difieren en matices, pero convergen en un punto: el Atlético vive un momento decisivo. La salida de la familia Gil marca el fin de una etapa histórica y abre un camino todavía por explorar bajo la dirección de un fondo de inversión. Sin embargo, en este coloquio quedó claro que hay algo que no se negocia. Entre leyendas, periodistas y aficionados, surgió una idea repetida en cada intervención: el club podrá cambiar de manos, pero no de alma. La identidad rojiblanca, construida durante décadas de pasión, supervivencia y orgullo, se mantendrá intacta.
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