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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/11/2025 03:38
El regreso de Cristina Pérez a Telefe en Camino a casa: “Estoy abriendo una nueva historia” (Video: Telefe) Pasaron casi dos años desde que Cristina Pérez se despidió de Telefe Noticias, luego de más de dos décadas al aire. Esa misma pantalla este jueves volverá a alojarla en Camino a casa, su debut con un “bio-reality”, como la conductora le gusta definir, al programa que es su retorno a un lugar que conoce y ama. Pero ella no es la misma, y su situación es otra. Un reto. “Este es un formato que te llega al corazón, porque lo que pasa en el programa, esencialmente, es todo verdadero. Es un viaje a la infancia. El invitado sabe por encima de qué se trata, pero en medio le ocurre una evocación emocional muy fuerte, que es imposible que no reaccione”, compartió la conductora con Teleshow en una conversación en donde profundiza en su flamante proyecto televisivo como en sus años en su Tucumán natal. Del tiempo en el que se imaginaba como una Alicia en el país de las maravillas a su historia de amor con Luis Petri, el ministro de Defensa de la Nación. “Los invitados vuelven a los momentos de su niñez donde se les mueve el corazón. Aparecen sentimientos más puros, y eso es lo que permite este programa”, reflexiona la periodista, que en su propia infancia jugaba a ser conductora de un noticiero y tenía como heroínas a su abuela Amparo, a La mujer biónica y a Lisa, la capitana de Robotech. Sus chicas superpoderosas. La primera emisión de Camino a casa cuenta con Cris Morena, quien comparte recuerdos inéditos y emociones profundas de su infancia (Prensa Telefe) “Camino a casa es una mezcla de biopic con reality. Digo biopic porque apunta a la biografía, y reality porque lo que le pasa a las personas invitadas es totalmente espontáneo, verdadero, sin guión”, contó Cristina, sobre el ciclo en el que Cris Morena será parte del debut y las próximas emisiones estarán dedicadas a Lizy Tagliani, Georgina Barbarossa, Soledad y Marley. “Yo tengo que ir piloteando el programa con lo que ocurre y me parece que la gente se lleva un momento humano que la hace pensar también en su propia historia. Le sucedió a todos los invitados en el programa. Lo más lindo que me pasó, fue que sintieron que sanaron algo al volver”, compartió. —A los invitados les sucede eso e imagino que a vos también te remueve cuestiones muy personales, el hecho de manejar la emoción del otro. —Sí, a mí también. A veces hemos terminado entre lágrimas con los invitados porque se tratan temas fuertes, porque todos recordamos cosas de la infancia. Cuando escuchás a alguien que recuerda su infancia, situaciones felices o tristes, es imposible que no te toque, que eso no te haga sintonizar con la otra persona. Eso probablemente, y espero, le va a pasar a la gente que vea el programa. Va a descubrir a personajes muy queridos en sus situaciones más puras, porque son momentos de la niñez. Este programa aborda la niñez o la adolescencia, el momento en que ibas al colegio. Camino a casa invita a celebridades como Cris Morena, Lizy Tagliani y Marley a recorrer sus barrios y recuerdos de niñez —¿Cómo fue que elegiste este formato para tu vuelta a la pantalla de Telefe, después de más de 20 años en el noticiero? —Con Guillermo Pendino y Fede Levrino estuvimos trabajando varias reuniones sobre en qué formato yo podía transicionar al entretenimiento o a otro tipo de producto que no fuera noticiero. Pusimos muchas cosas sobre la mesa. Cuando apareció este proyecto, me acuerdo que vino Fede superilusionado, yo sentí que era para mí, que lo quería hacer. Tal fue la sintonía, que ese día yo le estaba haciendo escuchar a Guillermo unos podcasts que había hecho y, azarosamente, había uno donde contaba de mi vuelta a casa con mi mamá cuando era chica. Y cuando viene Fede con el formato, yo no lo podía creer porque él no lo había estado escuchando. Fue como súper serendipity, como le dicen. Se dieron de pronto todas las sincronías cuando lo elegimos. Estoy muy feliz porque me parece que los cinco programas son muy hermosos. —¿Qué podés adelantar sobre los invitados y las situaciones que mostrarán? —Empezamos con un programa junto a Cris Morena. Terminé el programa siendo amiga de Cris, nos hicimos amigas, te juro. Es una cosa increíble. Tan amigas que ella tuvo el acto de generosidad de darme una canción de Teen Angels para el programa. Creo que van a saber cosas de Cris que no son conocidas, realmente, de esta creadora de mundos. Ella hizo un posteo por el programa y está ilusionada. A mí eso me parece un sueño, porque ella es una figura con mayúsculas en televisión, ha creado mundos para varias generaciones de infancia y adolescencia. Es algo para mí muy especial y le estoy muy agradecida con eso. “Empezamos con un programa junto a Cris Morena. Terminé el programa siendo amiga de Cris, nos hicimos amigas", compartió —¿Qué formatos te ofrecieron y no aceptaste? —No es que me los ofrecieron. El canal siempre tiene formatos que va estudiando y ahí aparecen cosas. Por ahí parezco mucho más estructurada de lo que soy. A mí me gusta aventurarme y en algunas cosas funciono como en el amor. Me doy cuenta que algo me hace no dudar, que hay algo que me dice “es esto”. No sabés por qué y lo sabés. Me pasó eso con este formato. Fue amor a primera vista. Estoy muy contenta, también porque vuelvo a casa, volviendo a Telefe con este ciclo. Es una forma de abrir otra historia, de cerrar una y abrir una nueva. —Mencionaste tu historia con Telefe. ¿Qué te pasa ahora cuando ves el noticiero hoy? —Toda la vida voy a sentir amor por el noticiero. Profesionalmente, hacía años que yo venía buscando hacer un periodismo más de autor, más político, y los formatos de noticiero de aire por ahí no te permiten eso porque no es el formato. La situación que se dio en mi vida, con algunas reglas que tenía el canal, me permitió lograr eso. Para mí fue un salto evolutivo. Como cuando un ciclo termina, que a veces ocurre por algo que no tiene nada que ver, pero era tiempo. Siento eso. No implica que se termine el amor o el orgullo por haber sido parte de la historia de Telefe Noticias. Lo siento como muy envuelto por ternura, por agradecimiento, por crecimiento. Me parece que son los pasos que vas dando en la vida. "Con Rodolfo Barili casi no hablamos, pero cuando nos mandamos un mensaje por algún motivo, la amistad está intacta porque son muchos años. Imaginate los recuerdos, las cosas que logramos juntos", se sinceró la conductora (Matías Arbotto) —¿Qué quedó de tu relación con Rodolfo Barili luego de tantos años trabajando juntos? —Casi no hablamos, pero las pocas veces que lo hacemos por algo, nos mandamos un mensaje por algún motivo, la amistad está intacta porque son muchos años. Borges decía que la amistad no tiene frecuencia. Nosotros, cuando tengo que preguntarle algo o él me tiene que preguntar algo, es algo que siempre va a ser cercano porque compartimos más de veinte años. Así que, en ese sentido, no tengo duda que la amistad va a estar toda la vida. Imaginate los recuerdos, las cosas que logramos juntos. —El programa es acerca de las raíces, los lugares donde transitaste en los primeros años. ¿Vas seguido a Tucumán? —Soy una mujer del interior y, hoy, me tracciona en partida doble el interior, porque vuelvo a Tucumán, pero más vuelvo a Mendoza, donde también está mi hogar, porque mi marido es de Mendoza. Cuando vuelvo a Tucumán está mi hermano, mis sobrinos, mis tías. Con la tristeza de haber perdido muy recientemente a mis padres, que es el dolor más fuerte que sentí, pero me siento llena del amor de ellos para seguir multiplicándolo en mi familia. "Con Luis tenemos nuestro proyecto en Mendoza, nuestra construcción, nuestra ilusión. Luis tiene un hijo, Julián, de 18 años, pero también un poco es mi hijo. Hay mucho amor ahí", resaltó la periodista sobre su historia de amor con el ministro de Defensa Luis Petri —También está tu proyecto de vida con Luis Petri, tu pareja. —Mi proyecto con Luis en Mendoza es nuestra casa, nuestra construcción, nuestra ilusión. Luis tiene un hijo, Julián, de 18 años, pero también un poco es mi hijo. Hay mucho amor ahí. El amor me apareció ya de grande, porque yo siempre le dediqué mucho al trabajo y mis proyectos personales quedaban en segundo plano. Ahora la portada la tiene el proyecto personal con ochenta trabajos: tengo mi programa en Radio Rivadavia, que está muy bien; tengo La Nación+, ahora Telefe con mucha felicidad y también escribo. Acabo de publicar Mujer Samurai (Plaza & Janés Editores), que es un libro hermoso, que me da mucha felicidad haberlo parido, porque fue difícil de escribir. —¿Cómo se organizan en una relación entre Buenos Aires y Mendoza? —Tenemos una vida con valijas hechas, porque vamos y venimos, a veces más acá y a veces más allá. Mucha gente me decía cuando empecé esta relación que iba a ser un problema la distancia, y no, porque se genera una dinámica sorpresiva, sin rutina, con mucha fluidez. Estamos muy felices y para nosotros no es un problema, al contrario, es como un cambio permanente. Es hermoso y Mendoza es divina, nadie puede tener problemas con ir. “Es un formato que te llega al corazón, porque lo que pasa en el programa, esencialmente, es todo verdadero. Es un viaje a la infancia”, destacó la conductora —Volviendo a la esencia de Camino a casa, ¿quiénes eran tus héroes de la infancia? ¿Qué soñabas de chica? —Creo que mi primera heroína fue mi abuela, Amparo. Y en esa época, también, ya era una lectora obsesiva. Me encantaba leer, mis libros eran mis mundos. Creo que era una pequeña Alicia que se inventaba su Wonderland. Ya leía poesía, leía de todo. Y eso me marcó mucho. Después, soñaba con hacer noticiero cuando era chica, aunque no lo creas: jugaba ante un espejo a que hacía un noticiero. Siempre recuerdo que era mi sueño tan vivo que, aún hoy, sigo sintiendo que cumplo un sueño haciendo lo que hago. —¿Y en términos de ficción? —Me gustaba La mujer biónica y Lisa de Robotech... Básicamente, siempre soñé mucho y me creí muy dueña de mis sueños. Siempre les digo a los chicos que se enamoren de sus sueños y que los vayan a buscar de verdad. Porque a veces, aunque te parezca imposible, incluso aunque no ocurra, seguro el ir a perseguir tus sueños te lleva a algún lugar maravilloso. Me acuerdo que de chica yo estaba asociada a la biblioteca del Colegio María Auxiliadora y una vez saqué un libro que se llamaba “Ilusiones”, de Richard Bach. Empezaba con una frase que me encantó: “No se te concede ningún sueño sin la capacidad de hacerlo realidad, pero puede que te cueste trabajo”. Tenía las dos caras. Creo que incluso los sueños que se nos conceden nos siguen costando trabajo a lo largo de la vida. —No es una meta que se alcanza y ya está. —Por suerte, porque si no, ¿qué nos queda?
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