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CABA » Plazademayo
Fecha: 28/10/2025 03:10
Silencio rural, paisajes intactos y tradición: este rincón pampeano se convierte en una joya del turismo para quienes buscan escapar del ruido. Entre praderas y edificios olvidados, Naicó se posiciona como un refugio ideal para el turismo que apuesta por la calma y la conexión con lo simple. En un momento donde el turismo busca más experiencias de calma que de multitudes, aparecen opciones poco convencionales que conquistan por su silencio. En La Pampa, existe un destino olvidado por muchos que renace con fuerza gracias a su paz, su historia y su entorno natural intacto. Naicó no aparece en los rankings tradicionales, pero quienes llegan se encuentran con un verdadero viaje en el tiempo. Casas vacías, calles desiertas y un hotel activo crean el escenario perfecto para una escapada distinta, alejada del ritmo agitado de la ciudad. Dónde se ubica Naicó Este pequeño pueblo se encuentra a unos 45 kilómetros de Santa Rosa, capital de La Pampa. El camino hasta allí combina rutas asfaltadas con tramos de tierra, lo que ya anticipa el ambiente rural y tranquilo que espera al visitante. La localidad nació como un punto ferroviario en el siglo XX y vivió su auge gracias al paso del tren. Con el tiempo, el cierre del ramal transformó a Naicó en un paraje casi abandonado, aunque hoy varias iniciativas buscan revivirlo con propuestas turísticas. Qué se puede hacer en Naicó Naicó propone un plan distinto en plena Pampa: subir al Cerro de la Virgen, donde la vista se pierde entre praderas y deja ver el histórico Castillo de Parque Luro. A unos kilómetros, el Puente Negro, ícono del ferrocarril, se impone como una postal ineludible. Para quienes quieren moverse, hay cabalgatas de cinco kilómetros por antiguos campos de arcilla y senderos rurales. Las lagunas cercanas convocan a los fanáticos del avistaje de aves, con patos silvestres y especies locales que sobrevuelan la tranquilidad del agua. La propuesta gastronómica también tiene peso. Los sabores de campo se lucen con cabrito a las finas hierbas, cordero al disco y ciervo al champiñón. No faltan empanadas, escabeches caseros ni tablas de fiambres servidas bajo galpones oxidados. Entre calles de tierra y pastizales, los edificios abandonados guardan las huellas de otra época. Y aunque el pueblo no cuente con muchos habitantes, quienes llegan descubren una experiencia única donde la calma no se improvisa: se vive. Cómo ir hasta Naicó Desde Santa Rosa se puede tomar la Ruta Provincial 14 hasta empalmar con caminos rurales que conducen directamente a Naicó. El trayecto en auto dura aproximadamente una hora y no requiere vehículos especiales, aunque se recomienda precaución en días de lluvia. No hay transporte público que llegue al pueblo, por lo que lo mejor es planificar la visita en vehículo propio. Llevar provisiones también resulta clave, ya que no hay almacenes ni servicios disponibles de forma permanente. Fuente: Ámbito
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