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Parana » AIM Digital
Fecha: 02/11/2025 17:04
El burnout laboral alcanzó niveles alarmantes en la Argentina. Según un relevamiento reciente, el 92 por ciento de los trabajadores asegura sentirse “quemado” por su empleo, lo que posiciona al país como líder regional en fatiga y estrés laboral por cuarto año consecutivo. El estudio, realizado entre más de 2.700 personas, revela que el 77 por ciento experimenta altos niveles de estrés, el 73 por ciento se siente desmotivado y el 40 por ciento reconoce un agotamiento físico y mental inusual por la sobrecarga de tareas. Además, más de un tercio admite que le resulta imposible desconectarse de las obligaciones fuera del horario laboral. Factores que encienden la alarma Las principales causas detrás del burnout incluyen el trato recibido por los superiores (24 por ciento), la falta de claridad en las funciones (21 por ciento), la sobrecarga de trabajo (18 por ciento), la presión del puesto (12 por ciento) y la falta de identificación con los valores de la empresa (12 por ciento). En promedio, el 45 por ciento de los empleados trabaja más allá de la jornada convencional: el 39 por ciento supera las 45 horas semanales y un 15 por ciento llega a más de 50. Sin embargo, apenas un 23 por ciento aplica alguna estrategia para combatir el cansancio: entre ellos, el 35 por ciento realiza ejercicios o actividades de relajación, el 18 por ciento dedica tiempo a hobbies y solo el 4 por ciento desconecta sus dispositivos al terminar la jornada. Escasa respuesta empresarial El panorama dentro de las compañías es poco alentador. El 72 por ciento no aplica ninguna medida cuando detecta casos de agotamiento laboral, mientras que el 88 por ciento carece de políticas específicas de prevención. Entre las pocas que sí intervienen, predominan las acciones de apoyo emocional (21 por ciento) y los esquemas de trabajo flexible (15 por ciento). Los especialistas en recursos humanos coinciden en que la flexibilidad horaria y la conciliación entre vida y trabajo son las herramientas más eficaces para prevenir el síndrome. Aun así, muchas empresas continúan operando bajo estructuras rígidas que priorizan la productividad por sobre el bienestar. Un problema que erosiona la productividad El impacto del burnout es directo: el 78 por ciento de los expertos asegura que reduce la calidad del trabajo, el 63 por ciento señala una baja en el compromiso, el 55 por ciento observa fuga de talentos y el 52 por ciento advierte más conflictos internos. El agotamiento laboral dejó de ser un problema individual para convertirse en una crisis estructural del mercado de trabajo argentino. Con empleados exhaustos y empresas sin políticas de contención, el desafío pasa por replantear los modelos laborales y priorizar el equilibrio antes de que el cansancio se vuelva irreversible.
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