09/11/2025 14:57
09/11/2025 14:56
09/11/2025 14:55
09/11/2025 14:55
09/11/2025 14:55
09/11/2025 14:55
09/11/2025 14:54
09/11/2025 14:50
09/11/2025 14:49
09/11/2025 14:46
Colon » El Entre Rios
Fecha: 09/11/2025 08:31
Que las elecciones generaron alivio en una parte grande de la sociedad no se puede negar. Que hayan generado euforia es más dudoso, por más que las cotizaciones de bonos y acciones así parezcan reflejarlo. Más plausible es que el temor a un regreso del kirchnerismo fue el factor más importante para decidir el voto, y la confirmación de que la probabilidad de tal evento disminuyó con el resultado lo que provocó la reacción de los mercados. La gente sintió alivio y el mercado sintió euforia. El presidente Milei tiene la oportunidad de convertir el alivio en esperanza renovada, como la que había a fin de 2023. Su primera gran prueba será conseguir la aprobación del Presupuesto 2026. Sería una señal de que puede gestionar mayorías parlamentarias, no sólo para el Presupuesto, sino para proyectos más ambiciosos dentro de su agenda de gobierno: las reformas tributaria, laboral y, con suerte, previsional. A la par del trabajo legislativo, corresponderá al Ejecutivo encontrar esquemas de política cambiaria y monetaria que permitan al Banco Central acumular reservas y estabilizar las tasas de interés. Hay grandes proyectos de inversión que, para gatillarse, esperaban el resultado de las elecciones (ya lo tienen), su admisión dentro del marco del RIGI (probablemente lo consigan) y la normalización del sistema cambiario (todavía la esperan). Es difícil creer que inversiones que requieren varios años para madurar lleguen hasta tanto no quede claro que el tipo de cambio, con independencia de su cotización, llegó a su precio en un mercado libre. Proyectos a 20 o 30 años pueden darse el lujo de esperar uno o dos años para ser lanzados. El gobierno no se puede dar el mismo lujo. El riesgo-país se desplomó luego del holgado triunfo de La Libertad Avanza, pero no tanto como para llevar el rendimiento de los bonos a la zona en la que el Tesoro podría emitir para refinanciar los vencimientos de capital y se vea relajada su necesidad de comprar dólares. Veremos si algún mecanismo alternativo (un canje de deuda, la emisión de un título garantizado por organismos multilaterales) relaja las necesidades. Pero esos parches sirven al Tesoro, no a toda la economía. Argentina necesita atravesar dos o tres años de transición hasta que aumenten con fuerza sus exportaciones. Para llegar a ese destino, no puede desperdiciar el viento a favor que se le presenta: condiciones mejoradas para el agro, crecimiento de las exportaciones de petróleo, apoyo del Tesoro estadounidense, debilidad política del kirchnerismo y fortaleza relativa de quienes quieren una Argentina más racional. El estancamiento económico acumula casi quince años. Como dice Milei, no se puede pensar que hacer lo mismo dará un resultado diferente. El balance de fuerzas se inclinó a favor del gobierno y sus aliados. Tienen la oportunidad, pero deberán aprovechar una ventana escueta para tomarla y, así, desactivar los factores que condujeron al estancamiento. Fuente: El Entre Ríos
Ver noticia original