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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 09/11/2025 17:15
Mientras el Gobierno insiste en que la reforma laboral busca modernizar el empleo, voces sindicales y especialistas advierten que las medidas propuestas replican modelos regresivos, debilitan derechos conquistados y profundizan la precarización. Domingo, 9 de Noviembre de 2025, 6:07 Por Sandra Insaurralde En un escenario de tensiones crecientes entre el Gobierno nacional y los sectores sindicales, la reforma laboral vuelve a instalarse en el centro del debate público. Bajo el argumento de modernizar las relaciones laborales y fomentar el empleo, el oficialismo impulsa un paquete de medidas que despierta resistencias en amplios sectores del movimiento obrero. Las advertencias también se hicieron sentir desde el sector pyme. Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos, advirtió que “la reforma no tendrá sentido si no se reactiva la economía”. En declaraciones a Panorama Político, Rosato sostuvo que “sin consumo interno, cualquier flexibilización laboral será solo un parche que no resuelve el problema de fondo”. En concordancia con lo anterior, EL ARGENTINO consultó al abogado laboralista Andrés Ocampo: “Hay que ser claros: mediante la normativa laboral no se crea ni se destruye empleo. El empleo depende de decisiones macroeconómicas, de políticas de crédito, subsidios, apoyo a las pymes, servicios públicos eficientes y protección de la industria nacional. Una apertura indiscriminada de importaciones destruye empleo por competencia desleal. Por eso, el argumento de que modificando la normativa laboral se va a generar empleo es falso. Lo que sí implica esta reforma es una regresión en derechos laborales, con la misma lógica que se intentó imponer en los años 90 y durante el macrismo”. Andrés Ocampo: abogado laborista Desde el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación Delegación Concepción del Uruguay (S.T.I.A.) afirmaron en diálogo con EL ARGENTINO: “Una reforma laboral con olor a pasado, que revive figuras regresivas y debilita derechos conquistados”. Los referentes gremiales alertaron sobre el regreso de lo que denominan “los muertos-vivos del modelo neoliberal”: despido barato, jornadas extendidas, vacaciones fraccionadas y una negociación colectiva fragmentada. En tanto, el abogado Ocampo de Gualeguaychú cuestionó los fundamentos del proyecto oficial, señalando que no existe aún una propuesta concreta, pero que los anuncios y antecedentes “apuntan a la quita de derechos”. El profesional aclaró: “En primer término, hay que decir que todo lo que se discute son especulaciones. No hay un proyecto concreto que se pueda analizar en profundidad. Lo que circula son títulos, comentarios y supuestos jurídicos que podrían modificarse. Y lo que se observa es que la lógica detrás de estos anuncios es restrictiva: apunta a la quita de derechos y al aumento de ganancias del sector patronal. Según los voceros del gobierno, el objetivo —como ocurrió con el DNU 70/2023 y con la sección laboral de la Ley Bases— sería crear más puestos de trabajo. Pero lo que se anunciará va en sentido contrario”. Despido barato y salario fragmentado Entre los puntos más críticos, desde el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación en Concepción del Uruguay, señalaron a EL ARGENTINO la posibilidad de pagar indemnizaciones con un tope de diez salarios, excluyendo adicionales, aguinaldo y premios, lo que “abarata el despido y legaliza la precarización”. Además, se habilita a las PYMES a pagar en hasta 12 cuotas, lo que “convierte la indemnización en una promesa incierta, especialmente en sectores con alta rotación y bajos ingresos”. Darío Ardaiz, Secretario Adjunto. Hugo Elena, Secretario Administrativo. Albano Gómez Secretario Gremial. Miguel Klenner, Secretario General También cuestionaron la creación del llamado “salario dinámico”, un adicional negociado directamente entre trabajador y empleador, que “puentea al sindicato y habilita la discriminación salarial”. Según el gremio, esta figura rompe con el principio de igualdad ante tareas similares y debilita la negociación colectiva como herramienta de equidad. Jornada extendida y flexibilización encubierta Otro eje de preocupación es la flexibilización de la jornada laboral, que podría extenderse hasta 12 horas diarias bajo la figura del “banco de horas”, sin pago de extras. El abogado laborista mencionó: “Lo que se propone es un refrito de viejas recetas: ampliar la jornada laboral hasta 12 horas diarias, implementar bancos de horas que ya han demostrado su ineficacia, y debilitar la organización sindical mediante reformas que afectan derechos colectivos. Se busca precarizar el trabajo, volver a los contratos basura que ya fracasaron en Argentina. Es un museo de grandes novedades, como dice la canción, pero con ideas del siglo XIX.” Por su parte desde el Sindicato de Alimento advirtieron: “El trabajador queda sujeto a las necesidades de la producción, sin garantías ni compensaciones reales”. Esta modalidad, agregan, “naturaliza la sobreexplotación y desdibuja los límites entre tiempo laboral y vida personal”. En cuanto a las vacaciones, el sindicato denunció que se habilita su fraccionamiento y la posibilidad de acordarlas fuera de los períodos legales, lo que “individualiza el derecho y lo somete a la lógica empresarial”. “El trabajador queda sujeto a las necesidades de la producción, sin garantías ni compensaciones reales” Fragmentación sindical y huelga inofensiva Respecto a la negociación colectiva, alertaron sobre una “atomización por empresa” que debilita la fuerza gremial, junto con la eliminación de cuotas solidarias y aportes patronales. “Se busca desfinanciar a los sindicatos y fragmentar la representación, debilitando la capacidad de defensa de los trabajadores”, sostuvieron. “Es claro - afirmó Ocampo, el abogado laboralista a EL ARGENTINO - que se pretende instalar la negociación directa entre empleador y trabajador como si fuera equitativa, cuando todos sabemos que sin organización sindical, el trabajador tiene muy pocas herramientas para defender sus condiciones.” Finalmente, el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación rechazó la redefinición de la huelga como “inofensiva”, con servicios mínimos que, según afirman, “vacían de contenido el derecho a la protesta”. En casi todas las actividades, se establecen restricciones que, sumadas a las reformas recientes en la Ley de Contrato de Trabajo, “configuran un escenario de disciplinamiento laboral”. Por su parte Andrés Ocampo, también se manifestó sobre este punto: “Se apunta a destruir los convenios colectivos por actividad, reemplazándolos por convenios por empresa. Esto implica que cada empresa pueda imponer condiciones más favorables para sí misma, en detrimento de los trabajadores. Se busca maximizar la ganancia empresarial y aumentar el control sobre la fuerza laboral, modificando jornadas, licencias y vacaciones según el interés patronal. Todo esto es profundamente negativo.” El profesional remarcó que: “Por supuesto que puede haber modificaciones en los convenios colectivos, pero siempre deben ser para ampliar derechos, no para restringirlos. Así lo establece el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que garantiza la protección del trabajo en todas sus formas. También lo afirman los tratados internacionales con jerarquía constitucional, como el artículo 75 inciso 22. Las reformas deben ser progresivas, nunca regresivas. Lo que se propone desde el gobierno va en sentido contrario.” Más allá de los títulos y especulaciones, el debate sobre la reforma laboral revela una disputa de fondo: el modelo de país que se pretende consolidar. En Entre Ríos, las voces gremiales y profesionales coinciden en que flexibilizar derechos no garantiza empleo, y que sin políticas activas para el desarrollo productivo, el trabajo decente seguirá siendo una promesa vacía. La defensa de la negociación colectiva, la jornada digna y la equidad salarial no es sólo una bandera sindical: es una apuesta por una democracia con justicia social.
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