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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 26/10/2025 04:56
El testimonio de MAR sirvió para condenar a 8 años y 6 meses de cárcel al cura José María López por abuso sexual gravemente ultrajante. No fue la única víctima: fueron tres. El 1º de diciembre de 2023 el juez de juicio Rafael Martín Cotorruelo condenó al cura. “Que sin poder precisar fechas exactas, pero presumiblemente en el transcurso de los años 2001, 2002 y 2003, cuando MAR tenía entre 12 y 14 años de edad, los días sábados concurría en compañía del sacerdote José María López a una capilla en Sauce de Luna, ubicada a 30 km de la localidad de Bovril y bajo el pretexto de la celebración de las misas los días sábados por la noche y domingo por la mañana, se alojaban en la casa parroquial. José María López, luego de forjar un vínculo de confianza, aprovechándose de la situación de encontrarse a solas con MAR, le efectuaba tocamientos en el pene, practicaba juegos sexuales simulando que el miembro de MAR era una palanca de cambio de auto, lo hacía bañarse junto a él e incluso dormir desnudo en la misma cama”. MAR dejó atrás esa parte de su historia, decidió seguir su vocación religiosa y cuando fue adulto comenzó a formarse en el Seminario Arquidiocesano de Paraná como sacerdote. Fue sacerdote. Se ordenó en 2016. Pero abandonó. Comunicó a la autoridad eclesiástica su decisión de tomarse un tiempo y se fue del país. Ahora reside en un país extranjero. Pero no abandonó formalmente el sacerdocio. En términos canónicos, el abandono del sacerdocio se conoce como reducción al estado laical. Esta decisión debe ser solicitada por el sacerdote directamente ante su obispo y luego elevada a la Santa Sede. No basta con dejar de ejercer: la Iglesia requiere un acto formal. Y la “dispensa” debe ser concedida «por el Romano Pontífice». Es decir, el Papa o, en su nombre, el Dicasterio para el Clero en el Vaticano. Quienes inician el proceso deben enviar una carta formal al obispo de su diócesis al expresar su voluntad de abandonar el estado clerical. Esta petición suele incluir los motivos personales, que pueden ir desde crisis vocacionales hasta razones familiares o personales. MAR no hizo nada de todo eso. En teoría sigue formando parte del clero paranaense. Pero extrañamente fue excluido del listado del clero que figura oficialmente en la página web del Arzobispado de Paraná, en el que sí están, por ejemplo, Marcelino Ricardo Moya, condenado por abusos, luego beneficiado por la prescripción de la causa; también el abusador de MAR, que admitió ante la Justicia haber abusado de menores, José María López. La omisión de MAR del listado del clero «oficial» del Arzobispado de Paraná podría explicarse en el hecho que junto a las otras dos víctimas del cura López ha iniciado una demanda por daños y perjuicios y reclama a la Iglesia el resarcimiento económico. Esa demanda está en la etapa de mediación. Las denuncias Una de las víctimas radicó la denuncia en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual el 7 de agosto de 2023; antes, el 12 de febrero de 2023 había contado los hechos que se enrostraron al cura López ante el Moderador de la Comisión Judicial del Arzobispado de Paraná. El 7 de agosto de 2023 también presentó la denuncia la segunda víctima del sacerdote ante la Unidad Fiscal de Violencia de Género. Diez días después. El 17 de agosto, el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, eleva informe a la Justicia “que contiene adjunto la declaración” de la primera víctima, realizada el 13 de mayo de 2019, y su declaración ante la curia el 12 de febrero de 2023. El 29 de agosto de 2023, el Arzobispado pone en conocimiento de la Justicia de la presentación hecha por la tercera víctima de los abusos del cura que efectuara el 15 de agosto de 2023. Esa tercera víctima se presenta en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual el 4 de septiembre de 2023. Los hechos ocurrieron cuando las víctimas tenían entre 13 y 20 años, las situaciones de abuso ocurrían en las habitaciones del cura en los distintos templos donde estuvo destinado. Aunque se sospecha que no todos quienes soportaron su asedio sexual han presentado denuncias. Uno de los hechos ocurrió circa 1989, cuando la víctima tenía entre 12 y 14 años cuando acompañaba al cura López a las celebraciones religiosas a una parroquia del interior de Entre Ríos. “Bajo el pretexto de la celebración de las misas los días sábados por la noche y domingo por la mañana, se alojaban en la casa parroquial. El cura, luego de forjar un vínculo de confianza, aprovechándose de la situación de encontrarse a solas con la víctima le efectuaba tocamientos en el pene, practicaba juegos sexuales simulando que el miembro era una palanca de cambio de auto, lo hacía bañarse junto a él e incluso dormir desnudo en la misma cama”. Al cabo de ese juicio abreviado, el juez Cotorruelo declaró al cura José María López autor material y responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante gravado reiterado por tres hechos y lo condenó a la penal de 8 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo y dispuso incorporar “el perfil genético” del sacerdote al Registro Provincial de Datos Genéticos y al Registro Nacional de Datos Genéticos. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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