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Parana » Paginajudicial
Fecha: 04/11/2025 12:28
La investigación por el aterrizaje de una avioneta cargada con cocaína en Holt Ibicuy tiene una inesperada derivación a partir de los vínculos que surgieron entre los dueños de la aeronave, una banda de narcotraficantes peruanos, con un grupo económico mencionado en el expediente que tramita en Estado Unidos contra Fred Machado y que hizo aportes a la campaña presidencial de Patricia Bullrich en 2023. Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial La sombra del narcotráfico se coló en la campaña. Historias subterráneas que emergieron a la superficie sobre relaciones inconvenientes, financiamientos opacos y una trama de dinero sucio. El primer candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, tuvo que reconocer, obligado por las evidencias, que cuando intentó ser presidente, sin éxito, en 2019, había recibido 200 mil dólares de Federico Fred Machado, un empresario detenido por delitos de narcotráfico. Lo inquietante ahora es que las esquirlas salpican a Patricia Bullrich, a partir de revelaciones de que durante su campaña presidencial de 2023 habría recibido aportes económicos de una empresaria vinculada a Machado y bajo sospecha por su relación con los dueños de una avioneta que transportaba 358,923 kilos de cocaína y debió aterrizar de emergencia en un campo de Holt Ibicuy el 22 de enero de 2025. No obstante, los trazos que se van conociendo arrojan un complejo entramado de relaciones que ameritan, al menos, que Patricia Bullrich brinde explicaciones que echen luz sobre un asunto que empieza a presentarse incómodo. En las últimas semanas surgió el dato de que el 18 de julio de 2023, Alejandra Bada Vázquez, socia de Lácteos Vidal, hizo un aporte de 400 mil pesos a la campaña presidencial de Bullrich. Las primeras alertas sonaron a partir de las menciones de su nombre en el expediente que tramita contra Machado en Estados Unidos –el mismo donde está aludido Espert–; y escalaron cuando se supo que la avioneta cargada con cocaína que aterrizó en suelo entrerriano había pertenecido a una empresa del grupo de los propietarios de la firma láctea hasta que lo vendieron a un narco peruano en un valor sugestivamente inferior al de mercado. La agitación del tema en el cierre de la campaña hizo que el juez federal de Gualeguaychú, Hernán Viri, que tiene a su cargo la investigación de la narcoavioneta, dispusiera el secreto de sumario. Capítulo uno: el avión La historia tiene varias aristas. Se remonta al aterrizaje de la avioneta en un sembradío de soja en Holt Ibicuy, en el sur entrerriano. El piloto, un brasileño de 52 años, iba acompañado por una joven de 21 que dijo estar embarazada. Atribuyó el aterrizaje forzoso a un desperfecto mecánico y pidió ayuda para llegar hasta el pueblo, distante a unos quince kilómetros. Los estancieros accedieron. Pero, apenas bajaron de la camioneta, avisaron a la Policía y, de vuelta en el campo, descubrieron que dentro de la aeronave había diez bolsas negras que contenían 342 ladrillos de cocaína envueltos en papel de nylon tipo film o cinta. Eran paquetes termosellados. Cada uno tenía un logo grabado en bajo relieve: la manzanita de Apple, como marca del proveedor. Mientas tanto, la pareja buscaba una salida. La joven intentó conseguir dinero ofreciéndole a una kiosquera hacerle una transferencia a cambio de que le entregara efectivo. Ella se negó. La pareja fue detenida deambulando por donde los habían dejado los estancieros. Intentaron resistirse; en realidad les ofrecieron 60 mil dólares a los policías a cambio de que los dejaran irse. El hombre tenía un documento que lo identificaba como Carlos Costa Días, pero después se supo que su verdadero nombre era Leonardo Monte Alto Gusmão y que arrastraba una condena por un hecho similar en Brasil en 2019. Ella es Jade Isabela Callau Barriga, boliviana, conocida por haber sido reina de belleza en su país; no estaba embarazada y es sobrina política de Jorge Adalid Granier Ruiz, alias Nono, un poderoso narco boliviano condenado por liderar una organización dedicada al tráfico aéreo de cocaína, con terminales en países sudamericanos. Granier Ruiz también supo construir conexiones en Salta, Santiago del Estero, Córdoba, Rosario y Buenos Aires, donde administraba pistas clandestinas para la descarga de grandes cargamentos de cocaína. En 2023, tras permanecer prófugo durante años, fue detenido en la zona del Matto Grosso brasileño; fue extraditado a la Argentina y condenado a diez años de prisión en un juicio abreviado en el que admitió su responsabilidad en el transporte de 389 kilos de cocaína que fueron incautados en la ciudad bonaerense de Ramallo en 2020. Chabelita, como se presenta su sobrina política en las redes sociales, acordó una condena de prisión condicional y fue expulsada del país; el piloto permanece detenido en la cárcel de Ezeiza, a la espera de un juicio en Entre Ríos. El avión Cessna 210E, Número de Serie 210 58643, Estados Unidos, del año 1965, descubierto en Holt Ibicuy presentaba una pegatina con la matrícula argentina LV-GOP y, por debajo, se advertía que tenía pintado un dominio boliviano, CP-3806. Los peritajes permitieron determinar que su verdadera identificación era LV-GQA. Ese dato sirvió para establecer que sus dueños eran de nacionalidad peruana, que la habían comprado a la empresa Transportes El Nacional SA en junio de 2023, por unos 13 mil dólares, aunque el valor de mercado superaba los 100 mil dólares. Capítulo dos: los peruanos Los investigadores determinaron también quiénes eran los dueños de la avioneta: los hermanos Saúl Ángel y Steven Alessandro Villanueva Tomas y el padre de ambos, Saúl Ángel Villanueva Echevarría, de nacionalidad peruana. Tras cinco meses de investigación, el fiscal Pedro Rebollo estableció que habían comprado la aeronave a Transportes El Nacional SA. El boleto de compraventa se firmó el 22 de junio de 2023 por una suma de 5.779.150 pesos; y para concretar el pago se realizaron dos depósitos, uno de ellos por 3,2 millones de pesos firmado por Steven Alessandro Villanueva Tomas, quien tiene licencia como piloto privado de avión. Por su parte, Saúl hijo asentó la avioneta en el Aeródromo de General Rodríguez; aunque en los registros aportó como residencia un domicilio inexistente y otro en el que ya no vivía. Los investigadores lo ubicaron en Barcelona. Los sospechosos, además, estaban vinculados al boliche Rumba Latina, en el barrio porteño de Flores, muy popular en la comunidad peruana y que fungía como base de operaciones. El 24 de junio de 2025, efectivos de Gendarmería irrumpieron en el local y encontraron un simulador de vuelo completo compuesto por un tablero, palancas, pedales y partes de avioneta, que se sospecha que utilizado para entrenar a los pilotos de la organización. También incautaron más de cinco kilos de cocaína (compactada y fraccionada para su comercialización), joyas, monedas y un lingote de oro, alrededor de 600 mil dólares, 1.800 euros, 1.841.380 pesos, más de 2.800 reales, un teléfono satelital, celulares, equipos de comunicación VHF y 3.200 municiones de diversos calibres. Capítulo tres: pico de pato Aquel 24 de junio hubo también allanamientos en la localidad bonaerense de Carlos Casares, donde tiene su sede Transportes El Nacional SA, la empresa que le vendió el avión a los narcotraficantes peruanos a un valor declarado sugestivamente bajo. Transportes El Nacional es una sociedad anónima que, entre otras actividades, se dedica al servicio de transporte aéreo de pasajeros y de cargas, servicios de pulverización, desinfección y fumigación; pero forma parte de un conglomerado de empresas cuya nave insignia es Lácteos Vidal, que produce tipos de quesos, de pastas duras, semiduras y blandas en su planta de Carlos Casares; pero que ha diversificado sus operaciones en rubros tan diversos como la ganadería, minería, gastronomía y el mercado inmobiliario. Los propietarios de Transportes El Nacional SA son Vidal Bada Vázquez y su esposa María Cecilia Roncero, quienes a su vez fueron socios de Claudio Cicarelli, el primo de Fred Machado y pareja de la diputada Lorena Villaverde, para explotar la mina de oro de Andacollo, en Neuquén, bajo la firma Eco Friendly SA, creada el 28 de julio de 2021, tres meses después de la detención de Machado. La nave insignia del conglomerado de empresas de la familia es Lácteos Vidal, que produce tipos de quesos, de pastas duras, semiduras y blandas desde su planta de Carlos Casares, en la provincia de Buenos Aires. Lácteos Vidal ha ganado notoriedad por un conflicto de años con los trabajadores, que denuncian malas condiciones laborales y aprietes de una patronal que salió a denunciar ser víctima de un bloqueo sindical. Ese conflicto escaló mediáticamente, ha sido utilizado para criminalizar a los trabajadores y fue el puntapié inicial del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos, apoyado por Bullrich. El apoyo de Bullrich a Lácteos Vidal en el conflicto le fue correspondido por un Alejandra Bada Vázquez, socia de la empresa y hermana de Vidal Bada Vázquez, con un aporte documentado de 400 mil pesos para la campaña de 2023. Pero al calor de la campaña electoral surgieron derivaciones escabrosas. En el documento 554-4 del caso 4:20-cr-00212-ALM-BD, que investiga la trama narco en la que habría tenido participación Machado y donde aparece mencionado Espert, también hay quince menciones a los Bada Vázquez y giros por 3.073.354 dólares. La mayoría de las veces, quien aparece nombrado es Vidal Bada Vázquez; pero también figura su hermana, Alejandra Bada Vázquez, la mujer que aportó, a título personal, a la campaña presidencial de Patricia Bullrich en 2023. La documentación consta en el expediente criminal contra Debra Mercer-Erwin, socia de Machado, condenada en 2023 en Texas, por delitos de narcotráfico, lavado de activos y conspiración para infringir registraciones de aeronaves en Estados Unidos, bajo la pantalla de negocios legítimos de aviación. Los datos recopilados por el Escuadrón de Operaciones Antidrogas y la Unidad de Inteligencia Criminal Gualeguaychú de Gendarmería permitieron, en principio, constatar la matrícula de la avioneta y su origen. Sugestivamente, el 25 de junio de 2025, un día después de los allanamientos en locales vinculados a narcos peruanos y en la localidad de Carlos Casares, Alejandra Bada Vázquez registró un ingreso al Ministerio de Seguridad de la Nación para un encuentro con Bullrich, supuestamente para una “reunión por bloqueos gremiales”, según quedó asentado en el registro de audiencias de la ministra. Pero las sospechas están a la vista: si tiene pico de pato, plumas de pato, patas de pato y hace cuac, lo más probable es que sea pato. Por lo pronto, el juez Hernán Viri, que tiene a su cargo la investigación en el Juzgado Federal de Gualeguaychú, dispuso el secreto de sumario, lo que hace presumir que esta historia tiene más capítulos por escribir.
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