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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/10/2025 02:46
María Laura Santillán Con Juana Molina Está a punto de presentar su música nueva y está de vuelta en la actuación después de décadas en una serie que bate récords de audiencia, “En el barro”. Nació rodeada de expresiones artísticas, es hija de Horacio Molina y Chunchuna Villafañe. Ella, modelo argentina, actriz y arquitecta. Horacio, uno de los cantantes de tango más talentosos y más reconocidos en el mundo. La familia partió al exilio en tiempos de la dictadura militar, primero vivieron en Madrid y finalmente se instalaron en París. A los que tenemos más de 40 años, Juana Molina nos atravesó con todos sus personajes en un programa único e icónico: “Juana y sus hermanas”. El programa lo escribía, lo dirigía, lo actuaba, fue un programa de autor. Mientras tanto y desde siempre Juana hizo música. Su primer álbum fue “Rara” en 1996. Su papá le enseñó a tocar la guitarra cuando era chiquita. – Sí, tenía cinco años, tenía una guitarrita. – Hicieron una canción juntos. – Hicimos una canción para el día de la Madre, que se llama “Te regalo esta canción”. Me la enseñó en casa con la guitarra. Fuimos a un lugar muy grande, muy oscuro y con un haz de luz donde nos sentamos. Canté sin problema, pero inmediatamente después me enteré, caminando por la calle Santa Fe, que sonaba en una disquería. Y ahí me di cuenta de que me había engañado. – Te grabó. – Me dijo que era para mamá y era para todas las madres, para el Día de la Madre. Se vendieron miles y miles de copias. Yo era muy tímida y él me contó que estaban todos a oscuras en el estudio, porque sabía que si yo llegaba a ver a una sola persona no abría la boca. De hecho, hay una filmación en el programa de Nicolás Mancera donde salimos a cantar y yo tenía que hacer playback y yo no abrí la boca. Estaba muerta de miedo, de terror, de timidez, quería salir de ahí. – Estuviste muchos años sin actuar, pero te veo haciendo personajes en las redes. – Sí, porque la actuación la mamé de muy chica, lo hago desde siempre. – Pero lo dejaste de hacer para vivir. – Lo dejé de hacer para vivir. "La actuación la mamé de muy chica, lo hago desde siempre", contó Juana Molina (Fotos de Gustavo Gavotti) – Una pena y te lo dicen todos. Después de 30 años volviste a ser actriz, el personaje de ‘Piquito’ en la serie “En el barro”. – Es que me llamaron y me tentó la idea de la cárcel, no sé por qué pero fue bueno dejarme tentar. Me llamó Pablo Culell y me dijo: ya sé qué me vas a decir que no. Y dije: no sé si te voy a decir que no. Dije que sí, fue algo de la intuición. – Sé que extrañás a tu papá. ¿En qué momentos lo extrañás? – Lo extraño cuando se me ocurre preguntar algo que solamente él podría contestarme, cosas de la familia, cosas que alguna vez pasaron. Dura una fracción de milisegundo: lo voy a llamar a papá para preguntarle eso. - ¿No hay otro para contestar eso? – No hay. ¿Cómo no le hice todas estas preguntas? El otro día alguien me hablaba del papá o la mamá y me acuerdo de decirle: pregúntale todo y anotá. – Antes que se vaya. – Sí, porque después no vas a tener a quién preguntarle. No se te ocurren en ese momento las preguntas, pero tenés sacarle toda la información que puedas. – Extrañás la charla, no el abrazo. – Charlar, no me abrazaba. Todos somos un poquito … (n de la r: hace un gesto donde pone distancia) – Tu mamá cumplió 91 años. ¿Se abrazan? – Yo la abrazo. Ella me abraza a veces, ella es un poquito más cariñosa. – Hablo de tus viejos porque te marcaron. – Y sí, no tuve mucha personalidad, no sé qué podría haber sido jajaja. Lo de la actuación, si bien es algo que heredé de la familia, a nadie se le ocurrió ejercerlo como una profesión. Lo copié de la familia de papá, todos se la pasan haciendo personajes constantemente. – ¿Cuáles de todos tus personajes seguís haciendo? Una es ‘la paqueta’. – Sí, la hago todo el tiempo, Corococo. Y La cheta, son distintas. Una es más aristocrática, tiene esa cosa medio chic de pensar las palabras antes de decirlas. La cheta era más tilinga, más de Punta del Este. “Tienes un pelo y unos huesos divinos”, esa es la paqueta. Me salen, hay situaciones en que tienen que ser respondidas por la cosmetóloga. Suponete que me traen un plato con algo medio crudo. “El arroz está un chiquito crudo, ¿sabés?” Como para decirlo de una manera que no ofenda. "Lo de la actuación, si bien es algo que heredé de la familia, a nadie se le ocurrió ejercerlo como una profesión", dijo Juana Molina – ¿Se lo decís al mozo así? – Ya no digo más nada. Prefiero no comerlo a tener que decir algo. “HAY MUCHAS ACTITUDES QUE HE TENIDO ME AVERGÜENZAN MUCHÍSIMO, COSAS ESPANTOSAS QUE UNO HA HECHO” – ¿Por? Lo dijiste con un suspiro de cansancio. ¿Hay muchas cosas que están mal cada día, además de la comida un poco cruda? – Hay muchas cosas y actitudes que he tenido me avergüenzan muchísimo. Esas cosas que cuando te acordás decís, ¡ay! Decís, ¿por qué? Que te dan vergüenza, que te gustaría tener el contacto de esa persona para ir a pedirle perdón por esa respuesta, por esa actitud, cosas espantosas que uno ha hecho. “HICE UN ESCÁNDALO QUE ES UNA VERGÜENZA. SIEMPRE PIENSO EN ESA MUJER” – ¿Por ejemplo? – Por ejemplo. Yo les había pedido a las tres personas a las que les había dado mi teléfono celular que no se lo pasaran a nadie, estoy hablando del año 2008. Un día estaba con amigos, todos estábamos muy colocados y bailando y de golpe suena mi teléfono y atiendo pensando que iba a ser fulano, mengano o zutano. ‘Hola Juana, soy Cecilia Barreto, te llamaba para hacerte una notita’. Y dije, ‘¿quién te dio mi teléfono? Nadie tiene mi teléfono’. Hice un escándalo, un escándalo que es una vergüenza. ¡Una vergüenza! Yo siempre pienso en esa mujer que no sé cómo se llama para decirle: te pido por favor que me disculpes. Porque debe haber contado eso, que la llamó Juana Molina, una maleducada. Cosas que no se sabe por qué uno las hace a veces y que después te querés matar. "Yo siempre pienso en esa mujer que no sé cómo se llama para decirle: te pido por favor que me disculpes", expresó Juana Molina – Pero no fue la única vez, decís. – Me acordé de esa porque quedó como un hito, y cada vez que pasa algo mis amigos me la recuerdan. Ellos se burlaban atrás mío mientras yo… se morían de risa. Fue una vergüenza. “HAY MUCHAS COSAS, MUCHAS ESCENAS QUE ME GUSTARÍA REBOBINAR Y NO HACERLAS” – Fue por teléfono al menos. – Peor, porque si me encuentro con esa persona no le puedo decir perdón. Hay muchas cosas, muchas escenas que me gustaría rebobinar y no hacerlas. “HE TENIDO GRANDES MOMENTOS DE ANTIPATÍA MUY REPROCHABLES” – Estabas sacada. – No sé si sacada, estaba forra, una tarada. ¿Por qué? Cosas que no sé por qué. Porque yo no soy una antipática siempre. Pero he tenido grandes momentos de antipatía, muy reprochables. – Quizás fueron etapas. – Sí. A los 30 tenés una cosa de llevarte el mundo por delante, te pensás que sos eterno, no sé qué te pasa. – ¿Que te hicieran perder el tiempo te hinchaba? – Creo que está relacionado con actitudes de uno que no son buenas. Después vas aprendiendo, vas creciendo y decís che… “MI MAMÁ ERA UN POCO UNA BESTIA POR LAS COSAS QUE DECÍA. LA QUERÉS MATAR Y TE QUERES MATAR” – ¿Fuiste aprendiendo sola o tenías una madre que te guiaba? – No, mamá era un poco una bestia, decía cualquier cosa. Bien, lo decía bien, pero te podía decir, “¿así vas a ir?” A alguien que no conoce. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA MOLINA: MI MAMÁ ERA UNA BESTIA POR LAS COSAS QUE DECÍA, LA QUERÍA MATAR. SIEMPRE ME CRITICÓ TODO” – ¿Y a vos? – A mí, por supuesto, desde ya. Pero decir, “esta casa es horrenda” en la casa de los dueños de casa. “No puedo estar en esta casa, no puedo respirar”, yo le decía, mamá, ¡por favor! Ese tipo de cosas que son graciosas después cuando son contadas. A la gente inclusive en ese momento les causó gracia. – Pero te daba vergüenza. – ¡Te querés matar! La querés matar y después matarte. “MAMA SIEMPRE ME CRITICÓ TODO” – ¿Qué diría ahora sobre tu look? ¿Qué buena la combinación bordó con celeste o te criticaría todo? – Mamá siempre me criticó todo. – ¿Todo? – Sí, es más fuerte que ella. "'Yo le decía, mamá, ¡por favor!' Ese tipo de cosas que son graciosas después cuando son contadas", expresó Juana Molina, en entrevista con María Laura Santillán “MI HIJA ME VENÍA A PEDIR PERMISO PARA ALGO Y ARBITRARIAMENTE YO LE DECÍA QUE NO. NO TENÍA RAZÓN DE SER” – ¿Vos no te metiste así con tu hija? – Si, es medio inevitable. Ya no, pero lo hice cuando era más chica. – ¿Qué le decías? – “Esa canción es un espanto”. ¿Por qué? ¡Ella se va a dar cuenta cuando sea más grande! “Esa canción es un espanto”. Dejala, que le gusta esa canción, ¿qué problema te podés hacer? “Vos no entendés, mamá, las canciones te llevan a momentos de tu vida”. Me dijo eso y me tapó la boca. “¿Esta canción sabés lo que significa para mí? Una vez cuando nos fuimos a… y estaba esta canción. Y todos nos amamos y nos quisimos y nos besamos y nos abrazamos porque nos despedimos y esto es esta canción para mí”. ¡Tiene razón! Muchas veces me encontré en esa situación con Francisca, por ejemplo, me venía a pedir permiso para algo y arbitrariamente yo le decía que no. Tendría cuatro años. “¿Puedo agarrar esto?” No. A la media hora me dijo, “¿por qué no puedo?” Yo me di cuenta que era algo que no tenía razón de ser. Ella lo pensó y dijo: no entiendo por qué no puedo agarrar esto. La miré y le dije: tenés razón, lo podés usar. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA MOLINA ”MI HIJA ME PEDÍA PERMISO PARA ALGO Y YO LE DECÍA QUE NO SIN NINGUNA RAZÓN” – ¿Qué suponés que te pasaba? – Qué sé yo, son cosas que uno no piensa. Si ella no hubiera vuelto a decirme “¿por qué no?”, habría quedado ahí. – Te hubieras olvidado. – Sí, y ella no. Pero vino y me dijo, ¿por qué no? Y yo me quedé helada, no había ninguna razón. “CÓMO NO TE VAS A QUEJAR DE LA VEJEZ SI ES LO PEOR QUE HAY?” – ¿Te dio alivio entonces el paso de los años? ¿La adultez? – Sí, en algunas cosas sí. – Traen sabiduría, no es bolazo. – No es bolazo para nada, lo dicen todos los viejos. – Algunos viejos se quejan. – Por supuesto. ¿Cómo no te vas a quejar de la vejez si es lo peor que hay? Yo creo que la gente que se queja de vieja se quejó toda la vida. Yo me aplaqué bastante. Que no es lo mismo que rendirse. “LLEGABA UN DECORADO Y DECÍA: ES UN ASCO ESTE DECORADO. NO TENÍA LA SABIDURÍA DE DECIR LAS COSAS BIEN” "Yo creo que la gente que se queja de vieja se quejó toda la vida. Yo me aplaqué bastante", reveló Juana Molina – Me acuerdo cuando grababas “Juana y sus hermanas” en el canal, de tu nivel de detalle. Muy detallista, muy precisa. – Claro, pero no tenía la sabiduría de decir las cosas bien. Llegaba a un decorado y decía, “es un asco este decorado”. – Como tu mamá. – Y no pensaba que había siete personas que habían estado no sé cuánto tiempo armándolo seguramente bajo las directivas de alguien, toda esa parte no existía. En cambio, ahora si pasa una cosa así, me pongo pésimo. A veces no lo puedo disimular. – Pero ya no decís “es un asco” y te vas. – Un asco no, pero hago algunas cosas y después me retan. – O sea, eso sigue. – Un poquito, sí. – Seguís igual en los detalles, me doy cuenta que en cada respuesta estás buscando la palabra exacta como si estuvieras escribiendo una canción. – A veces pienso que me encantaría estudiar lingüística porque me apasionan las palabras. Lamento la pérdida de la fineza o de los detalles en el lenguaje, cosas que ya no se dicen más, verbos que desaparecieron. Además, es tan difícil comunicarse, que el otro entienda lo que vos estás diciendo que cuanto más detalles des, más posibilidades tenés de que llegue más o menos intacto a la cabeza del otro, porque es muy probable que vos digas una cosa y que el otro reciba cualquier otra. Pasa todo el tiempo, si no, los malos entendidos no existirían. – Después de “Juana y sus hermanas”, ¿cuántas veces te ofrecieron volver a la actuación y cuántas veces vos te preguntaste si volvías? – Ciento cincuenta mil. Mi pregunta interior nunca. – Nunca dijiste, ¿y si vuelvo? – No. Porque me acuerdo de todo lo que representa y digo: ni loca. Era un trabajo muy exhaustivo, era todo el tiempo. No es como una obra de teatro que solo tenés la opción de pulirla, le agregás una cosita, le sacás la otra. Después también ante tanta negativa… tenés que ser un cabezón como Culell o como Ortega para insistir. "Lamento la pérdida de la fineza o de los detalles en el lenguaje, cosas que ya no se dicen más, verbos que desaparecieron", señaló Juana Molina (Fotos de Gustavo Gavotti) – ¿Preferís tocar que actuar? – Lejos, lejos. – Estás presentando un disco nuevo, “Doga”. – “Doga”, sale el 5 de noviembre. Ahora hay un tema de adelanto que se llama “Siestas ahí”. Cuando lo cantás parece que dijera “si estás ahí”. – ¿No te molestó siendo tan detallista la confusión de las palabras? – Es que me gustaba “Siestas ahí”. – Te gusta como suenan las palabras. – Es que me parece que sí, que es importante eso. Con las palabras y con la música, sobre todo. Hay cosas que aparecen medio arbitrariamente o fortuitamente y las agradeces: sí. – Te vi en redes explicando cada palabra de una canción, el detalle. Y sos la misma Juana que buscaba el detalle 30 años atrás en cada cosa, quirúrgicamente. – Sí, yo antes cosía mucho y también en la costura decía: ni pienso hacerlo de nuevo. Y ya estaba descosiendo. “No quiero hacerlo de nuevo”, y seguía descosiendo. Es lo peor que te puede pasar, descoser, es el castigo de las costureras. Sabía que no iba a soportar ver eso chingado. Quería que quedara perfecto, sí. – La tapa del disco es un perro muy peludo que sos vos, medio salvaje – Yo me siento cero salvaje. – No puedo dejar de pensar en tu mamá, ¿te hubiera dicho algo del pelo también? – Siempre me decía: te quiero hacer un baño de crema, jajajajaja. “Déjame hacerte un baño de crema”. Y me miraba, estudiándome. Mamá, no me voy a hacer nada. “Tenés que teñirte el pelo”. El pelo era un temazo, jajaja. – Perro con mucho pelo en tu disco. Presentás muy pronto tu disco “Doga”, ¿cuándo? – El 21 y 22 de noviembre lo presentamos en La Trastienda, pero el mismo día que sale el disco toco en Neuquén. – Haces giras importantes con tu música. ¿Cuál es el público que más te gusta? – Mi público en general me gusta bastante. Es un público muy atento. “LOS AÑOS ESTÁN AHÍ. SI ME ENCUENTRO CON UN GRUPO DE QUINCEAÑEROS SIENTO QUE TAMBIÉN TENGO 15” – ¿Es un público joven? – Sí, bastante joven, 30 o 35. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON JUANA MOLINA ”SI ME ENCUENTRO CON UN GRUPO DE QUINCEAÑEROS SIENTO QUE TAMBIÉN YO TENGO 15” - Sos joven entonces. Para escribir para gente joven hay que estar en esa frecuencia. – Yo no lo hago para eso. Yo escribí una canción hace mil años que se llama “Las edades”. Y en esa canción digo justamente en un versito muy simple “15, 20, 36, están en mí todas las edades”. Porque yo voy cumpliendo años, pero no es que los otros años no están, están ahí. Si yo me encuentro con un grupo de quinceañeros, me miran mal, pero yo siento que también tengo 15. Y estoy con los de 30 y me siento de 30, y estoy con los de 60 y me siento de 60… Tengo 60 y no me siento de 60, me siento más joven. Pero creo que todos nos autopercibimos más jóvenes. – Que tu público tenga la mitad de tu edad es un dato de juventud. – Es lindo eso, porque hay una energía muy, muy arriba en los shows.
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