13/11/2025 13:43
13/11/2025 13:43
13/11/2025 13:43
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
13/11/2025 13:42
» Diario Cordoba
Fecha: 13/11/2025 12:02
Las concesiones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que el pasado lunes accedió a hacer cambios en su propuesta de un nuevo presupuesto plurianual para la Unión Europea, han logrado rebajar la tensión con una Eurocámara que amenazaba con bloquear el proyecto, pero que no baja los brazos de cara a una larga y compleja negociación. Cada cinco años, el ejecutivo comunitario hace un complejísimo ejercicio contable para equilibrar las necesidades financieras del bloque con los recursos económicos disponibles, es decir, lo que los gobiernos están dispuestos a pagar. En 2020, el reto fue dar respuesta al inmenso agujero en la economía que la pandemia había dejado. En 2025, es lograr un equilibrio entre las nuevas prioridades europeas y las antiguas, la defensa y el desarrollo tecnológico e industria, y la cohesión social y el apoyo a la política agrícola común, además de pagar por el fondo de recuperación. “El debate de hoy no se centra únicamente en cifras y partidas presupuestarias. Se trata de quiénes somos y quiénes queremos ser. Se trata del futuro de Europa”, ha reconocido la presidenta, Ursula Von der Leyen, durante un debate en el Parlamento Europeo. Ese debate no es nuevo, pero sí es la primera vez que von der Leyen se enfrenta directamente a las críticas de los eurodiputados. El pulso parlamentario El Parlamento Europeo había sido muy crítico con la propuesta de la Comisión. Por un lado, por el reparto de los fondos, que unificaba el gasto en políticas regionales y agrícolas. Y por otro, por la nueva estructura propuesta por Bruselas que centraliza significativamente una gestión que ha sido tradicionalmente compartida por gobiernos nacionales, regionales y locales. Ante las críticas y la amenaza de bloqueo, con dos años de negociación por delante, Von der Leyen envió una carta el pasado lunes a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, con el objetivo de calmar las aguas. También se reunió con la propia Metsola y con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo. En esa carta, la presidenta se comprometía a reforzar los fondos dedicados a las zonas rurales y la política agrícola común, así como el papel de las regiones, e incluso el papel del propio Parlamento. Unas concesiones que, según fuentes diplomáticas, “coinciden significativamente con las posiciones expresadas por los Estados miembros en el Consejo”, y han servido además para aplacar las críticas de la Eurocámara. La Eurocámara, en armas “El Parlamento Europeo estará unido para asegurar que el presupuesto que vamos a adoptar juntos, como instituciones europeas, sea pertinente, esté orientado al futuro y corresponda a las expectativas de los ciudadanos”, le ha advertido el negociador popular, Siegfried Muresan. Muresan ha reconocido que las modificaciones constituyen una “mejor base para las negociaciones”, aunque no resuelven todos los problemas. Algo más dura ha sido la también negociadora parlamentaria, Carla Tavares, para quien la actual propuesta “no es suficiente para cubrir las necesidades de la Unión Europea después de 2028”. La socialista portuguesa ha pedido un presupuesto “sencillo y transparente” que dé más importancia a las políticas sociales. “Estamos comprometidos a trabajar con la Comisión Europea, por supuesto, pero no renunciaremos a nuestro papel de defender una Europa justa y que esté a la altura de los desafíos que podamos afrontar hoy y mañana”, ha dicho Tavares. La líder de los liberales, la francesa Valérie Hayer, también ha sido muy dura con von der Leyen. Hayer ha advertido que la posición de su grupo dependerá en gran medida de que se avance en propuestas de recursos propios para financiar el presupuesto y, con ellos, nuevas prioridades. “Será un factor decisivo”, ha advertido la francesa recalcando que la negociación acaba de empezar. “¿Estoy completamente satisfecha con lo que han propuesto? Les puedo decir que no. Y probablemente la mayoría de los presentes tampoco lo estén”, ha reconocido la co-líder de los verdes, Terry Reintke. “Pero para mí, es un primer paso en la dirección correcta”, ha añadido la también alemana, tendiendo la mano a von der Leyen. Una mayoría inestable Populares, socialistas, liberales y verdes sustentan la mayoría pro-europea en la Eurocámara que mantiene a Von der Leyen en el poder. Con sus votos, la presidenta de la Comisión ha logrado sobrevivir a tres mociones de censura en dos meses. El debate sobre el presupuesto ha vuelto a poner en evidencia que la alemana no puede darla por sentada. La alternativa existe, pero pasa por apoyarse en la extrema derecha, con todas las consecuencias. Las modificaciones presentadas por Von der Leyen son mínimas, pero logran solventar cuestiones incómodas tanto para la Eurocámara como para los gobiernos. Sin embargo, las negociaciones presupuestarias son largas y esas concesiones han llegado apenas al principio de un proceso que durará casi dos años. La alemana lo sabe. “Esto es solo el comienzo del proceso: las negociaciones serán largas y difíciles”, ha dicho Von der Leyen en el hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas. La presidenta se ha comprometido a mantener el diálogo, tanto de manera directa como a través de los comisarios responsables. El nuevo presupuesto, ha dicho Von der Leyen, representa una oportunidad para transformar la Unión. “Podemos hacerla más fuerte y ágil, más estratégica y con mayor capacidad de respuesta, más independiente y más democrática”, ha dicho, “Hagámoslo realidad juntos”.
Ver noticia original