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Parana » ViaParana
Fecha: 03/11/2025 08:43
Empieza a llegar la factura del desbarajuste monetario y cambiario que se produjo en las semanas previas a la elección de medio término: la inflación se aceleró en octubre y por el peor de los motivos que es la suba de los alimentos. A esto se suma que en el arranque de noviembre se inicia el proceso para la actualización de las tarifas de los servicios públicos, a las que se irán incorporando los ajustes que se pisaron antes de las elecciones. Ambos efectos impactarán sobre los servicios privados que incorporan estos aumentos, lo cual prologa el efecto nocivo sobre los presupuestos de empresas y familias. Con datos prematuros, economistas alineados con el oficialismo intentaron esconder el movimiento de los precios. Decían que el traslado por la suba del dólar (passtrougth en los términos académicos), que arrancó a mediados de septiembre, casi no había existido, pero con el correr de los días los relevamientos empezaron a mostrar lo contrario. Si bien es cierto que los aumentos estuvieron lejos del 15% de suba del dólar en los últimos tres meses, la tendencia marca que a medida que haya margen buscarán recuperar el terreno perdido. Con una variación de 1,6%, junio mostró un piso, luego julio y agosto fueron de 1,9%, más tarde en septiembre el IPC saltó a 2,1% y los cálculos de las consultoras privados estiman que en octubre estará por encima de ese valor. Otra señal de que la suba del dólar será convalidado más temprano que tarde es el avance de 3,7% que registraron los precios mayoristas en septiembre. Lo que más preocupa de octubre es que el rebrote inflacionario tiene como principal motor a los alimentos. El último informe de la consultora LCG revela que en el décimo mes del año los productos de primera necesidad aumentaron 3,6%. Los mayores incrementos se observaron en lácteos y huevos (10,3%), frutas (4,4%), verduras (3,4%), mientras que en carnes el alza fue de 1%. Por su parte, para Eco Go, el incremento en alimentos es de 2,8% y por ende la inflación mensual se situaría en la zona de 2,4%. Econviews y Libertad y Progreso proyectan variaciones en el rango superior, entre el 2,4% y el 2,8%. Ambas firmas señalaron la fuerte incidencia de los alimentos en esta tendencia. Con pronósticos más moderados, la consultora Analytica proyectó que el nivel general de precios al consumidor alcanzará el 2,2%, una variación similar al dato oficial de septiembre. La variación más baja le da a C&T, 2%. El escenario para el último bimestre del año luce más “picantón”. Tras el apretón monetario que implementó el Banco Central previo a la elección para que no se le disparen el dólar y los precios, el equipo económico comenzó a tomar medidas para “tirar pesos a la calle” y buscar una reactivación más firme de la economía. En la última licitación liberó más de $ 4,5 billones y luego flexibilizó encajes bancarios para darle liquidez al sistema, todo para favorecer una baja de la tasa de interés. A su vez, hay planes de recomponer reservas mediante compra de dólares del Banco Central lo cual requiere emisión monetaria. Siguiendo la teoría libertaria, esta mayor circulación de moneda tendrá impacto directo en los precios, máxime en un período que suele ser más complicado en materia inflacionaria debido a los gastos que conllevan el fin de año y el inicio de la temporada de verano. Luego de pagar el costo político de una fuerte contracción en la actividad en la previa electoral, ahora el gobierno da señales de que cambiará de estrategia y convalidará algún punto más de inflación para que se active la calle. Un 2,5% de inflación con tendencia alcista para octubre dispara también una serie de aumentos que pegarán en los costos empresarios, comerciales y en los bolsillos familiares. Cabe apuntar los ajustes en combustibles, tarifas, colegios privados y prepagas, replican el IPC para actualizar sus valores mes a mes. Un salto de esta magnitud también complica salarios y jubilaciones. Los primeros porque los acuerdos paritarios en su mayoría han quedado desfasados con cláusulas de aumentos inferiores al porcentaje de inflación real, y en el caso de la clase pasiva cobrarán en noviembre un aumento de 2,1% correspondiente a la inflación de septiembre. Los aumentos En el caso los combustibles, el gobierno publicó la resolución por la cual retomó la actualización del tributo que tienen incorporado, que equivale a unos $ 15 por litro. A lo largo de 2026 se prevé recuperar los atrasos acumulados por postergaciones pendientes de 2024 y 2025. En el sector estiman que eso implica un alza de 15% sobre los precios actuales, a lo cual luego habrá que sumarle el incremento que disponga cada petrolera. También se anunciaron las subas en las boletas de gas y electricidad. Luego de mantenerlas acotadas en la zona de 2% previo a las elecciones, ahora Economía convalido un incremento de 3,8% que comenzará a regir desde este 1º de noviembre, aunque con distinta incidencia según la zona del país y los proveedores de los servicios. De esta forma, Milei avanza en la reducción de subsidios para consolidar el equilibrio fiscal. La contrapartida será su impacto en la composición de costos y por ende en la inflación. Pese a este nuevo panorama, Milei insiste que hacia mediados de 2026, aunque ahora ya lo postergó hasta agosto, la inflación será cuestión del pasado.
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