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Parana » Informe Digital
Fecha: 31/10/2025 02:55
 
                            Javier Milei consiguió este jueves la foto que el interventor de su gestión, Donald Trump, le había pedido para convalidar el rescate financiero previo a la elección del domingo. Sentó en Casa Rosada a 20 gobernadores, los rodeó de sus principales ministros y su hermana Karina y les bajó línea durante varios minutos sobre las reformas laboral, impositiva y penal que tiene en carpeta para enviar al Congreso tras el recambio legislativo del 10 de diciembre. Con muchos de ellos, especialmente los de Provincias Unidas, la relación estaba dinamitada, pero el peso de las urnas se impuso. Básicamente, hay un toma y daca: los mandatarios tienen obras que hacer, sueldos que pagar y necesitan recursos de Nación; el Gobierno, por su parte, necesita apoyos (y votos en ambas cámaras) para su nueva tanda de proyectos, con los que pretende retomar la iniciativa política que supo tener en 2024 con la ley bases y el pacto de mayo. A Milei también lo urge mostrarle al flamante interventor de su gestión, Donald Trump, que está haciendo los deberes que le pidieron: reconstruir un apoyo amplio y transversal al plan de ajuste. La foto, igualmente, no pudo ser completa: por decisión del propio Gobierno, quedaron afuera los gobernadores que representan alrededor del 40 por ciento de la población total del país. Milei intentó mostrarse calmo, moderado y dialoguista, pero a los gobernadores excluidos –todos del PJ– los dejó afuera de sus ondas de amor y paz: “Si usted repite el catecismo marxista, recetas que son las que hundieron a la Argentina en los últimos 100 años, es difícil tener un diálogo razonable. No podemos juntarnos con gente que 2 más 2 no le da 4”, fustigó en una entrevista televisiva, en la que también adelantó su intención de hacer dos visitas a provincias por mes, junto a su hermana, y una reunión por mes en una provincia. “No podemos juntarnos con gente que 2 más 2 no le da 4”, remató. El encuentro fue “muy bueno” pero apenas sirvió “para romper el hielo y poco más”, según confió uno de los invitados a Página/12. En cuanto a las reformas, el Gobierno todavía tiene mucho trabajo por delante para unificar criterios. Básicamente, el temario estuvo compuesto por los proyectos de reforma fiscal e impositiva, flexibilización laboral, endurecimiento del código penal y el Presupuesto 2026. “Si no sale con alguna cosa rara típica de este gobierno”, confiaron cerca de otro mandatario, “los proyectos deberían salir”. Los gobernadores, por su parte, plantearon en términos generales su apoyo al mantra del equilibrio fiscal pero, además, machacaron con sus viejos reclamos, como la coparticipación de las asignaciones del impuesto a los combustibles líquidos. “Son todos temas a seguir conversando”, resumieron. Durante el cónclave, que se llevó a cabo en el salón Eva Perón, el mandatario habló de la necesidad de hacer tres grandes reformas: Tributaria, para que el Estado deje de recaudar impuestos; laboral, para quitarle derechos a los trabajadores y que sea más fácil despedirlos, y penal para, según ellos, “garantizar la propiedad privada”, y que “el que las haga las pague”. Además, pidió la aprobación del Presupuesto 2026, que también es un pedido de Estados Unidos. El armado de la Ley Bases Con bloques oficialistas fortalecidos después del rotundo triunfo del domingo pasado, el gobierno buscará avanzar a partir del 10 de diciembre con proyectos de ley que se están elaborando en el marco del Consejo de Mayo. El objetivo es que los legisladores trabajen en sesiones extraordinarias y los traten durante el verano, tal como ocurrió el primer año de gestión con la Ley Bases. El encuentro inició pocos minutos después de las 17:00, en el Salón Eva Perón del primer piso de Balcarce 50, y duró hasta pasadas las 19.30. Estuvieron: Jorge Macri, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Raúl Jalil, de Catamarca, la vicegobernadora de Chaco, Silvana Schneider, el de Chubut, Iglacio Torres, el de Córdoba, Martín Llaryora, el de Corrientes, Gustavo Valdés, el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, el de Jujuy, Carlos Sadir, la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Silvina Casado, el de Misiones, Hugo Passalaqua, la vicegobernadora de Neuquén, Zulma Reina, el de Río Negro, Alberto Weretilneck, el de Salta, Gustavo Sáenz, el de San Juan, Claudio Orrego, el de San Luis, Claudio Poggi, el de Santa Cruz, Claudio Vidal, el de Santa Fe, Maximiliano Pullaro y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo. Llamó la atención que se sumaron esta vez el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora y el de La Pampa, Sergio Zillioto. Por parte del gobierno, además de Milei, estuvo el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro del Interior, Lisandro Catalán, el Canciller Pablo Quirno, el ministro de Defensa, Luis Petri, el de Economía, Luis Caputo, el de Justicia, Mariano Cúneo Librarona, la de Seguridad, Patricia Bullrich, el de Salud, Mario Lugones, la de Capital Humano, Sandra Pettovello, el de Desregulación, Federico Sturzenegger, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei y la legal y técnica, María Ibarzabal Murphi. Además, estuvo el asesor sin cargo, Santiago Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausilli y el vocero Manuel Adorni. “El país está en un momento bisagra. El mandato de los argentinos es terminar con el pasado y volver a abrazar las ideas que nos hicieron grandes. Vamos a trabajar con todos los gobernadores para impulsar todas las reformas necesarias porque con esto comienza la segunda etapa del gobierno”, aseguró el vocero en una conferencia de prensa que se hizo tras el encuentro y dijo que el presidente quería “agradecer a cada uno de los presentes y a cada uno de los que, a partir de ahora, van a hacer una Argentina mejor”. Además, añadió que “se dio un paso importante, que comenzó desde que los argentinos decidieron terminar con el populismo en 2023, siguió con el Pacto de Mayo y continuará con las reformas que se van a implementar con la nueva conformación del Congreso, que será el más reformista de la historia de nuestro país”. En línea con el nuevo discurso “dialoguista” de la Casa Rosada, Adorni aseguró que “es la voluntad del Presidente trabajar con todos”, aunque aclaró: “Para eso deben cumplirse premisas como la son el de potenciar el ahorro, aumentar la inversión –porque la prosperidad económica vendrá solo del sector privado– y proteger la propiedad privada”. También hablaron de la necesidad de garantizar que el 2026 haya Presupuesto para “garantizar el equilibrio fiscal y la sustentabilidad de cada una de las premisas del Pacto de Mayo”. Anunció también que enviarán las reformas: laboral, tributaria y del código penal. El jefe de gobierno porteño Jorge Macri al salir agradeció la reunión al gobierno y lo llamó: “Un gran gesto de convocatoria”. También elogió “la voluntad de trabajar en conjunto y dialogar”, del gobierno y contó que el Presidente “manifestó ejes de trabajo para el Congreso, como la modernización de los nuevos contratos de trabajo”. El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, calificó como “una reunión de trabajo” al encuentro y aseguró que “hay otra actitud” entre la Casa Rosada y las provincias de cara a las reformas estructurales que el Gobierno busca impulsar. “Fue una reunión de trabajo, estuvimos cerca de dos horas y media dialogando con el Presidente”, señaló. Varios de los que estuvieron presentes este jueves en la Casa Rosada fueron los que crearon la fuerza Provincias Unidas, que compitió contra LLA en varios distritos y fracasaron porque salieron segundos o terceros en sus territorios. En ese marco, se sentaron a dialogar con la Casa Rosada de una manera totalmente distinta a la que se podrían haber sentado antes de las elecciones del último domingo. El gobierno, empoderado, busca aprovecharse de esa situación.
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