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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/10/2025 03:21
Javier Milei en Santa Fe —¿Cuán determinante es para el Gobierno el resultado de la elección? —Para lo que tenemos que hacer, nada. La respuesta dicha desde un despacho oficial marca que, más allá del desenlace, hay una hoja de ruta establecida de la que no hay margen para correrse si la intención es mantener el apoyo sustancial de Estados Unidos. Por supuesto, una amplia derrota, que nadie prevé, sí podría repercutir fuerte en los mercados, pero en tanto La Libertad Avanza pueda garantizar un tercio legislativo, un objetivo accesible, seguirá en la cancha. Entre las exigencias políticas de Washington está la necesidad de ampliar alianzas para llevar adelante reformas. Ya no alcanza con una posición defensiva —evitar el juicio político y sostener vetos— sino que aguardan que pase a la ofensiva. La señal que esperan es que el rumbo trazado consiga el respaldo de gobernadores y otros partidos, siempre con el fantasma en el horizonte de que retorne el kirchnerismo y su sociedad codo a codo con China. Nadie puede asegurar cuál será la reacción de Javier Milei frente al panorama que se abre en la segunda mitad de su mandato. No pertenece al mundo del diálogo, lo subleva el toma y daca de la negociación, pero está claro que no podrá dar pasos hacia adelante por imposición. El “Javito emperador” quedará fuera de juego en la cuenta regresiva de 2027. Se empezarán a escuchar de su boca frases como “consenso capitalista” y “mayoría reformista”. “Nos van a criticar de tanto que vamos a conversar”, dice, a risotadas, un funcionario de carácter aguerrido, cruzado de la “batalla cultural”, ahora imbuido en lo que se supone será el nuevo aire. Ver para creer. El cronograma de proyectos vinculados a la economía del Gobierno contiene: Presupuesto 2026, reforma laboral, impositiva y previsional, en ese orden. El otro en gateras, con foco en seguridad, es la reforma del Código Penal. Y, en paralelo, en forma reservada hay contactos para regresar a la carga con la designación de jueces, fiscales, y las sillas vacantes en la Corte Suprema de Justicia y en la Procuración. Una instancia más adelante se verá qué decisión toma Milei con los puestos en el Congreso. Si continúa Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados (algo que pareciera estar en pie), y a quién elige en la Presidencia Provisional del Senado, segundo lugar en la línea de sucesión. Empezó a circular el nombre de Patricia Bullrich, una propuesta que desde el kirchnerismo amenazan con no respaldar: cualquiera de LLA menos ella. Cristina Kirchner en el balcón de San José 1111 En simultáneo, Cristina Kirchner no avalaría ninguna idea de encumbrar a presidentes de ambos cuerpos que no sean del oficialismo. O al menos eso es lo que deja correr, frente a los que auguran que se vienen momentos críticos. Un sector del peronismo, alineado con Axel Kicillof, considera que el proyecto libertario quedó liquidado desde que pasó de aspirar a “pintar el país de violeta”, una ola que imaginaban en 45 puntos a nivel país, a añorar a un empate técnico en la franja del 35. “Están derrotados en términos estratégicos. No van a poder sacar las reformas. Nosotros estábamos en la resistencia y ahora estamos para ser alternativa en 2027. Ya está”, afirma un funcionario bonaerense. Ese pronóstico no es compartido entre los libertarios. Ven todavía una ventana de oportunidad para “hacer” hasta diciembre de 2026. Lo que no se realice antes, ya no camina, en esa mirada. La incógnita a develar que sí puede tallar en la competencia presidencial —sostiene un operador libertario— es la suerte de Provincias Unidas, dependiendo de si le va mejor a lo registrado en los sondeos (por lo menos vencer en tres provincias, enfrentando a LLA y los K) y logra la percepción de que esa vía puede ser mínimamente exitosa. Ese grupo de gobernadores anhela llegar a dos dígitos, un mojón para un sendero que los mostrará de a ratos alineados con el Gobierno. No hay entre los integrantes del espacio una figura que saque diferencia. Se puede advertir una mayor ambición en Martín Llaryora, de Córdoba, o Ignacio Torres, de Chubut, dedicado a su instalación nacional. Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, hizo saber a la Casa Rosada que no está en carrera y lo mismo afirmó luego públicamente. Es lo más astuto que puede hacer alguien que no descarta dar esa batalla: correrse del tiroteo del primer fragor. Gobernadores de Provincias Unidas El oficialismo llega a las urnas con un enorme desgaste acumulado a lo largo de un año complejo, pero acrecentado en los últimos tres meses, en los que hizo malabares en dos frentes: Economía: tuvo que lidiar con una fuerte volatilidad en los mercados y una crisis cambiaria, sumado a un escenario de estancamiento de la actividad. Corrupción: fue afectado por una denuncia de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) y por los vínculos de José Luis Espert, figura libertaria y primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, con el empresario Federico “Fred” Machado, acusado de narco en Estados Unidos. La Casa Rosada recién pudo cambiar el eje narrativo en el tramo final de la campaña, cuando la determinante actuación de Donald Trump se llevó el centro de la escena: reunión bilateral en la Casa Blanca, concreción de un swap por USD 20.000 millones y acción directa del Tesoro estadounidense, que lleva comprados pesos por más de USD 2.000 millones. El dólar oficial se clavó en 1.517, una cotización con la que se siente “cómodo” el ministro de Economía, Luis Caputo. En el inicio de septiembre, previo al estrepitoso revés bonaerense, estaba a 1.386. Es decir: aún con intervenciones para contener la presión, la demanda de cobertura hizo subir la divisa 131 pesos (9,45%) en poco más de un mes. Javier Milei y Donald Trump Milei exhibe pruebas de apoyo a su equipo económico. Premió a Pablo Quirno, secretario de Finanzas, con la Cancillería, luego del portazo de Gerardo Werthein, y “Toto” asoma inamovible, al menos según el discurso oficial. Las Fuerzas del Cielo, la agrupación apadrinada por Santiago Caputo, establecieron un cordón de protección sobre ese team a partir de las versiones de un reemplazo por Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, a quien resisten para ese puesto. El asesor presidencial es como un Pac Mac en la botonera del poder, pero su influencia pierde efecto ante el desorden interno y la falta de oficialización de su misión. Las peleas recorren todo el espinel de La Libertad Avanza: desde la bizarra batalla en redes entre el “Nene” Vera, un puntero del conurbano, y Traductor Te Ama, un militante digital, hasta la pulseada dentro de la mesa chica del Gobierno. La decisión más importante de Milei es la Jefatura de Gabinete, el puesto de mando desde donde se capitanea la gestión administrativa y política. Si opta por la continuidad o por Caputo (o, eventualmente, un “tapado”), se bifurcan escenarios muy distintos, especialmente en la segunda posibilidad. El asesor consolidaría una posición mucho más fuerte por las áreas que ya controla (Justicia, Arca, SIDE, Salud, entre otros) y no se rodearía por gente que no le responda. Tampoco auspiciaría un desembarco de enviados de Mauricio Macri. Santiago Caputo (Maximiliano Luna) Guillermo Francos le imprimió a su Jefatura un estilo delegativo, dándoles a los ministros un mayor rango de maniobra que su antecesor, Nicolás Posse. No se plantó como interlocutor final en las conversaciones con el sistema, lo que valió cortocircuitos con las distintas terminales: Caputo, los Menem, Karina. El plus del funcionario comparado con el resto de los actores de reparto es que sí suele ser un eficaz vocero en el marco de un elenco que evita los micrófonos y las cámaras, incluso de los medios oficialistas. Los distintos bandos creen que todos los problemas son por culpa del otro, sobrevalorando el peso de la interna por encima de diversos factores a la hora de evaluar las fallas en la administración. Aún así, sin un ordenamiento interno no hay posibilidad de mejora. Son horas de inquietud para los que desean una instrucción del Presidente para poner fin a la grieta al interior del Gobierno. Después de una campaña que se convirtió en calvario, al filo de la veda, empezó a diseminarse cierto optimismo en el oficialismo. Se habían encargado de dejar trascender números peores que los que tenían sus rivales, abriendo el paraguas por si acaso. Es probable que también empiece desde hoy una nueva narrativa libertaria. Milei dejó atrás la motosierra y los insultos, pilares de su esencia, y si bien apuntó a la polarización hubo un cambio en los eslóganes a lo largo del año. En CABA, en mayo, enarboló el lema “Kirchnerismo o Libertad”. En provincia de Buenos Aires, en septiembre, recurrió a “Kirchnerismo Nunca Más”. En la nacional batalló con la frase “La Libertad Avanza o la Argentina Retrocede”, y con un pedido en tono de súplica a “no aflojar”. Recién los últimos días, en una vuelta de tuerca, apeló a spots edulcorados que hablan de “esperanza”. Este último concepto, en una dimensión de origen religioso, ha sido un recurso clave para la acción política a lo largo de la historia. En el libro Modernidad explosiva (Katz, 2025), la socióloga Eva Illouz analiza qué papel juegan las emociones en la configuración del mundo individual y colectivo, y su vinculación con las estructuras políticas, económicas y culturales. Lejos de darse una racionalización de la vida social, se viene desplegando una intensificación de las pasiones. La esperanza tiene como contracara la decepción, a la que interpreta como “un tono menor”. Dice: “No tiene el calor de los celos, la intensidad de la furia, la urgencia del odio. La decepción es un sentimiento pequeño, vagamente amargo, que se aloja en los intersticios de nuestras vidas”. Para la autora, la clase media y, en menor medida, la trabajadora son las más susceptibles a experimentar esta sensación, a la que define como una cuestión de talles: la persona decepcionada es la que aspira a una medida distinta que la que ocupa en su vida real. Hay un caudal del voto de Milei en 2023 que no lo terminó acompañando este año en las elecciones de Capital y la provincia de Buenos Aires. Son desencantados que habrá que ver si hoy le dan otra oportunidad a la causa libertaria. O no.
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