Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El renunciamiento que no fue y el futuro de Provincias Unidas

    » La Capital

    Fecha: 09/11/2025 16:35

    La trastienda del dilema de Scaglia después del 26O: asumir la banca o quedarse en Santa Fe. El rol de Pullaro y los socios de la alianza. Un bloque en el Congreso atravesado por múltiples presiones El dilema de Gisela Scaglia sobre asumir o no su banca en Diputados, una consecuencia de un resultado electoral que Maximiliano Pullaro y Provincias Unidas no esperaban. La bomba sucia que detonó esta semana en Unidos se activó en la noche del 26 de octubre . Ese día, la ola violeta arrastró a la lista encabezada por Gisela Scaglia al tercer lugar a más de 22 puntos de La Libertad Avanza, en un lugar muy diferente al que esperaban. En el búnker, la vicegobernadora empezó a preguntarse qué era mejor : ir al Congreso a representar un espacio que surgió debilitado como Provincias Unidas o ir en contra del mandato popular, quedarse en Santa Fe y conservar un lugar de alta visibilidad política. Un escenario era desembarcar en el Congreso como una de las arquitectas de una alternativa federal con proyección de poder. Otro, muy distinto, es aterrizar en medio de una jungla con los libertarios envalentonados y a la caza de votos. A eso se suma el factor Mauricio Macri . El expresidente presiona para que Scaglia, también titular del PRO Santa Fe, se incorpore al bloque de un partido en plena crisis de identidad y diezmado por los hermanos Milei. El tercer puesto por debajo de la barrera psicológica de los 20 puntos fue un golpe fuerte. En campaña, la vicegobernadora pateó la provincia pero ni la marca, la estructura o la figura del gobernador Maximiliano Pullaro lograron romper la ley de la gravedad de la polarización . Aunque obtener dos bancas estaba dentro de las proyecciones, las expectativas de un cuadro de tercios más apretados hicieron más duro el resultado final. “Se armó una minicrisis porque se instalaron dos ideas: que se podían ganar las elecciones y que Maxi era un presidenciable. Una tenía que ver con el microclima de la provincia y otro con el círculo rojo porteño”, dice uno de los principales dirigentes de la alianza. La trama de la disyuntiva de Gisela Scaglia Referentes que charlaron esa misma noche con Scaglia le transmitieron una idea: que no tome decisiones en caliente y que espere que baje la espuma. En la otra oreja, la presidenta del Senado tenía la voz de integrantes de su espacio más cercano. Advertían que la mudanza a Caba dejaba vacante el puesto más importante que consiguió en su historia, el PRO Santa Fe, y perdía un lugar de poder. Más allá del destino de una banca, el dilema de Scaglia sobre si asumir o no encerraba la dificultad para exportar proyectos provinciales. Pasan los gobiernos, pero la política nacional sigue dirimiéndose en Buenos Aires. Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/GiScaglia/status/1982633165442470008&partner=&hide_thread=false El trabajo que empezamos en Santa Fe continúa en el Congreso. Vamos a seguir defendiendo la gestión, la producción y la transparencia que hacen grande a nuestra provincia y a la Argentina https://t.co/wq7tShGCM1 — Gisela Scaglia (@GiScaglia) October 27, 2025 Lo cierto es que pasaron los días y Scaglia le planteó sus dudas incluso a Pullaro, pero la conversación seguía puertas adentro de la alianza. Eso cambió el miércoles pasado. En diálogo con El Litoral, Scaglia dejó entrever que estaba pensando si asumir o no, y sostenía que tanto la alianza santafesina como Provincias Unidas se debían una discusión de los roles de cada uno en el nuevo Congreso, en el que Javier Milei está a las puertas de tener mayoría. La onda expansiva de las declaraciones de Scaglia sacudió a Unidos. Algunos dirigentes la describen como una explosión que fue encapsulada. Otros hablan de “sorpresa” e “incomodidad”. “Gisela tenía elementos objetivos para dudar qué hacer, pero no era la forma”, considera uno de los líderes de la coalición. En el entorno más próximo a Pullaro se quejaron directamente con la vicegobernadora. Los casos de Manuel Adorni y Diego Santilli recuerdan que no habría sido ni la primera ni la última persona que no asuma el cargo para la que fue elegida, pero durante toda la campaña Scaglia había asegurado que no sería una candidata testimonial. Dar ese paso significaba romper el contrato electoral. El debate en Unidos Al caer la tarde, los más cercanos aseguraron que sí iba a asumir. Así se lo dijo también la propia Scaglia a los dirigentes con los que habló mano a mano, pero en el plenario de los partidos de Unidos, realizado en el comité provincial de la UCR, insistió con su planteo político. La reunión, coinciden distintos participantes, transcurrió en buen clima y no hubo pase de facturas. Hablaron, entre otros dirigentes, Julián Galdeano, Joaquín Blanco y el propio Pullaro, quien pidió “defender la gestión y dejar las charlas de comité”. En el medio se debatió sobre por qué no había exprimido más la herencia recibida. También sobre los costos políticos de las reformas, sobre todo hacia el mundo del empleo público, un factor que en la Casa Gris tienden a relativizar. Ninguna de esas discusiones apareció en el comunicado protocolar que Unidos difundió el miércoles a la noche. Más importante aún, no figuró ni una línea sobre el futuro de Scaglia. Eso obligó al gobernador a ratificar al día siguiente que la nacida en Gálvez sí ocupará la banca. Otro costo para Pullaro, derivado de una elección en la que apostó fuerte pero que lo llevó a perder el invicto político que tenía desde 2023. image Al menos, la confirmación de Scaglia aportó una certeza de cara a un bloque donde casi todo es incertidumbre. Los cordobeses quieren ampliar, pero no están claros los contornos y quiénes entran y quiénes se quedan afuera. Orbitan en la misma galaxia el grupo de Miguel Pichetto —quien tiene su clásico en la categoría senior con Juan Schiaretti— la Coalición Cívica y los fragmentos del radicalismo. En el medio está la interna de la renovación de autoridades de la UCR. Pullaro es un aliado histórico de Martín Lousteau, quien quedó en soledad en el partido con una postura de oposición más dura, pero tiene una relación muy estrecha con Gustavo Valdés. El correntino abandonó el colaboracionismo inicial con los Milei al calor de los sucesivos incumplimientos de la Casa Rosada y fue el único de los gobernadores de Provincias Unidas que logró blindar su provincia el 26O. El desafío es grande: construir un bloque lo suficientemente amplio para tener poder de negociación, flexibilidad para contener la diversidad y encontrar algún mecanismo de toma de decisiones. “Hay que armar un interbloque, pero que se sepa hacia dónde va. Si después cada uno vota como quiere, no tiene lógica”, observa un dirigente radical. >> Leer más: Adorni aseguró que "hay 20 gobernadores dispuestos a colaborar" A eso se suma el rol de Diego Santilli. Viejo zorro de la política, el nuevo ministro del Interior busca los eslabones débiles del club de los gobernadores y el peronismo. Igual, dependerá de cuántos recursos tenga. Los jefes provinciales se cansaron de las promesas “Guillermo Francos tuvo crédito, pero el Colo va a tener que pagar cash”, dice alguien que lo conoce del PRO. El camino hacia 2027 La discusión sobre qué hacer con Provincias Unidas de cara a 2027 sigue abierta. En un extremo, en el PRO se muestran escépticos sobre cuánto espacio habrá para una opción alternativa. En el otro, en el PS creen que el repliegue total en la provincia sería un error. El punto en donde sí hay coincidencia es que hace falta algún tipo de relanzamiento de la gestión provincial. Con la seguridad estabilizada en valores esperables para una ciudad con la desigualdad y la degradación social de Rosario, Unidos necesita una nueva épica. Si bien ningún gobierno tiene la vaca atada y las mayorías tienen que ser revalidadas todos los días, la alianza que tiene a la UCR, el PRO, el socialismo y el javkinismo como socios principales cuenta con varias ventajas respecto de su expresión nacional. image Unidos se armó durante más de un año, en el que los arquitectos limaron desconfianzas y prepararon el terreno hacia dentro de sus partidos, aprovechó una ola de cambio para monopolizar la representación del espectro no peronista, concretó las reformas más ambiciosas en el momento de mayor poder, es la principal fuerza política de Santa Fe y tiene en Pullaro un jefe claro. Lo opuesto a Provincias Unidas, que surgió a pocas semanas del cierre de listas, pretendió disputar un nicho de mercado ya ocupado por La Libertad Avanza, no tiene un proyecto unificado y funciona con una conducción colegiada. Con Milei renacido después de las elecciones y convertido de vuelta en la estrella de la derecha global, el proyecto de Provincias Unidas tiene poco espacio para crecer. Pero en la Argentina dos años es una eternidad. La oportunidad puede aparecer de un momento a otro.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por