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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 05/11/2025 08:55
El referente sindical Ramón Calderón confirmó que ascienden a alrededor de 200 los despidos efectuados por el grupo Newsan. Decenas de telegramas de despido llegaron esta semana a los domicilios de trabajadores de la firma. El gremio metalúrgico y los empresarios guardan silencio, mientras la CGT y el gobernador Gustavo Melella responsabilizan al Gobierno nacional por la pérdida de puestos de trabajo en el sector fabril. El lunes 29 de septiembre el presidente Javier Milei visitó Ushuaia para acompañar a sus candidatos y recorrer una de las plantas de Newsan, en donde sus trabajadores lo recibieron cálidamente. A poco más de un mes, muchos de ellos fueron despedidos. La tensión se siente en el parque industrial de Ushuaia tras una nueva ola de despidos en la empresa Newsan, donde operarios denuncian la cesantía de cientos de trabajadores efectivos y temporarios. Los telegramas habrían llegado sorpresivamente a los domicilios particulares, notificando la desvinculación y poniendo a disposición las liquidaciones finales, con indemnización incluida. Desde el sector empresarial se mantiene absoluto silencio, aunque trascendió que los representantes sindicales estaban avisados de antemano por los gerentes y que la única modificación fue adelantar un mes los despidos previstos para diciembre. Según fuentes de la firma, la medida responde a los cambios arancelarios impulsados por el Gobierno nacional, que habrían afectado la competitividad frente a los productos importados. Cabe destacarse que el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, ya había advertido sobre esta situación en la noche de las elecciones legislativas del 26 de octubre, cuando el partido La Libertad Avanza se impuso en gran parte del país, incluida la provincia. “Por más que hayan ganado yo no me subordinaré a medidas que resulten perjudiciales para Tierra del Fuego, como el cierre de la industria y la pérdida de empleos. ¿O se olvidan que podemos perder seis mil puestos de trabajo en diciembre?” – pronosticó el mandatario hace 10 días. Melella también denunció acuerdos entre sectores sindicales y el oficialismo nacional: “Con estos resultados uno ve que hubo acuerdos políticos y gremiales, porque finalmente un 40% terminó votando a La Libertad Avanza. Votan el ajuste y después nos piden milagros a nosotros”. En esa misma línea, Melella avizoró lo que hoy está ocurriendo en el parque industrial y en la sociedad fueguina: “ Hay cosas que uno no entiende, pero hay que respetarlas, como por ejemplo que los trabajadores de Newsan hayan recibido y celebrado la visita a la planta del presidente Javier Milei, cuando pueden perder sus puestos de trabajo en diciembre…”. No es un dato menor que el conflicto se está desarrollando en un contexto nacional marcado por la política laboral del gobierno libertario, que promueve la desregulación y flexibilización de las relaciones entre empresas y trabajadores. Para los operarios, este clima favorece decisiones empresariales que antes habrían encontrado mayor resistencia sindical y estatal. Las críticas también alcanzan a la conducción de la UOM Tierra del Fuego. Los despedidos aseguran que el gremio había garantizado la estabilidad laboral hasta el 31 de diciembre —compromiso asumido durante los paros de mayo—, pero denuncian que ese acuerdo no se cumplió. “La UOM no nos recibe ni da respuestas. Solo dicen que está todo caído y que no pueden hacer nada”, señalaron algunos de los cesanteados. Por otra parte la muerte de Pablo Ulises Lizarraga, uno de los trabajadores recientemente despedidos por la empresa Newsan, sumó conmoción y malestar entre sus compañeros. El hombre fue hallado sin vida días después de recibir el telegrama de despido, y si bien la autopsia confirmó que falleció por asfixia por inmersión, los investigadores no descartan un proceder autodeterminado. Entre los operarios circula la presunción de que la drástica decisión podría haber estado vinculada al impacto emocional que le generó la pérdida del empleo, hecho que profundizó el clima de angustia y enojo en el ámbito fabril. Lo concreto es que los trabajadores responsabilizan a la empresa por las desvinculaciones masivas sin causa y a la conducción sindical por su “silencio y falta de representación”, en un escenario donde el ajuste laboral se profundiza y la incertidumbre sobre el futuro de las familias afectadas se multiplica. Hasta el momento, la única voz pública fue la del secretario general de la CGT y titular de UTHGRA, Ramón “Moncho” Calderón, quien condenó los despidos y confirmó que se produjeron tanto en la empresa GDS —que administra los comedores de las fábricas— como en las líneas de producción de Newsan. “Ni se molestan en disimular que tienen un gobierno nacional que apoya a los empresarios. Para ellos los trabajadores son material descartable. Esa mentira de que si el empresario tiene beneficios se va a reflejar en las familias trabajadoras no duró ni una semana después de las elecciones”, expresó el dirigente. Calderón precisó que “son casi 50 los despidos en GDS, propiedad de Newsan, y otros 150 realizados por la propia Newsan”. Además, anticipó que “no vamos a abandonar a nuestros compañeros gastronómicos; seguiremos reclamando en el Ministerio de Trabajo y avanzando con amparos legales”. El gremialista también cuestionó duramente al titular de la UOM Ushuaia, Héctor Tapia, a quien acusó de “complicidad con la patronal”, junto a los directivos de Newsan, René Ceballos y Cristian Malvido. “El despido existe y no somos ajenos a eso, pero las empresas deben tener empatía, más aún las que se benefician con exenciones impositivas. Reciben ayuda del Estado, pero no les tiembla el pulso para dejar impiadosamente a cientos de familias en la calle de un plumazo”, sostuvo. “Vamos a llevar esto hasta las últimas instancias —añadió Calderón— porque entendemos que la empresa busca esperar la reforma laboral para que las altas liquidaciones de trabajadores con antigüedad puedan ser licuadas en cuotas o mediante otras maniobras. No podemos permitir que siempre los beneficiados sean ellos y los trabajadores paguemos las consecuencias.” En Ushuaia, los despidos golpean el clima social. La preocupación y el malestar crecen ante la posibilidad de que las cesantías continúen durante noviembre y se multipliquen en diciembre, tal como ya había sido anticipado.
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